Salud
Una de cada 5 mujeres padece endometriosis: ¡no se debe normalizar el dolor de regla!
Ocurre cuando las células del revestimiento de la matriz crecen en otras zonas del cuerpo, lo que puede causar dolor, sangrado abundante, sangrado entre periodos, aparte de problemas para quedarse embarazada
Alrededor de un 20% de las mujeres padece endometriosis, una patología ginecológica que influye de una manera “muy negativa” en la calidad de vida de las pacientes, que surge desde la primera regla, y que puede con el tiempo afectar a todas las esferas de su vida, incluyendo la laboral, la de pareja, o la de madre entre otras, llegando a ser incapacitante en gran parte de los casos.
“Ocurre cuando las células del revestimiento de la matriz (útero) crecen en otras zonas del cuerpo, lo que puede causar dolor, sangrado abundante, sangrado entre periodos, aparte de problemas para quedarse embarazada (infertilidad)”, según subraya la jefa de servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Córdoba Esther Velasco.
Otro aspecto negativo de esta enfermedad es que las pacientes suelen sentir la incomprensión de su entorno, “algo que les ocasiona gran desazón”, según sostiene, al tiempo que considera que podría haber más pacientes afectadas, debido a la “normalización de los síntomas que se presentan y que no incitan a estudiarse en muchos casos”.
Así, lamenta que, a pesar de ser una enfermedad muy frecuente, a día de hoy siga pasando desapercibida en muchos casos, debido a que en sus fases iniciales se pueden encontrar con resultados negativos en las pruebas que se realizan, o porque los síntomas tienden a considerarse como algo normal.
Por ejemplo, llama la atención sobre el dolor de regla, típico de esta patología, destacando que la regla no debe doler, pese a la creencia popular de que esto puede ser frecuente: “No se debe normalizar el dolor asociado a la menstruación porque puede haber un problema detrás y no hay que aguantar una regla dolorosa. Así que es importante visibilizar la endometriosis y conseguir que sea más conocida, y esté más reconocida por la sociedad”.
A su vez, recalca la importancia de consultar con el especialista cualquier dolor relativo a la menstruación, así como acudir a las revisiones periódicas con el ginecólogo, y a pesar de la pandemia, puesto que según afirma, los centros sanitarios son hoy seguros frente al contagio de COVID-19, dado que han diseñado circuitos libres del virus. Además, el Hospital Quirónsalud Córdoba donde trabaja cuenta con la certificación ‘Applus+ Protocolo seguro frente a la COVID-19’, que acredita su cumplimiento de los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia.
Se desconoce su origen
La jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Córdoba describe que la endometriosis es una enfermedad inflamatoria relacionada con la menstruación, que empieza desde la primera regla hasta la menopausia, causando lesiones en la pelvis, que se van agravando con el tiempo.
Según explica, se desconoce el origen de la enfermedad y tiene una relación directa con la menstruación y sus ciclos, de forma que, mensualmente, los ovarios de la mujer producen hormonas que ordenan a las células del revestimiento del útero hincharse y volverse más gruesas para albergar un posible embrión.
“En caso de no producirse la fecundación, el útero elimina estas células junto con la sangre y el tejido a través de la vagina durante los días de la regla. La endometriosis ocurre cuando estas células crecen por fuera del útero en otras partes de su cuerpo, de forma que este tejido puede pegarse a los ovarios, a las trompas de Falopio, incluso a los intestinos, el recto, la vejiga o al revestimiento de la zona pélvica; aunque puede crecer en otras zonas del cuerpo”, relata la ginecóloga de Quirónsalud Córdoba.
Estos crecimientos permanecen en el cuerpo y, al igual que las células del revestimiento del útero, reaccionan a las hormonas de los ovarios, causando dolor durante el mes anterior al inicio del periodo. Aparte, relata que con el paso del tiempo estos crecimientos pueden agregar más tejido y sangre, de forma que pueden acumulares en el abdomen y en la pelvis, provocando dolor pélvico crónico, ciclos fuertes, e incluso infertilidad.
No tiene cura definitiva
A pesar de todo ello, y de la alta incidencia de la enfermedad, la doctora Velasco lamenta que no existe un tratamiento que la cure de manera definitiva, ya que los existentes van dirigidos a aliviar los síntomas de la paciente, así como a mejorar su calidad de vida.
“Para tratar esta enfermedad existen opciones tanto médicas como quirúrgicas en función de la situación de la mujer (si tiene hijos o no, si planea tenerlos, o si está realizando de técnicas de reproducción). Los tratamientos médicos más usuales son los que controlan las hormonas, y los dietéticos encaminados a disminuir la inflamación. La cirugía se emplea en caso de resistencia a estos tratamientos, o en los casos en los que se han formado nódulos”, apostilla.
En la Guía de atención a las mujeres con endometriosis del Sistema Nacional de Salud (SNS) se recuerda también que un elevado porcentaje de mujeres con endometriosis son asintomáticas, y afirma que las localizaciones más frecuentes son el ovario, el peritoneo, los ligamentos uterosacros, y el fondo de saco de Douglas, siendo rara fuera de la pelvis, aunque puede afectar a cualquier órgano (pleura, meninges, etc.).
“Es difícil establecer el diagnóstico de endometriosis en base sólo a los síntomas porque la presentación de estos es muy variable, y existe un solapamiento con otras condiciones como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad pélvica inflamatoria, u otras enfermedades digestivas o ginecológicas, lo que puede conllevar a un retraso de varios años en el diagnóstico definitivo”, según reconoce la experta de Quirónsalud.
Dice que se han descrito demoras de más de 10 años entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico definitivo, e incide en que los síntomas guía de sospecha de la endometriosis son: el dolor (dismenorrea que no cede con el tratamiento habitual, dolor crónico pélvico, dispareunia intensa con la penetración profunda y disquecia cíclica con o sin rectorragia) y la infertilidad.
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