Efectos de la vacunación
Residencias y hospitales, refugios ante covid
Los efectos de las vacunas ya se reflejan en los primeros grupos. Los brotes de Covid han bajado un 50% en centros de mayores. Los contagios en sanitarios, un 80%
Usuarios de residencias de ancianos, sus trabajadores y los sanitarios de primera línea ya han sido inmunizados en su mayoría contra la Covid. Aunque Sanidad todavía no ha ofrecido datos del grado de inmunidad alcanzado en este primer grupo, la drástica reducción de contagios que han experimentado en poco más de un mes da pistas de que las vacunas están haciendo su «magia». En las residencias, según los datos que maneja la Federación Empresarial de la Dependencia, el 97% de los mayores ya han recibido las dos dosis. Y no es casualidad que los brotes de Covid en estos centros hayan caido a la mitad en 15 días. Si la semana pasada se registraron 103, en la primera de febrero se contabilizaron más de 200. El sector espera que pronto, al haber cada vez menos contagios, se reduzcan los fallecimientos. Pues, en menos de un año, se han prducido más de 31.500 en estos centros.
El virus también se ha cebado con los trabajadores de hospitales y atención primaria. España es, de hecho, el país con más sanitarios infectados. Los contagios en este colectivo profesional representan el 4,3% de los casos totales: hasta final de enero se habían infectado más de 110.000. En los sanitarios de primera línea la vacunación también está a punto de concluir y, aunque no hay datos globales, los que han adelantado las comunidades ofrecen una buena perspectiva: en Cataluña desde el inicio de la vacunación se han reducido un 80% los contagios y en la Comunidad Valenciana alrededor de un 75%.
«Llevo sin salir un año, ahora estoy preparada»
Francisca Redondo lleva cuatro años viviendo en la residencia Orpea de Aravaca (Madrid) y el último se lo ha pasado encerrada. La pandemia del coronavirus obligó a cerrar las puertas de estos centros en febrero de 2019 y tanto sus usuarios como los trabajadores han hecho gala de una paciencia estoica. Pese a que las residencias fueron las primeras en replegarse, han sido las más azotadas por la pandemia. Según estimaciones del Ministerio de Sanidad, han muerto 31.500 personas en estos centros. Suponen el 47% de los fallecidos totales, Muchos de ellos lo hicieron solos. El personal estaba totalmente sobrepasado, sin recursos para la adecuada atención de los mayores, hasta el punto que fue necesaria la intervención del ejército en algunas residencias. La dramática situación que han vivido sus usuarios este último año ha hecho mella no solo en su estado físico y cognitivo. También en su estado de ánimo. «Desde mi habitación veía a la funeraria llevarse a los muertos, ha sido muy duro», rememora Francisca. Pero esta mujer de 84 años, maestra de profesión y enfermera de vocación, prefiere mirar hacia delante. Como el resto de sus compañeros, ya ha sido vacunada con las dos dosis y «estoy ansiosa por salir, lo primero que voy a hacer es ir a un resturante a comerme unos huevos con patatas fritas».
En la residencia Orpea de Aravaca se inició el proceso de vacunación a sus 190 usuarios y a la plantilla el 4 de enero. Un mes después, todos habían recibido ya la segunda dosis. El último positivo de Covid fue el 4 de noviembre y, desde entonces, no han tenido más contagios. Pese a que la vacuna parece que está surtiendo su efecto, las medidas todavía no se han relajado. La directora de Orpea Aravaca, María Cidón, está esperando la nueva normativa de la Comunidad de Madrid para aliviar las restricciones. «Estamos a la expectativa, pero no creo que tarde mucho», apunta. De momento, solo se permite salir una hora a la semana a aquellos mayores que pasaron el Covid y que dieron anticuerpos en la última serología, hecha en diciembre. La directora del centro advierte que «el hecho de estar vacunados no nos da licencia para todo. No es el milagro, podemos seguir siendo portadores y contagiar, hay que ser prudentes». Por eso, prefiere esperar a las recomendaciones de Salud Pública para regular las salidas de los usuarios y las visitas y contactos con los familiares.
Francisca está «deseando salir y, sobre todo, abrazar a los míos». No ha podido despedirse de dos hermanos que murieron durante la pandemia.Y, pese a la tristeza, prefiere ver el lado bueno de la vida. «Estaba ansiosa por ponerme la vacuna, de la lata que dí me la pusieron el primer día, tengo confianza en que vamos a salir de esto y de que voy a poder divertirme el poco tiempo que me quede». «Y tomar el sol y que lo tome mi compañera, que yo soy blanca, pero ella está verde», comenta entre risas.
Orpea Aravaca sigue recibiendo nuevos usuarios. Antes de entrar deben contar con una PCR negativa y cumplir con las medidas de higiene y seguridad que siguen estando vigentes en la residencia, «necesarias aunque todos están vacunados», dice Cidón. A los nuevos residentes también se les pinchará el suero de Pfizer o Moderna, Pero para eso tendrán que esperar todavía algunas semanas. «Claro que habrá una segunda repesca para ello, se le comunicará a la Comunidad de Madrid para que nos de fecha», asegura la directora.
«Hemos pasado de un 14% a un 2% de casos»
Dice Eva Tapias, resposable de vacunación en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona que «la vacuna ha sido un punto de inflexión en ese estado de angustia permanente en el que vivimos los sanitarios». La plantilla de este centro hospitalario de referencia en Cataluña comenzó a vacunarse el 4 de enero. Ese mismo día llegaron los primeros viales, que fueron a parar directamente a las Unidades de Cuidados Intensivos. Un mes y medio después, alrededor del 90% ha completado la pauta. Son cerca de 9.000 entre sanitarios, investigadores y otros profesionales de mantenimiento y limpieza. Exceptuando algún caso, todos han querido inmunizarse contra la Covid con los sueros de ARN mensajero. «No ha hecho falta hacer pedagogía, solo calmar los ánimos porque ha habido retrasos con las segundas dosis», reconoce Tapias. A la mayoría se les ha administrado la de Pfizer y a pocos la de Moderna. «Próximamente llegará alguna remesa de AstraZeneca, que se reserva para estudiantes que están en prácticas», apunta la responsable de la campaña.
Desde que se puso en marcha «los contagios han bajado espectacularmente», afirma. «Esta última semana estábamos en un 2% de positivos y hemos llegado a estar por encima del 14%». En muchos casos, reconoce que el contagio se ha producido en entornos sociales, «porque en el hospital las medidas de seguridad son máximas».
Aunque la plantilla ya está vacunada casi al completo «no hemos modificado para nada nuestra forma de trabajar ni de relacionarnos». Porque «sabemos que tenemos más defensas contra la Covid, pero no la gente que nos rodea y no sabemos si podemos contagiarles».
Lo que sí ha traído la vacuna es «más tranquilidad» a los profesionales que luchan en primera línea de batalla contra el virus. «Estamos más relajados porque ya estamos inmunizados, pero nos pilla en un momento de bajón. Necesitamos que esto pare y que se meta el turbo a la campaña para que se alcance cuanto antes la inmunidad de rebaño». No obstante, todavía el ritmo es muy lento y apenas se ha inmunizado al 5% de la población.
Cataluña ha sido de las pocas comunidades en ofrecer datos concretos del efecto de la vacunación entre los profesionales sanitarios. El secretario de Salud Pública José María Argimón, reveló esta semana que entre los profesionales sanitarios de primera línea que han recibido yas los vacunas se han reducido un 80% los contagios. Según los datos reflejados por Salud, la incidencia acumulada a 7 días por cada 100.000 sanitarios es de 231 casos entre los que no han recibido ninguna dosis; 42 casos entre los que recibieron las dos dosis y 149 entre los que solo recibieron una inyección. «Son datos muy buenos, que indican un efecto ya de primera dosis, pero una reducción del 80% en los que reciben dos dosis; observamos un efecto clarísimo en su salud», celebró.
La Comunidad Valenciana también ha constatado la magia de la vacunación contra la Covid en los sanitarios de sus hospitales y centros de atención primaria. En concreto, en apenas dos semanas, los nuevos positivos entre el personal sanitario de la red pública se han desplomado un 75%, puesto que han pasado de los 1.909 registrados entre el 15 y el 29 de enero, a los 491 contabilizados durante las dos semanas siguientes, según datos de la consejería de Salud.
✕
Accede a tu cuenta para comentar