
Opinión
Transformar el modelo de negocio para generar un impacto positivo, no dejando a ningún paciente atrás
«Sin dejar a ningún paciente atrás, el éxito financiero es un catalizador para impulsar la investigación y el desarrollo (I+D) y fomentar la innovación»

En un mundo que exige respuestas rápidas y profundas a desafíos globales, las empresas tienen la responsabilidad de repensar su rol y el impacto que generan en la sociedad y en el medioambiente. En el sector farmacéutico, donde la salud de las personas se entrelaza con el cuidado del planeta, esta misión adquiere una dimensión crucial. No se trata exclusivamente de desarrollar tratamientos que ayuden a mejorar su calidad de vida, sino de garantizar la equidad en términos de salud para todas las personas que los necesitan.
Las empresas cuyo propósito de impacto social y ambiental está claramente definido, están demostrando que es posible alcanzar un equilibrio entre el éxito empresarial y el beneficio colectivo, convirtiéndose en agentes de cambio hacia un futuro más equitativo socialmente y de un impacto positivo en el planeta.
Adoptar un modelo empresarial basado en el propósito implica integrar de manera completa los aspectos sociales, medioambientales y económicos en la estrategia de negocio. En este nuevo sistema empresarial, es importante entender que el éxito financiero es un catalizador para impulsar la investigación y el desarrollo (I+D), fomentar la innovación y crear un impacto positivo tangible. Este enfoque integrado permite buscar el crecimiento económico, la inclusión social y la sostenibilidad medioambiental de una forma armonizada.
Hoy en día, la sostenibilidad ha dejado de ser una iniciativa voluntaria para posicionarse como una dimensión esencial del negocio. Un ejemplo concreto de ello es la adopción empresarial del concepto de "valor compartido", en el que las empresas se esfuerzan por abordar simultáneamente los retos sociales y las oportunidades empresariales, vinculando su éxito al progreso de la sociedad.
En el contexto empresarial actual, es fundamental potenciar alianzas que permitan acelerar la acción y multiplicar el impacto, y basado en una profunda comprensión de los riesgos y oportunidades en materia ESG (ambiental, social y gobernanza, por sus siglas en inglés), garantizando una gobernanza sólida y abierta a escuchar e incluir la perspectiva de los stakeholders, fomentando una cultura de innovación.
Garantizar la equidad
Al mismo tiempo, en la responsabilidad con la salud de las personas, debemos avanzar hacia un enfoque centrado en el paciente, orientado a mejorar su calidad de vida y a asegurar el acceso a la solución terapéutica que mejor responda a sus necesidades personales. Una sólida inversión en I+D sostenida en el tiempo resulta fundamental para tratar de dar respuesta a estas necesidades. Por ejemplo, en Chiesi, invertimos cerca del 24% de los ingresos anuales del Grupo en I+D, lo que supuso más de 720 millones de euros el año pasado.
La relación entre la salud del paciente y la sostenibilidad medioambiental es crucial: por ello, se debe amplificar el firme compromiso empresarial por avanzar hacia el objetivo Net Zero. Para ello, proyectos como el desarrollo de productos con mínima huella de carbono –en particular en áreas terapéuticas como las enfermedades respiratorias–, ilustran cómo la innovación puede ser una herramienta fundamental para equilibrar el cuidado de la salud de las personas y del planeta. Un ejemplo concreto del Grupo Chiesi realizado este año es el anuncio del inicio del ensayo clínico de fase III a largo plazo para la nueva gama de inhaladores con mínima huella de carbono, que sustituye el actual propelente de hidrofluorocarbono (HFC 134a) por un nuevo propelente de bajo potencial de calentamiento global (HFC 152a). Con el desarrollo de esta nueva gama de inhaladores con mínima huella de carbono, Chiesi tiene como objetivo reducir las emisiones relacionadas con los productos actuales hasta en un 90% en comparación con los pMDI existentes. Se trata de un paso clave en el camino de la compañía para alcanzar su objetivo de llegar a ser Net Zero en 2035, asegurando no dejar a ningún paciente atrás.
Paralelamente, se debe acelerar el proceso de transición medioambiental y de descarbonización de toda nuestra cadena de valor. Desde los distintos sectores se está realizando un importante esfuerzo para la puesta en marcha de modelos de economía circular y la transición hacia fuentes de energía renovable. Estos esfuerzos van más allá de cumplir con normativas: representan una oportunidad para acelerar la transformación.
Al reducir la huella medioambiental de los productos y operaciones, las empresas no solo responden a las expectativas crecientes de consumidores y reguladores, sino que contribuyen de manera significativa al medioambiente.
La salud de personas y planeta
La transformación hacia un modelo empresarial con propósito no puede lograrse de manera aislada. La colaboración entre las empresas del sector, el ecosistema empresarial, las autoridades nacionales y regionales y la sociedad resulta esencial para abordar los retos globales que enfrentamos. Al trabajar conjuntamente, se acelera el cambio hacia un sistema más justo, sostenible y resiliente, que asegure la salud de las personas y del planeta conjuntamente.
Para prosperar en el futuro, las empresas deben reducir y mitigar los impactos negativos y, al mismo tiempo, extender los efectos positivos más allá de los accionistas, llegando a las comunidades locales, a los grupos de pacientes desatendidos, a toda la sociedad y a nuestro planeta.
Giuseppe Chiericatti es director general de Chiesi España & Portugal
✕
Accede a tu cuenta para comentar