Entrevista
Sergio Claramunt: "Nuestra labor contribuye a reducir el estrés y la ansiedad de los pacientes"
Que el humor se incorpore de forma profesional en el sistema sanitario para mejorar la salud emocional de los pacientes. Eso es lo que reivindica Sergio Claramunt, presidente de Clowns por la salud, la recién creada Federación Española de Payasos de Hospital
Reivindican el humor del payaso en los hospitales. ¿Cómo quieren hacerlo?
Se crea la federación para unir y fortalecer el vínculo que existe entre las asociaciones, para promover la figura del payaso en los hospitales, de forma que la integren entre su cartera de servicios. Queremos apoyar este perfil ya que contribuye a la misión del hospital, que es cuidar al paciente y a sus familiares. En nuestro caso, nos centramos en asistir la parte emocional y la psicológica. Contamos con una coordinación muy exhaustiva con el personal sanitario que nos transmite la información que necesitamos de cada paciente que vamos a visitar. Así podemos darles una atención personalizada a través de la escucha y la empatía, realizando una intervención lo más ajustada a sus necesidades.
¿De qué forma está actualmente el humor integrado en estos centros?
Estamos trabajando en la forma de integrarlo en distintos ámbitos. No solo se trabaja con niños, sino también con adultos, además de intervenir en residencias de mayores. Ahora hay 33 hospitales en los que trabajan un centenar de payasos cada semana. Durante todo el año nos coordinamos con los equipos de salud e intervinimos para todos estos grupos vulnerables. De este modo el personal sanitario nos ha ido integrando cada vez más en su terapia multidisciplinar. Es una evidencia que cuando intervenimos sobre el estado de ánimo, las emociones o sobre la parte psicológica, el paciente se ve beneficiado, le suben las defensas, mejora su estado de ánimo y puede vivir mejor su hospitalización. Contribuimos a desdramatizar el entorno hospitalario y se adaptar mejor a su vida en él. Favorecemos la humanización en la asistencia sanitaria, logrando una vida más placentera y humana.
¿Cómo trabajan?
Todas las asociaciones que estamos federadas trabajamos con payasos profesionales contratados por las asociaciones. Otras fuera de la federación sí que trabajan de forma voluntaria, pero nosotros estamos reivindicando justamente la figura del payaso profesional. Trabajamos para crear equipos de artistas de payasos de hospital en el seno de los equipos sanitarios de los hospitales, las residencias de mayores y centros de salud mental.
¿Qué requisitos hay que cumplir para ser un payaso de hospital?
Los definimos como unos profesionales de las artes escénicas que están especializados en el mundo del clown, con formación en este campo. Además, reciben, a través de cada una de nuestras organizaciones, una formación específica sobre la población que van a visitar y sobre el entorno sociosanitario a fin de comprender y adaptar los recursos artísticos que tiene a cada cual a estos entornos. A parte del talento artístico, se necesita una clara motivación, no todos quieren trabajar en hospitales. También requiere de una formación psicológica para su buena salud mental, además de un equilibrio emocional sólido para que pueda enfrentarse a situaciones de sufrimiento, dolor y muerte, realidades que se va a encontrar en el hospital. No obstante, les damos una formación específica para transitar este tipo de vivencias emocionalmente potentes. Y, por último, tener optimismo, capacidad de trabajar en equipo y alta resistencia a la frustración, evidentemente. Tiene que tener claro que el fin es contribuir a mejorar la calidad de vida las personas para las que interviene, más allá de lo puramente artístico o técnico.
"Promovemos la figura profesional del payaso en el hospital de forma que la integren en su cartera de servicios"
¿Tienen cuantificados los resultados de sus intervenciones?
Existen numerosos estudios científicos tanto en España, realizados por asociaciones miembros de la Federación Clowns por la Salud, como en otros países. En ellas se reconoce que nuestras intervenciones contribuyen a bajar el estrés y la ansiedad. Además, mejoran la experiencia de la permanencia en el hospital y los centros sociosanitarios de pacientes, residentes y sus familias. También evidencian que con nuestra intervención disminuye el número de quejas de los familiares, ayudan a los niños a pasar mejor el tiempo que permanecen en el hospital. Asimismo, se ha comprobado en otros estudios que se reducen el consumo de analgésicos y calmantes. Respecto al equipo sanitario, también crea un mejor ambiente laboral y reduce el efecto burnout.
Con su trabajo tratan de reconfortar y entretener a las personas ingresadas. Cuéntenos una experiencia que haya vivido que le hay impresionado en su trabajo.
Recuerdo un día que fuimos a la habitación de un niño que estaba en la Unidad de Trasplantes. Las enfermeras estaba aplicándole un tratamiento, al parecer doloroso, pues que estaba llorando. Decía que le hacía daño. Las enfermeras nos dijeron que nos fuéramos, que no era el momento pero cuando ya nos íbamos, cambiaron de opinión y nos invitaron a entrar. Comenzamos a hacer nuestras tonterías y a tocar una canción participativa donde el niño tenía que hacer diferentes sonidos de animales. Esto hizo que se fuera calmando y dejara de llorar. Poco a poco nos fue haciendo cada vez más caso y llegó un momento que empezó a sonreír, a interactuar con nosotros e incluso acabó a carcajadas. Entonces, pude comprobar qué bonito y necesario es nuestro trabajo, cómo transforma, cómo ese niño pasó de estar llorando a riéndose a carcajada limpia. Otro caso impresionante fue un día que los payasos estaban en el programa de quirófano. Allí intervenimos en el momento en que se separan de los padres, son situaciones donde aumenta el estrés. Lo acompañaron desde la puerta hasta la mesa quirúrgica y, durante ese tiempo y mientras lo dormían, estuvieron haciéndole un juego de magia. Cuando el niño despertó de la operación, siguieron haciendo el juego de magia por donde lo habían dejado y al final, cuando el niño se fue a su habitación, creía que no lo habían operado. Incluso se enfadó con los payasos porque pensó que, al hacerle el juego de magia, habían impedido la intervención. Había hecho una elipsis en el tiempo y no recordaba siquiera que lo habían operado. Cuando lo entendió se reconcilió con los payasos. Es extraordinario el impacto que suponen este tipo de intervenciones.
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