Coronavirus

Vuelta al trabajo sin gafas ni mascarillas

Fin a las vacaciones de Año Nuevo China pide colaboración internacional ante el desabastecimiento de material médico

Coronavirus prevention efforts in China
Guangzhou, ChinaALEX PLAVEVSKIEFE

Las dos mayores economías del mundo andan a la gresca y el último asunto que ha desatado la ira de Pekín, por si no tenía bastante con lidiar con el nuevo coronavirus, es la actuación de Washington al respecto. Para las autoridades chinas, el país norteamericano está tratando de aislar a la nación asiática alimentando el miedo contra todo lo chino a nivel internacional. Razones para lanzar esta acusación no le faltan. EEUU fue el primer país en anunciar la evacuación de sus ciudadanos de Wuhan y el primero en prohibir la entrada a todos los viajeros que hubieran pisado el gigante asiático en las dos últimas semanas, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomendaba restringir los viajes.

«Todo lo que ha hecho solo sirve para crear y propagar el miedo (...) Ante una crisis de salud pública, los países deben trabajar juntos para superar las dificultades en lugar de empobrecer al vecino y sacar ventaja de las dificultades de los demás», aseguró ayer en rueda de prensa Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Exteriores.

Estas declaraciones llegan en un momento en el que en Wuhan, ciudad donde se originó este brote infeccioso, los hospitales siguen sin dar abasto y a la falta de material médico como mascarillas o trajes protectores, se suma el agotamiento físico y mental de doctores y enfermeros. Además, el número de víctimas de la epidemia no deja de crecer y ya afecta a casi una treintena de países. Ayer a última hora, la cifra de fallecidos ascendía a 361, 57 más que el domingo, y los contagiados llegaban a 17.335, casi 3.000 más que el día anterior. Los centros médicos mantienen en observación a 21.558 personas que podrían haber contraído la enfermedad al haber estado en contacto con portadores del virus, mientras que 497 personas se habrían recuperado y recibido el alta del hospital.

Uno de los grandes problemas para el gobierno chino es que no cuenta con medios para hacer frente al incremento de infectados. Así, para suplir los problemas de escasez de material médico, pidió colaboración a las fábricas que elaboran este tipo de productos para que funcionen a pleno rendimiento, al tiempo que hizo un llamamiento a la colaboración internacional. «Lo que China necesita urgentemente son mascarillas, gafas y trajes de protección», indicó el portavoz del ministerio de exteriores. Precisamente, diversos países entre los que se encuentran Reino Unido, Japón, Francia, Pakistán, Corea del Sur o incluso el Vaticano ya han enviado suministros al Gran Dragón.

Recuperar la normalidad

A nivel nacional, ayer se recuperaba cierta normalidad con el comienzo de la vuelta al trabajo tras las vacaciones por el Año Nuevo que, con el fin de evitar desplazamientos en masa, se han alargado más de lo habitual. Aunque los colegios permanecen cerrados hasta nuevo aviso, la vuelta a la faena se ha previsto de manera escalonada dependiendo del lugar y de lo que consideraran las compañías.

En Hong Kong las calles también recuperaban algo de color al tiempo que los empleados de los hospitales comenzaban una huelga para exigir el cierre total de la frontera con China. La ciudad semiautónoma, que ya ha detectado 15 casos, ha impuesto drásticas medidas, como la suspensión de las clases hasta el 2 de marzo y ha instado a los funcionarios a que trabajen desde casa.

Entretanto, continuaron las evacuaciones de extranjeros desde Wuhan por parte de Australia, Taiwán, Tailandia, Malasia o Brasil, y en el exterior seguían imponiéndose medidas de contención. La República Checa prohibió todos los vuelos directos con China desde el 9 de febrero; Rusia anunció que deportaría a los extranjeros infectados; Japón dijo que pondría en cuarentena un crucero en el que navegó un paciente contagiado; mientras Nueva Zelanda y las islas Seychelles y las Maldivas prohibían la entrada a su territorio durante 14 días a cualquier persona procedente del gigante