
Alimentación
¿Es tan buena la cúrcuma para la salud y en qué cantidad se notan sus beneficios?
►Se trata de un condimento saludable, pero en las cantidades ingeridas no logra los supuestos beneficios que la han hecho viral

No se trata de una planta propia de la dieta mediterránea, pero hace años que se ha convertido en un habitual de la cesta de la compra. Hablamos de la cúrcuma, que ha conquistado medio mundo por sus potenciales efectos beneficiosos.
Desde la antigüedad, se han descrito muchas propiedades de la curcumina. Dicen de ella que tiene capacidad antibacteriana, antifúngica y antiparasitaria y también se han demostrado posibles efectos antiinflamatorios, antioxidantes, capacidad inmunomoduladora e incluso metabólica, ya que puede ayudar a disminuir el colesterol y los triglicéridos. En algunos trabajos se sugiere que es capaz de mejorar el sistema inmune, aliviar los problemas de asma o incluso fortalecer el intestino y reducir las patologías digestivas. Sin embargo, la evidencia científica al respecto resulta todavía poco contundente.
A pesar de ello, la realidad es que hay numerosas investigaciones en marcha que trabajan por certificar las bondades de esta planta tan extendida en los últimos años.
Buena prueba de ello es el trabajo publicado esta semana por la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) que apunta a la cúrcuma como un suplemento prometedor para aliviar la inflamación muscular tras el ejercicio intenso. Semanas antes, un estudio publicado en la revista científica «Nutrients» analiza los posibles efectos terapéuticos del consumo de suplementos de curcumina y vitamina D sobre la progresión de la osteoartritis y el dolor de rodilla en un modelo animal. Y los resultados no dejan lugar a dudas, ya que tanto la curcumina como la vitamina D redujeron el dolor de forma independiente. «Nuestros hallazgos indican un mecanismo dual que abarca el papel de la capacidad antiinflamatoria y antioxidante en la progresión de la osteoartritis de rodilla y la reducción del dolor, lo que subraya el potencial de estos químicos naturales como agentes terapéuticos. Por ello, pueden resultar muy recomendables estos suplementos para retrasar la progresión de los problemas articulares y el manejo del dolor asociado en la atención clínica del paciente», afirma Lokesh Kumar Mende, investigador principal y responsable del Departamento de Anestesiología del Hospital General de Cathay, en Taipéi (Taiwán).
En este sentido, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición confirma que «la curcumina podría ejercer efectos entéricos y no entéricos debidos a su potencial actividad antioxidante y de reducción de la inflamación, pero la evidencia por el momento no es concluyente».
Baja biodisponibilidad
Una de las razones que dificulta el estudio de este alimento es que la curcumina resulta muy inestable, ya que se transforma con facilidad en otras sustancias, sin pasar por alto su baja biodisponibilidad, es decir, la cantidad real de producto que llega al torrente sanguíneo cuando se consume en una receta resulta muy pequeña, de ahí que los últimos estudios apunten más al consumo de la curcumina a través de suplementos nutricionales.
Por ello, «desde el punto de vista nutricional, dada la escasa cantidad que se utiliza para la elaboración de algunos platos en nuestro país, su valor nutricional también resulta muy reducido. No obstante, sí contiene fibra, buenas proteínas, sobre todo, vitaminas del grupo B, vitamina C, hierro, yodo, calcio… Es decir, se trata de un condimento que puede considerarse muy adecuado por su sabor y su aroma y también beneficioso para la salud, pero en ningún caso se trata de un remedio mágico contra los dolores articulares, la inflamación o la oxidación, ya que se necesitarían ingerir grandísimas cantidades para empezar a tomar algún beneficio de ese tipo», reconoce Noelia Talavera, dietista-nutricionista, quien hace hincapié en que «lo más sensato es emplearla en la cocina como una especia más, acompañándola de otros alimentos saludables como legumbres, hortalizas, verduras, sopas o pescados».
La ciencia trabaja con la lupa puesta en la confirmación de los beneficios que puede aportar el consumo de suplementos nutricionales a determinadas dosis y en condiciones muy concretas de conservación para garantizar la bioestabilidad. En casa, la cuestión es diferente, ya que, según apunta Talavera, «por lo general, las especias y los productos en polvo tienen una larga vida útil, pero los antioxidantes suelen ser más sensibles a la luz y a la temperatura, sobre todo si no se conservan en un lugar adecuado. Una infusión puede ser buena, pero sería un error pensar en que, en tan poca cantidad, realmente tiene capacidad para perder peso, acelerar el metabolismo o frenar el envejecimiento».
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