Pasaporte sanitario

¿Para qué es necesario en cada país el certificado Covid?

Concebido en un primer momento como un documento para facilitar la movilidad entre los países europeos, su uso se está extendiendo, no sin cierta polémica, para controlar el acceso a restaurantes, museos o eventos

Francia: El salvoconducto para la vida social que ha provocado protestas en las calles

A partir del 9 de agosto si una persona quiere comer en un restaurante, sentarse a tomar algo en un bar o viajar en tren en Francia deberá presentar el llamado «pase sanitario», el documento que certifica una de estas tres cosas: la vacunación completa contra la Covid-19, una prueba PCR negativa o haberse recuperado de la enfermedad.

Desde el 21 de julio ya se exigía para el cine, los museos o los eventos de más de 50 personas, pero en agosto el documento tocará el corazón de la vida «à la française» como requisito inevitable para entrar a cafés, bares y restaurantes, así como para subir a vuelos nacionales e internacionales o viajar en trenes o autobuses interurbanos. También será exigido en centros médicos y hospitales.

Por supuesto, la medida no cae bien a todo el mundo. Ayer se produjeron 19 detenidos en París en el tercer fin de semana de protestas contra lo que los manifestantes consideran un atentado a las libertades. El pasado 24 de julio pancartas con las palabras «Segregación» y «Apartheid» inundaron las 168 manifestaciones registradas en todo el país. Incluso se volvió a utilizar la estrella amarilla –evocando el símbolo que los judíos eran obligados a llevar durante el Holocausto–con la inscripción «Sin vacunar», algo que la comunidad judía ha rechazado de plano, argumentando que banaliza el sufrimiento judío de la época.

El debate se extiende hasta el sector laboral, con fuertes contradicciones dentro del mismo gobierno: el Senado eliminó del proyecto de ley la posibilidad de que un trabajador fuera despedido por no vacunarse o no presentar el pase sanitario; mientras que la Ministra del Trabajo, Elisabeth Borne, no cierra la puerta a ese escenario: «No hay que dar a entender a los trabajadores que no puede producirse un despido».

El ministerio planteaba que la ley determinara las condiciones Covid que pudieran causar el despido, estableciendo un plazo legal de dos meses para concretarlo y fijando indemnizaciones especiales, pero el artículo fue eliminado. Para Borne, eso no quiere decir que no vaya a haber despidos. «Eso sólo significa que no habrá un marco jurídico para esos casos» aseguró la ministra, informa Andreina Flores.

Reino Unido: Necesario en locales de ocio nocturno y para eventos masivos desde septiembre

En Reino Unido el certificado Covid se encuentra aún en periodo de prueba, pero el Gobierno de Boris Johnson ya ha recomendado a lugares de ocio nocturno como discotecas, o a recintos donde se celebren eventos masivos, que soliciten en la entrada a sus clientes algún tipo de prueba de haberse vacunado o haberse sometido a un test.

Sin embargo, está previsto que para finales de septiembre este certificado se convierta en obligatorio en los lugares mencionados anteriormente. Aunque se rumoreaba que podría pedirse también en las universidades ayer se descartó este aspecto. Este documento vendría a atestiguar que la persona ya ha recibido la doble vacunación, se ha sometido a un test o superó la enfermedad recientemente, por lo que se entiende que tiene anticuerpos.

Una medida que, además de buscar un menor riesgo de transmisión en los lugares más masificados, también pretende animar a los jóvenes que aún no se han vacunado a que lo hagan. Los últimos datos muestran cómo más de un 30% de los británicos de entre 18 y 30 años todavía no han recibido ni la primera dosis.

Aunque aún quedan varias semanas para que el certificado comience a ser obligatorio en estos lugares, las críticas no tardaron en llegar desde el sector del ocio nocturno, alegando que puede poner en riesgo miles de trabajos y «crear problemas entre el personal y los clientes». Recordemos que hace apenas dos semanas las discotecas de Inglaterra volvían a abrir sus puertas tras 16 meses, una vez el Gobierno británico puso fin a todas las restricciones.

La vacunación se torna, por tanto, vital, no solo para la entrada en lugares de ocio, sino para poder viajar, debido al reciente anuncio de que no será obligatoria la cuarentena al regreso de países de la lista ámbar, siempre que se haya recibido la pauta completa,informa Gonzalo Cañada.

Italia: Válido desde la primera dosis para acceder al interior de bares y gimnasios

A partir del próximo viernes los italianos deberán mostrar el pasaporte sanitario para consumir en el interior de bares y restaurantes, acudir a eventos y entrar en piscinas, gimnasios, cines, teatros o museos. De momento, las terrazas y la barra de los locales están exentos de esta obligación, mientras que las discotecas se mantienen cerradas. El certificado se obtendrá con la primera dosis, aunque dejará de ser válido si no se completa la pauta. En el caso de no estar vacunado, será posible presentar un test negativo o demostrar haber pasado la enfermedad en los últimos meses.

Para verificar que la certificación es auténtica, los gestores y responsables de todos los servicios donde será necesario mostrar el certificado Covid deberán descargar una aplicación gratuita desarrollada por el Ministerio de Sanidad. Para los infractores, las multas oscilan entre los 400 y los 1.000 euros y serán aplicadas tanto a los clientes como a los comerciantes.

Con más de 31 millones de personas mayores de 12 años vacunadas con la pauta completa, el equivalente al 57% de la población, la campaña de inmunización en el país transalpino supera la media europea. Sin embargo, las autoridades temen que con la mayor incidencia de la variante Delta y la relajación de las medidas (Italia levantó la obligatoriedad de las mascarillas en el exterior a finales de junio), los contagios aumenten vertiginosamente a la vuelta del verano. Es por eso que el Gobierno está estudiando extender el uso del certificado en los transportes públicos, aviones, trenes y barcos, informa Soraya Melguizo.

Alemania: Test rápidos para los viajeros no inmunizados, y cuarentena para los de «alto riesgo»

Los turistas que visitan el país tienen que preparar el monedero y pagar los tests para poder visitar restaurantes, teatros, cines y otros espacios cerrados.

Alemania presenta esta semana unos datos de incidencia de la pandemia muy bajos en comparación con sus vecinos europeos: de media se registraron unos 15 casos en la última semana por cada 100.000 habitantes. Buena parte del éxito en el control de la pandemia viene de la mano de la estrategia de tests rápidos masivos que desde el pasado marzo el país ha venido desarrollando. También la vacunación, de la que ha hecho uso alrededor del 60% de la población en el caso de la primera dosis ha contribuido a ello.

En cada estado alemán las medidas anti-Covid pueden variar, pero hay un denominador común: los test rápidos son gratuitos para los ciudadanos con pasaporte alemán o residentes en el país, que pueden realizar un test al día sin coste alguno. Los turistas tienen que pagar ellos mismos los test de antígenos si quieren, por ejemplo, en el caso de la capital, Berlín, acceder al interior de un restaurante, de una sala de conciertos, de un teatro o en los cines.

El precio de un test realizado en uno de los más de mil centros que se encuentran por toda la ciudad ronda para los visitantes sin residencia los 25 euros. En algunos sitios, como las peluquerías o los restaurantes, es posible hacer un auto-test ante la puerta del establecimiento bajo la supervisión de un trabajador. Los test de antígenos pueden adquirirse en las farmacias, pero también en los supermercados y otros comercios y su precio ronda los cuatro euros. Los test no son necesarios en caso de tener la pauta de vacunación completa y haber transcurrido dos semanas desde la última dosis o bien haber tenido una infección con el virus en los últimos seis meses y presentar un justificante.

Antes de viajar al país hay que presentar un test negativo en el caso de venir de un país de riesgo y, en el caso de España, al ser considerado de «alto riesgo» por la elevada incidencia hay que realizar asimismo una cuarentena de diez días, que se puede acortar a cinco presentando un test negativo. Para viajar, las aerolíneas solicitan el registro de la persona en la web que ha habilitado el Instituto Robert Koch bajo el dominio: https://www.einreiseanmeldung.de., informa Carmela Negrete.

España: Las comunidades piden unificar posturas sobre si extender o no su uso

Las posibles aplicaciones del certificado covid están ahora mismo en el centro de la polémica en España, ya que no hay consenso entre las comunidades autónomas sobre si utilizarlo o no para el acceso a determinados establecimientos o eventos. De momento, y hasta que no se produzca la inmunidad de grupo con la vacunación, el Gobierno no prevé que se utilice para vetar el acceso a ciertas actividades a las personas no inmunizadas: «Si imponemos un certificado covid estaríamos estigmatizando a una parte de la población», manifestó ayer la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, y destacó que los jóvenes serían los más perjudicados.

Sin embargo, en los municipios con alto riesgo de propagación del coronavirus ya es una realidad para entrar en el interior de los establecimientos de hostelería y de ocio en Galicia y en Cantabria. En Tenerife también se implantó por su alto nivel de incidencia, pero la medida ha sido suspendida cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Llevar el certificado más allá del uso para el que fue creado, que es el de permitir la movilidad de los ciudadanos entre los países europeos, cuenta con la oposición de varias comunidades, como Cataluña y la Comunidad Valenciana, a la vez que Madrid y Castilla-La Mancha han insistido en la necesidad de una estrategia nacional coordinada desde el Ministerio de Sanidad.

Así, este martes el Gobierno catalán descartó extender su uso para evitar «perjudicar» a quienes aún no han recibido la vacuna. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, declaró que no ve «oportuno» ni «correcto» que se aplique la opción de pedir el certificado hasta que no se haya dado la posibilidad de vacunación a toda la población. «Hay que verlo desde una perspectiva de equidad, de igualdad de las personas», destacó. En esa misma línea se manifestó Castilla-La Mancha. La portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, consideró que esta medida debe adoptarse en el marco nacional, porque «si no, volvemos locos a los ciudadanos y a los turistas», informa Ana Abizanda.