Balance

España despide la quinta ola con 5.000 muertos

El verano concluye con 2.800 fallecidos y 740.000 infectados más que en el mismo periodo del año 2020

Se han elevado los porcentajes en ingresados por covid en UCIS y camas de planta
Se han elevado los porcentajes en ingresados por covid en UCIS y camas de plantaNACHO DOCEREUTERS

La quinta ola de la pandemia de covid-19 ha causado estragos en España a pesar de la masiva campaña de vacunación que se inició el pasado mes de enero. Nuestro país se despide de ella dejando atrás un balance devastador. A lo largo del verano –periodo que ha coincidido con la última gran embestida del virus– han fallecido más de 5.000 personas –5.094 exactamente, entre el 21 de junio y el 17 de septiembre– y se han contagiado cerca de 1,2 millones de ciudadanos –1,164 millones en el mismo periodo–.

La rápida expansión impulsada por la variante Delta, el fin de las restricciones sociales y el aumento de la movilidad han teñido de negro un estío que, en principio, apuntaba a que sería más suave que el anterior.

No ha sido así. La comparación de cifras da cuenta de la virulencia de esta variante del patógeno y no invita precisamente al optimismo para el futuro a pesar de la inmunización de la población y de los mensajes esperanzadores que lanzan las autoridades sanitarias. En el verano de 2020 España ya había salido de una desoladora primera ola y empezaba a ser golpeada por la segunda. Según los datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes) del Ministerio de Sanidad, entre el 21 de junio y el 21 de septiembre de 2020 fallecieron por covid-19 en nuestro país 2.340 personas. Este verano han muerto cerca de 2.800 personas más. El pasado año se infectaron en el mismo periodo 425.196 ciudadanos. Este año lo han hecho alrededor de 740.000 personas más.

La virulencia con la que ha golpeado el patógeno a lo largo de este periodo estival todavía se deja sentir en las cifras de la pandemia, pese a que la quinta ola puede darse ya por concluida a la vista del vertiginoso descenso de la incidencia en la mayor parte del país. A principios del verano se contabilizaban en España 2.832 enfermos de covid-19 ingresados en las plantas de agudos de los hospitales. Pese al frenazo que han experimentado los contagios desde hace semanas, la cifra es hoy de 3.809. El 21 de junio el porcentaje de camas hospitalarias ocupadas por este tipo de enfermos era del 2,3%. Hoy, el porcentaje es algo superior, del 3,18%.

Con relación a los pacientes graves ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCIS) o servicios análogos, la situación es parecida. A principios del verano el número de atendidos en estas unidades ultraespecializadas era de 770. El pasado viernes, la cifra ascendía a 1.028. Por su parte, el porcentaje de ocupación de UCIS por parte de pacientes covid-19 era en junio del 8.23%. El pasado viernes, la tasa era del 11,28%.

Tampoco ha mejorado la positividad de los test y pruebas diagnósticas, aunque el porcentaje se sitúa del 5% que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar como controlada una epidemia. En junio, 4,15 de cada cien diagnósticos arrojaban positivo por covid. Hoy, el porcentaje llega al 4,77%.

Además de ser más cruda en lo que se refiere al número de infectados y muertos, la quinta ola se ha diferenciado de las demás por golpear con especial saña a los más jóvenes, cuyo porcentaje de vacunación antes del verano era relativamente bajo en comparación con otras franjas de población de edad más avanzada. Por ejemplo, entre el 23 de junio y el 18 de agosto se infectaron 260.588 personas de entre 20 y 29 años. Por detrás figuran los jóvenes de entre 10 y 19 años, con 208.423 positivos en el mismo periodo, y los de entre 30 y 39 años, con 155.624 casos según las estadísticas que recopila semanalmente el Instituto de Salud Carlos III sobre la evolución de la pandemia en nuestro país

En el periodo analizado, siete de cada diez contagios correspondieron a menores de 40 años, tal y como informó este periódico. Con todo, el mayor porcentaje de fallecimientos se produjo entre personas mayores.

En esos dos meses 1.906 personas que murieron tenían más de 60 años, lo que representaba un porcentaje del 89,56%. Por su parte, las personas de 80 a 89 años fueron las que más fallecieron en ese periodo analizado, con 779 óbitos, lo que supone un 36,6% de todos los registrados. Los datos aportados ayer por Sanidad señalaban una incidencia acumulada en 83,4, menos de 1.000 enfermos de covid ingresados en las ucis (797) y, por primera vez desde entonces una comunidad, Asturias (21,8), en situación de nueva normalidad por debajo de los 25 casos. Fue el 4 de septiembre de 2020 la última vez que las ucis estuvieron ocupadas por menos de un millar de enfermos, con 976; ayer había 979 pacientes, media décima menos que el viernes.