Sociedad

Que propósitos evitar este 2020

Mientras algunos psicólogos apuntan que el único buen propósito debería ser aceptarse a uno mismo «para evitar la frustración y la agresión hacia uno y a los demás», otros afirman que fijarse objetivos no es solo bueno para el bienestar mental y físico. Además de adelgazar y dejar de fumar, habría que añadir otros: «Trabajar la salud del cerebro porque cada vez vivimos más y fomentar nuestras relaciones sociales». El 26%, además, se ha propuesto cambiar de empleo

Reloj de la Puerta del Sol en la Nochevieja de 2019
Reloj de la Puerta del Sol en la Nochevieja de 2019larazon

¿Y si el mejor propósito para 2020 es no tener ninguno? El 1 de enero no debe prometerse a sí mismo que adelgazará, dejará de fumar y de beber, que aprenderá inglés y prestará más atención a su perro, gato, hijo (inserte aquí al ser querido que sufre su falta de atención). Porque, simplemente, no lo hará. Lo refuta la ciencia. Un estudio estadístico realizado por la Universidad de Scranton (Pensilvania) en 2016 concluyó que el 92% no lleva a cabo lo que se propone a principio del año. Entonces, ¿por qué todas las Nocheviejas se repiten las listas con los mismos objetivos? «Vivimos en una sociedad narcisista con una gran falta de autoestima, y para compensar las carencias interiores buscamos paliar las exteriores: más belleza, más dinero, más poder», critica el psicoterapeuta y escritor Iñaki Piñuel. Y, ahora, con la eclosión de Instagram y las redes sociales, eso se multiplica. «En la mayoría de los casos da igual lo que uno consiga, porque según va alcanzando una meta tras otra, cae en la cuenta de que su ánimo continúa por los suelos». Es lo que él llama la «depresión del alpinista»: «La gente huye de sus carencias emocionales haciéndose ese tipo de propósitos y eso es lo que se debe evitar, hay que trabajar el malestar interior».

Aceptarse a uno mismo

Así que ni «tips» ni consejos de última hora para ser más perseverantes. Lo que promueven ahora algunos psicólogos como Piñuel es la aceptación de uno mismo. Y nada más. En resumen, que «se rinda. «Hacerse propósitos es anti psicológico y garantía absoluta de frustración y de agresión a uno mismo y a los demás por no haberlos conseguido», opina. El único bueno, dice, «es aceptar la realidad y quererse a uno mismo bajo toda circunstancia. Ese sí es alcanzable».

Quizá uno de los problemas es que nos han vendido que a través del esfuerzo se puede conseguir lo que uno se proponga. La controvertida escritora Cristina Morales reflexionaba sobre ello en su libro «Lectura fácil», ganador del Premio Nacional de Narrativa 2019. Nati, una de las cuatro protagonistas, defiende que «el espíritu de superación es el eslogan urdido por el departamento de marketing del darwinismo social para hacernos creer en el esfuerzo como medio de la consecución de la felicidad». Pero es que «a pesar de que nos esforcemos, la mayoría de las cosas no van a cambiar porque no dependen de nosotros». Lo que hay que hacer pues, según Piñuel, es «cooperar con lo inevitable porque vas a añadir más sufrimiento si te resistes».

Para la psicóloga Pilar Quijada, la clave reside en «saber distinguir lo que puedes cambiar en tu vida y lo que no». En definitiva, ser realista a la hora de establecer esos objetivos de Año Nuevo. La pauta está «en ser consciente de dónde se parte y hacia dónde se quiere llegar» y fijarse pequeñas metas: «No puedo prometerme que voy a sacarme el nivel avanzado de inglés en seis meses si acabo de empezar a estudiarlo», ejemplifica Quijada. Y ahí es donde entra en juego el esfuerzo: «Cuando me fijo un objetivo tengo, además, que establecer una pauta de cuánto tiempo le voy a dedicar y también pensar en el cómo. Lo siguiente es esforzarse para su consecución, si no, no sirve para nada».

Al contrario que su colega, Quijada defiende que es bueno que tengamos metas en la vida, «no solo para el bienestar psicológico, sino también para la salud física». En este punto, la psicóloga recuerda que según un estudio de la Universidad de Medicina Monte Sinaí tener objetivos hacia los que dirigirse puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca y aumentar la longevidad en más de un 20 por ciento. Investigaciones anteriores habían relacionado las metas en la vida con la salud psicológica, pero el nuevo análisis de Monte Sinaí ha encontrado que una alta motivación se asocia con una reducción del 23 por ciento de la mortalidad por todas las causas. Aparte, «si no tienes un propósito estás desnortado. Si te lo planteas de forma realista, puede ayudarte a encontrar sentido a tu vida, al igual que pasa con las creencias religiosas o filantrópicas», declara Quijada.

Para este 2020, la experta apuesta, además de por el realismo a la hora de escribir nuestra lista de propósitos, que incluyamos algunos a menudo olvidados: «Hay que trabajar más la salud del cerebro». Advierte Quijada que cada vez nuestra esperanza de vida es mayor, «los españoles llegamos de media hasta los 83 años, pero una vez que se supera la barrera de los ochenta, una de cada tres personas sufre Alzhéimer». También, «deberíamos fomentar más las relaciones sociales con nuestro entorno». Lo cierto es que la soledad es ya uno de los grandes problemas de las sociedades occidentales, hasta el punto de que el Gobierno británico lo considera un problema de salud pública. De hecho, la anterior ministra, Theresa May, llegó a crear un ministerio para afrontarlo. Y es que no es algo que afecte solo a los mayores –aunque lo hace en mayor medida a este colectivo–, sino también entre los jóvenes, quienes están limitando las interacciones sociales al plano virtual. «Además, se ha demostrado que las relaciones con amigos y familiares también son buenas para la salud mental y que si echas mano de ellas para la consecución del propósito estrella, el de comenzar a hacer ejercicio físico, las probabilidades de éxito son mayores», comenta Quijada.

Cambiar de trabajo

Junto con el deporte, el dejar de fumar y el aprender inglés, los españoles han sumado otro propósito a su lista de fundamentales. Según un estudio elaborado por Infojobs, el 62% de los españoles se fija objetivos relacionados con el mundo laboral. En concreto, mejorar la formación (48%) con algún curso de reciclaje o de nuevas herramientas, ocupa la primera posición del ranking, seguido de no estresarse (45%). Asimismo, el 26% de los encuestados por Infojobs también tiene como propósito para el nuevo año cambiar de empleo y el 23,5%, aprender a organizarse mejor.