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EE UU asegura que no hay evidencias para necesitar una tercera dosis de Pfizer

Las autoridades norteamericanas reclaman más datos a la compañía, que insiste en que el tercer pinchazo aumenta la efectividad de la vacuna

Viales de la vacuna de Pfizer
Viales de la vacuna de PfizerlarazonAP

Las autoridades sanitarias de EE UU, que ayer se reunieron con la farmacéutica Pfizer, niegan que, por el momento haya evidencias científicas que avalen la necesidad de administrar una tercera dosis de refuerzo de la vacuna, tal y como defiende la compañía estadounidense.

Según informa este martes The New York Times, representantes de Pfizer presentaron a los científicos y reguladores de EE UU algunos informes preliminares sobre la vacuna y la necesidad de una tercera inyección para quienes hayan sido inoculados con ella.

El esperado encuentro telemático se produjo después de que la farmacéutica anunciara hace unos días que iba a pedir a la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos autorización para administrar una tercera dosis de su vacuna con el propósito de hacerla más efectiva.

La farmacéutica argumentó entonces que recientes datos obtenidos en Israel habían revelado que -comparada con la respuesta a la variante alfa- la efectividad de la vacuna para proteger contra la enfermedad sintomática causada por la variante Delta había disminuido de más de 90% a 64%.

No obstante, los informes de los expertos de Pfizer no convencieron a la administración de Joe Biden. Tras la reunión, que duró aproximadamente una hora, la FDA y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron una declaración conjunta en la que precisaron que no se necesitaba ese refuerzo.

Los reguladores norteamericanos subrayaron que se precisan más datos, y posiblemente varios meses más, antes depoder decidir sobre la nueva inoculación.

El encuentro entre las autoridades estadounidenses y Pfizer se produjo el mismo día que Israel comenzó a administrar la tercera dosis de Pfizer a pacientes inmunodeficientes y trasplantados de corazón.“Hay evidencias de que los pacientes con inmunodeficiencia no desarrollan suficientes anticuerpos tras la segunda dosis, y tal vez los acabarán generando al recibir la tercera”, apuntó Emilia Anis, directora del departamento epidemiológico del ministerio de salud.

El ministro de salud israelí, Nitzan Horowitz, avanzó que ya se está evaluando la viabilidad de suministrar el refuerzo inmunológico a toda la población, no solo a los inmunodeficientes. De suceder,el primer grupo de población serán los mayores de 65 años.