Alimentación

¿Reducen los alimentos funcionales el colesterol?

Aunque galletas y yogures enriquecidos cumplen lo que prometen aún existen dudas sobre sus efectos en la salud cardiovascular

Alimentos que ayudan a controlar el colesterol
Alimentos que ayudan a controlar el colesterolSandra PovedaSandra Poveda

Los nuevos estilos de vida han hecho que muchos hábitos de alimentación saludables se abandonen, lo que ha producido desequilibrios que están relacionados con la aparición de gran número de enfermedades. Como respuesta a esta situación surgen los llamados alimentos «funcionales» con los que se pretende compensar estos desajustes y garantizan las ingestas de nutrientes recomendadas.

Como explica Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), sobre estos productos, parten una premisa curiosa: «Asumimos que nuestra alimentación actual no es adecuada y, en lugar orientar al consumidor a adoptar un patrón de alimentación y de ejercicio físico saludables, se le ofrecen productos “enriquecidos” con efectos (en ocasiones demostrados y, en la mayoría de los casos, supuestos) para intentar “corregir” los efectos de esta mala alimentación».

De entre todos ellos destacan los dirigidos a reducir el colesterol. Leches, galletas, yogures... una infinidad de productos prometen bajarlo pero, ¿es esto cierto? ¿Cumplen lo que dicen? Una reciente evaluación de Nutrimedia (un proyecto del Centro Cochrane Iberoamericano y la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, que evalúa la veracidad de los mensajes sobre alimentación) sobre el beta-glucano de avena de algunas galletas concluye que es probablemente cierto que reduzcan el colesterol, pero que todavía hay bastante incertidumbre sobre sus efectos en la salud. Es decir, el análisis de los estudios no encuentra evidencias directas de que la disminución del colesterol con estas galletas tenga un impacto en la reducción de ictus o infartos. Además, la evidencia científica muestra también que los beta-glucanos podrían bajar el colesterol malo y no modificar el bueno, pero en ambos casos la certeza de la evidencia es baja.

Los estudios no ven evidencias directas de que tomar galletas de beta-glucano disminuya los infartos

«Los betaglucanos son polisacáridos presentes de forma natural en la avena, el trigo y el centeno así como en determinadas levaduras y hongos, a los que se ha atribuido multitud de propiedades beneficiosas para la salud. Por lo que respecta a su efecto sobre la hipercolesterolemia, los estudios prospectivos muestran reducciones discretas de las cifras de colesterol total y del LDL, del 12-6,5%, respectivamente, en intervenciones a corto plazo (4-8 semanas). No hay ninguna evidencia conocida de que esto se traduzca en algún resultado positivo en términos de salud a largo plazo», cuenta Botella.

«Lo importante no es tanto el colesterol como el riesgo de infarto y de otras enfermedades. El nivel de colesterol no es un desenlace clave, y en todo caso lo más relevante sería la reducción del colesterol malo y la elevación del bueno, unos efectos que no están confirmados porque los resultados disponibles son inciertos», coincide Pablo Alonso, coordinador científico de Nutrimedia y director del Centro Grade en Barcelona, que ha desarrollado el sistema que es el estándar internacional para estimar el grado de certeza de la evidencia en salud.

Las guías actuales no recomiendan emplear suplementos de fitoesteroles para prevenir la ECV

¿Y qué hay de los yogures con esteroles vegetales?: «Los fitoesteroles, grasas vegetales presentes en legumbres, frutos secos, frutas y verduras, tienen una estructura semejante al colesterol y compiten con éste en su trasporte a través de la pared intestinal, reduciendo la cantidad de colesterol que se absorbe. Su adición durante el procesado industrial de estos productos lácteos ha demostrado en estudios prospectivos controlados, descensos de hasta un 10% en las cifras de colesterol sanguíneo de personas con hipercolesterolemia. Se trata de cifras muy inferiores a las logradas con el tratamiento farmacológico, pero que pueden ser de utilidad en determinados casos por lo que, desde la SEEN, recomendamos consultar con su endocrinólogo el coste/beneficio de las distintas opciones terapéuticas», señala Botella.

Por eso, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria sostiene que no hay evidencias que sustenten que esa reducción del colesterol tenga un impacto en prevenir la enfermedad cardiovascular (ECV).