Reportaje

UCI Pediátrica: la «familia» que atiende a los pacientes jóvenes más graves

La crisis que se ha producido en el Hospital La Paz, de Madrid, ha propiciado numerosos titulares sobre la labor, no tan conocida, de este tipo de unidades

Bebé prematuro en una incubadora
Bebé prematuro en una incubadoraARCHIVOARCHIVO

La crisis que se ha producido en el Hospital Universitario La Paz de Madrid ha propiciado numerosos titulares sobre la labor, no tan conocida, de este tipo de unidades hospitalarias, que realizan un trabajo fundamental de cuidados.

El doctor Ignacio Ibarra cuenta más de 35 años de experiencia en este campo. En la actualidad, dirige, como jefe de sección, la UCI pediátrica del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. La define como «la unidad en la que se trata a los pacientes más jóvenes y se acoge a sus familias, intentando maximizar sus posibilidades de restaurar una vida con la mayor calidad posible. Y, siempre, en un ambiente lo más amable y empático. Para los profesionales sanitarios que trabajamos aquí es casi una religión, entramos por vocación: es el sitio en el que nos desarrollamos –no solo desde un punto de vista profesional–, sino desde el punto de vista personal, rodeados de nuestra segunda familia, a la que muchas veces dedicas más tiempo que a la familia propia».

En su opinión, la humanización de los cuidados ha sido uno de los grandes logros de la UCI pediátrica en los últimos años. «En este sentido, llevamos mucha ventaja a las unidades de adultos: hemos procurado que los padres sean cada vez más protagonistas en el cuidado de estos pacientes y que permanezcan el máximo tiempo posible con los niños. Nuestra unidad tiene las puertas abiertas 24 horas al día y eso ha supuesto una mejoría en la percepción de calidad por parte de los padres. La humanización, especialmente en los últimos cinco o diez años, ha supuesto un cambio radical en nuestro concepto de la medicina, en nuestro concepto de la atención de los pacientes y en la satisfacción de los familiares», destaca.

Los procedimientos médicos que se realizan son muy variados, siendo los más frecuentes las enfermedades respiratorias, que se tratan con soporte respiratorio como la oxigenoterapia de alto flujo, la ventilación mecánica o la asistencia con sistemas coronarios extracorpóreos. Los cambios más relevantes han ido de la mano de los sistemas de soporte vital «que permiten soportar prácticamente todo: hasta no hace mucho, los pacientes con insuficiencia cardiocirculatoria grave fallecían inevitablemente y, hoy en día, disponemos de muchos sistemas de soporte circulatorio, con un gran desarrollo tecnológico, que debe ir de la mano de la humanización de los cuidados».

Nuevos tipos de paciente

El tipo de pacientes también ha cambiado en los últimos años. Como ejemplo, cita que ya no se ven los casos severos de malnutrición o deshidratación que eran frecuentes en el pasado. También se han reducido el número de hospitalizaciones causadas por el virus respiratorio sincitial, gracias a un nuevo fármaco que comenzó a administrarse recientemente. «Este tipo de inmunizaciones están cambiando el perfil de paciente y ahora vemos casos más complejos. Por eso, muchas UCIs pediátricas, sobre todo en los hospitales más grandes, se han centrado en el paciente cardiológico, en el trasplantado, en el oncológico, en las grandes cirugías… Esto ha implicado que la UCI tenga un alto nivel de tecnificación, con todas las técnicas de soporte vital disponibles», describe el doctor Ibarra.

Niño prematuro en la UCI
Niño prematuro en la UCIEFEAgencia EFE

También los cambios en la seguridad en los coches, la mejora de las carreteras y, especialmente, la concienciación de los padres en el uso de los cinturones de seguridad, han reducido el número de ingresos por politraumatismos en los accidentes de circulación. Y lo mismo ha sucedido con los accidentes caseros.

El equipo suele estar formado por médicos intensivistas pediátricos, enfermería especializada, técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, celadores y el resto de profesionales del hospital, que pueden implicarse, en un momento dado, en los cuidados. Por este motivo, la coordinación con otros servicios del hospital es clave, con nuevos elementos que se suman, como la fisioterapia, que juega un rol fundamental: al ser muchas de estas hospitalizaciones muy prolongadas, se presentan problemas de movilidad, atrofia muscular e insuficiencia respiratoria crónica residual, que son manejadas por estos profesionales.

El experto cita a su antiguo jefe, el doctor Juan Luis Pérez Navero, que acaba de jubilarse y que describe a la UCI pediátrica como «el aeropuerto donde aterrizan los pacientes más graves. Eso significa que, por muy buenos ’’pilotos’’ que tenga el hospital (muy buenos cirujanos o médicos), si el aeropuerto no funciona bien, el resultado es catastrófico. En resumen, la coordinación con el resto del hospital tiene que ser estrecha y fluida y lo habitual es que nos reunamos muy frecuentemente con distintos profesionales de otras especialidades, tanto de niños como de adultos, que comparten la asistencia con los intensivistas».

El perfil de los pacientes de estas unidades ha cambiado en los últimos años

Uno de los grandes retos es que los pacientes, al ser tan jóvenes, no saben hablar (o tienen dificultades para hacerlo). Las escalas se convierten entonces en herramientas imprescindibles para valorar si el niño tiene dolor, ansiedad, síndrome de abstinencia, delirio… Los padres, como recalca Ibarra, «juegan un papel muy importante, al ser los que mejor conocen a su hijo y pueden interpretar determinadas actitudes del niño. Son una ayuda inestimable».

Por este motivo, las nuevas UCIs pediátricas cuentan con áreas de descanso para los padres, espacios cercanos a los pacientes y que cuentan con una sala, un cuarto de baño y donde el hospital les facilita comida. «Los profesionales sanitarios pasamos muchas horas de convivencia con los familiares. Y, muchas veces, en situaciones que no son fáciles de manejar, con mucha angustia y estrés. Por eso, el personal de la unidad recibe formación para desarrollar la empatía y tienen experiencia en el abordaje en este tipo de situaciones. Cuando el niño es dado de alta –o cuando, desgraciadamente, fallece– los padres responden a encuestas de satisfacción, en la que nos muestran que esta es muy elevada en estos aspectos. Pero, muchas veces, los hospitales no ofertan el apoyo psicológico y son las asociaciones de pacientes o las ONG las que se encargan de aportar este tipo de necesidades, porque tener un hijo tan enfermo es una de las peores experiencias que se pueden tener. Y el apoyo psicológico es fundamental. También tenemos apoyo espiritual a quien lo pide», añade.

La medicina avanza con la investigación. Pero, en las UCIs pediátricas, se cuenta con la limitación del volumen de pacientes. «La patología es muy variada y el número de pacientes de cada una de ellas no es demasiado grande, lo que propicia que la investigación de impacto sea difícil. Por eso, cada vez más, como en casi todos los campos de la medicina, realizamos estudios en muchos hospitales. Son los llamados estudios multicéntricos, promovidos por la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos, que abarcan diferentes campos. En la actualidad, estamos participando en un proyecto del impacto de la inmunoterapia del virus respiratorio sincitial para la disminución de la gravedad de la bronquiolitis. Y estamos trabajando para mejorar el ambiente de la unidad, que muchas veces es muy ruidoso, estudiando cómo afecta a la secreción de melatonina y al descanso de los niños. Por otro lado, colaboramos en proyectos sobre sepsis pediátrica, del desarrollo de la neuromonitorización, de ecografía a pie de cama…», enumera el doctor Ibarra.

Nuevo capítulo judicial en La Paz

El próximo 31 de enero, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid fallará frente al recurso de la Comunidad de Madrid, interpuesto contra la sentencia que obligaba que el doctor Pedro de la Oliva fuera restituido en su cargo de jefe de la UCI pediátrica del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Este es un capítulo más del rosario de denuncias, sentencias, ceses y readmisiones que ha protagonizado el servicio desde hace más de tres años, con denuncias de acoso laboral, abuso de poder y judicialización del proceso: la restitución en el puesto del doctor De la Oliva, ordenada por los tribunales el pasado mes de septiembre, provocó una catarata de renuncias en su equipo, que ha causado el desmantelamiento de la unidad. En el siguiente episodio, que sucedió el pasado mes de diciembre, De la Oliva fue cesado por ser incapaz de gestionar la UCI, una decisión que fue apelada ante la Justicia y que tendrá resolución la semana que viene.

¿Y qué ha sucedido mientras con los pacientes? Fuentes del hospital, en declaraciones exclusivas a A TU SALUD, confirman que han sido reubicados en la UCI neonatal, que cuenta con varias unidades para pacientes críticos) y en reanimación postquirúrgica.