Salud
Las migrañas en la mujer están muy unidas a las hormonas: te contamos por qué
Entre los desencadenantes de la migraña los cambios hormonales juegan un papel protagonista. Suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente al grupo entre los 35 y los 45 años de edad
En España hay 5 millones de afectados por migraña, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), de los que más de un 70% presenta una discapacidad grave y un 14% una discapacidad moderada. Además, en España, 1,5 millones de personas padecen migraña crónica, aquella que tiene lugar cuando los pacientes experimentan dolor de cabeza 15 o más días al mes.
Desde la OMS remarcan que la migraña suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente al grupo entre los 35 y los 45 años de edad. “Es dos veces más frecuente entre las mujeres que entre los hombres debido a influencias hormonales. Está causada por la activación de un mecanismo encefálico que conduce a la liberación de sustancias inflamatorias y causantes de dolor alrededor de los nervios y vasos sanguíneos de la cabeza”, detalla la institución.
Y es que, según explica el doctor Alex Jaimes Sánchez, especialista del Servicio de Neurología, miembro de la Unidad de Cefaleas de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y colaborador del blog de esta unidad, CefaBlog, la migraña es una enfermedad neurológica en la que se presenta dolor de cabeza moderado-intenso, en algunos casos junto a náuseas, vómitos, sensibilidad al sonido, a la luz, y en la que las fluctuaciones hormonales relacionadas con las diferentes etapas de la vida de la mujer tienen un impacto importante en la migraña.
“Se ha demostrado que la caída brusca en los niveles de estrógenos tras haber estado elevados es el desencadenante de las crisis durante la menstruación, por ejemplo. De hecho, antes de la adolescencia, la migraña es igual de prevalente en hombres y mujeres, pero tras la pubertad la frecuencia se multiplica por tres en las mujeres (especialmente la migraña sin aura)”, señala el especialista de Quirónsalud.
De hecho, menciona que las crisis de migraña suelen desencadenarse durante los dos días de antes o de después de la regla, ya sea esta producida durante el ciclo menstrual normal o por la discontinuación de un tratamiento hormonal (ejemplo: anticonceptivos que contienen estrógenos).
Según prosigue, el tratamiento para las migrañas desencadenadas durante la menstruación es igual al de las demás crisis; si bien advierte de que dado que suelen ser más intensas y difíciles de tratar, se puede realizar un tratamiento preventivo corto de cinco días empezando los dos días anteriores a la regla.
“Los fármacos que han demostrado eficacia son el naproxeno, el magnesio y triptantes como el frovatriptán, naratriptán, sumatriptán y zolmitriptán. Con respecto a los fitoestrógenos, sustancias de origen vegetal con una estructura similar a los estrógenos humanos, aún no hay estudios convincentes sobre su eficacia”, apostilla el especialista de la Unidad de Cefaleas de la Fundación Jiménez Díaz.
A su vez, precisa que para las mujeres que presenten migraña con aura se recomienda usar anticonceptivos que contengan exclusivamente progestágenos (pastillas, implante subdérmico, inyección de depósito, DIU): “Los anticonceptivos que incluyan estrógenos, además de desencadenar más crisis de migraña, aumentan el riesgo de ictus isquémico, especialmente en personas fumadoras”.
Ahora bien, el doctor Jaimes recomienda para las mujeres con migraña sin aura que no tomen los anticonceptivos con estrógenos, dado que estos también suelen aumentar las crisis, aunque reconoce que algunas mujeres no experimentan dicho empeoramiento y otras, incluso, notan una mejoría.
“En caso de precisar anticonceptivos es aconsejable usar los que contienen exclusivamente progestágenos (al igual que en la migraña con aura), o anticonceptivos combinados sin suspender las pastillas durante varios ciclos. Por ejemplo: en lugar de tomarlos durante tres semanas y descansar una (la pauta habitual) es preferible tomarlos de forma continua durante nueve semanas seguidas y descansar una”, sugiere el experto.
La migraña en el embarazo, lactancia y perimenopausia
Por otro lado, el neurólogo de la Fundación Jiménez Díaz señala a las migrañas durante el embarazo y la lactancia, y la perimenopausia. “De igual manera, el empeoramiento experimentado por algunas mujeres durante la perimenopausia está relacionado con la oscilación hormonal propia de esta etapa. En cambio, la estabilidad hormonal durante el embarazo y después de la menopausia suelen relacionarse con una disminución en la frecuencia de las crisis de migraña”, subraya el experto.
Aquí destaca que una de cada cuatro mujeres españolas decide retrasar su embarazo por culpa de las migrañas, dado que durante el primer trimestre puede haber un empeoramiento, especialmente al final, dada la caída de una hormona llamada ‘HCG’.
“Sin embargo, la mayoría mejora durante el segundo y el tercer trimestre. Los niveles de estrógenos están elevados a lo largo de todo el embarazo, por lo que algunas mujeres pueden debutar con migraña o presentar auras aisladas. Dado que tras el parto los niveles de estrógenos caen, no es infrecuente que haya una crisis intensa de migraña sin aura”, apostilla el experto de Quirónsalud.
Sobre el tratamiento de las crisis migrañosas en el embarazo aconseja la toma de paracetamol con metoclopramida (si bien es un tratamiento para las náuseas y los vómitos, su efecto sobre la dopamina ayuda a controlar los síntomas de la migraña). “Los triptanes no se indican durante el embarazo, aunque algunos estudios sugieren que podrían no estar relacionados con efectos adversos fetales/neonatales (especialmente el sumatriptán). Tampoco se recomienda el uso de AINES y la domperidona”, agrega.
Ahora bien, en el caso de las embarazadas, el doctor Jaimes recuerda la importancia del tratamiento preventivo, a partir de medidas no farmacológicas: llevar un estilo de vida regular, incluyendo horarios regulares para las comidas y el sueño, y ejercicio en la medida de las posibilidades. “Si, a pesar de dichas medidas, las migrañas son muy frecuentes o muy discapacitantes, se pueden realizar infiltraciones de los nervios occipitales con lidocaína, una técnica muy eficaz y totalmente segura durante el embarazo”, asegura el neurólogo de Quirónsalud.
Sobre la lactancia apunta al uso del ibuprofeno, puesto que se elimina relativamente rápido del organismo y pasa en muy poca cantidad a la lecha materna. En caso de requerir un triptán sugiere el sumatriptán y el eletriptán y con los demás ve recomendable evitar la lactancia durante las siguientes 12 horas.
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