El Ministerio de Sanidad ha detectado los primeros seis casos de la variante californiana del SARS-CoV-2 en España y mantiene bajo vigilancia un total de 10, tras añadir al listado de interés otras tres: la de Nueva York, otra originada en Uganda y una última expandida en Portugal, de las que no constan positivos en nuestro país.
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Con estos seis casos de la mutación generada en California (EE UU), ya son cuatro las variantes presentes en nuestro país: la británica, la sudafricana, la brasileña y ahora la californiana. Además, Sanidad también monitoriza la nueva mutación danesa, una segunda de Brasil y una segunda del Reino Unido.
Así lo recoge la última actualización del “Informe sobre la situación epidemiológica de la variante B.1.1.7 de SARS-CoV-2 y otras variantes de interés”, en el que advierte además de que, aunque la presencia de la sudafricana es todavía “baja” con 54 casos confirmados, “no se descarta que pudieran aumentar en las próximas semanas, como ha ocurrido en otros países de nuestro entorno”.
Hasta el momento la variante sudafricana se ha detectado de forma puntual en España, pero ya se han observado brotes epidémicos sin antecedentes de viaje, señala el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, que advierte de que su impacto podría ser alto si su incidencia aumenta “de forma considerable”, puesto que esta variante “podría reducir de forma significativa la efectividad de algunas vacunas”.
¿Por qué es tan peligrosa la variante californiana?
La variante californiana, conocida científicamente como B.1.429, se caracteriza por su mayor transmisibilidad, y los expertos creen que es la responsable de que ese Estado se haya convertido en el epicentro de la pandemia en EE UU. Además, esta variante es capaz de evadir los anticuerpos generados por la vacuna o una infección previa de covid-19.
Según publicaba recientemente Los Angeles Times, se trata de una “variante de preocupación”. El Dr. Charles Chiu, investigador de enfermedades infecciosas y médico de la Universidad de California en San Francisco (USCF), aseguró al medio que “el diablo ya está aquí. Ojalá fuera diferente, pero la ciencia es la ciencia”.
Al igual que la variante de Reino Unido, es más contagiosa. Las muestras obtenidas en el estado de California sugieren que es de un 19% a un 24% más transmisible, llegándose a propagar hasta seis veces más que las cepas anteriores. El análisis de muestras virales mostró que las personas infectadas con la cepa californiana tenían cargas virales en la nasofaringe el doble de altas que con las otras cepas.
El genoma de B.1.429 incluye tres mutaciones que afectan a la crucial proteína spike, que el virus utiliza para colarse en las células humanas y convertirlas en fábricas para su propia producción. Una de esas tres mutaciones, denominada L452R, afecta al llamado dominio de unión al receptor, lo que ayuda al virus a adherirse con mayor firmeza a las células objetivo.
El estudio también encontró que la nueva variante puede ser más efectiva para evadir el sistema inmunitario. Los anticuerpos de personas que se recuperaron de infecciones de otras variantes fueron menos efectivos para bloquear la nueva variante en el laboratorio. Lo mismo sucedió cuando los investigadores utilizaron suero sanguíneo de personas que habían sido vacunadas. La cepa californiana también se reveló más resistente a los anticuerpos neutralizantes generados en respuesta a las vacunas contra la covid-19, así como por una infección previa por coronavirus.