Religión

El Papa refuerza el «Ministerio» vaticano contra los abusos

Francisco visibiliza su reforma y crea dos Secretarías en Doctrina de la Fe

El Papa Francisco, durante la celebración de una misa
El Papa Francisco, durante la celebración de una misaAlicia Romay

Que la lucha de Francisco contra la pederastia eclesial es uno de los sellos de su pontificado no cabe duda, teniendo en cuenta la batería de reformas en aras de una «tolerancia cero» que busca correspondencia en las Iglesias locales. El Papa argentino no rebaja su velocidad de crucero como demuestra el motu proprio «Fidem servare» –Custodiar la fe– que trascendió ayer, por el cual modifica la estructura interna de la Congregación para la Doctrina de la Fe, máxima responsable de capitanear la investigación sobre abusos sexuales.

Esta reorganización busca, tal y como ha explicado la Santa Sede, separar «claramente» este «Ministerio» vaticano en dos secciones: Disciplina y Doctrina. El propio Francisco detalla que busca «darle un enfoque más adecuado al cumplimiento de sus funciones». Aunque a priori, de puertas para adentro hoy por hoy ya estarían bien delimitadas, sí resulta significativo que el Pontífice quiera visibilizarlo, asignando un secretario a cada una de estas áreas. Ambos, que vendrían a ser en términos políticos como una espacio de jefe de gabinete a las órdenes del «ministro», el cardenal prefecto, que actualmente es el jesuita español Luis Francisco Ladaria.

Esfuerzos en el examen de casos

Pero, ¿por qué el cambio? «El objetivo de la reforma es dar la debida importancia a la sección doctrinal y a su papel fundamental en la promoción de la fe, sin disminuir la actividad disciplinaria, después de décadas en las que se han empleado muchos esfuerzos y recursos humanos en el examen de los casos de abuso», enfatiza Roma en su portal Vatican News, poniendo en valor precisamente una de las prioridades del antiguo Santo Oficio.

Es la Sección Disciplinaria es la centrada en los delitos reservados a la Congregación y tratados a través del Supremo Tribunal Apostólico. Se conocen como «delicta graviora» –los delitos más graves para la Iglesia– y, además de los casos de abusos, también le competen otros como las herejías, las apostasías, los cismas, la ordenación de mujeres… El motu proprio explica que, entre sus competencias, se encuentra «preparar y elaborar los procedimientos previstos» con el objetivo de «promover una justa administración de justicia». En este sentido, supuso un salto cualitativo relevante tuvo lugar el 7 de diciembre, cuando Francisco publicó otra reforma legislativa clave para la tutela y protección de los más vulnerables en la Iglesia, la más relevante tras las acometidas por Juan Pablo II en 2001 y Benedicto XVI en 2010.

Por otro lado, la Sección Doctrinal, tal y como recuerda la nueva normativa, se ocupa «de los asuntos relativos a la promoción y protección de la doctrina de la fe y la moral», que se traduce en los estudios destinados a incrementar la comprensión y la transmisión de la fe al servicio de la evangelización, así como dar luz en relación a los «interrogantes que plantean el progreso de las ciencias y el desarrollo de la sociedad». De la misma manera, este departamento ejerce de asesor y supervisor de todos aquellos documentos de otros dicasterios vaticanos que pudieran parecer «problemáticos para la recta fe, fomentando el diálogo con sus autores y proponiendo remedios adecuados». Es decir, esta sería el área heredera de la Santa Inquisición que audita a posibles teólogos díscolos. De la misma manera, también le corresponde abordar todas las cuestiones vinculadas a temas tan específicos como los ordinariatos personales de los ex anglicanos o la disolución de matrimonios entre dos personas no bautizadas o entre un bautizado y un no bautizado.

Llamamiento a denunciar los casos

En cualquier caso, este nuevo paso al frente de Francisco coincide con la tormenta eclesial en España vinculada a las medidas adoptadas por el Gobierno para radiografiar los abusos. En paralelo, el Arzobispado de Madrid, capitaneado por cardenal y vicepresidente de los obispos, Carlos Osoro, hizo ayer un llamamiento a denunciar estos casos y respaldó una investigación vinculada al pasado, argumentando que se trata de un medio para que las víctimas puedan «sanar sus heridas». A través de un video elaborado por el Proyecto Repara de atención a supervivientes de estas agresiones, el equipo de Osoro da un paso al frente para apoyar esta auditoría histórica, cuestionada por otros obispos en el seno de la Conferencia Episcopal.

Casos fiscalizados

En paralelo a las reformas vaticanas, ayer expiró el plazo de diez días para que los fiscales autonómicos remitieran a la Fiscalía General del Estado los casos abiertos desde 2019 sobre agresiones y abusos sexuales a menores de edad en instituciones religiosas. Algunos de estos informes ya han trascendido. Galicia ha remitido siete procedimientos penales, Andalucía investiga 5 causas, los juzgados catalanes investigan 14 y Baleares ha informado de cinco historiales.