Religion

Pasión cofrade de estreno

España cuenta con más de 10.000 hermandades, unas agrupaciones que, lejos de haberse mermado en la pandemia, crecen con un relevo generacional

El cuerpo de nazarenos de la Hermandad de Pino Montano espera la salida procesional después de una espera de dos años debido a la pandemia del Covid- 19 en la el barrio de Pino Montano, en Sevilla (Andalucía)
El cuerpo de nazarenos de la Hermandad de Pino Montano espera la salida procesional después de una espera de dos años debido a la pandemia del Covid- 19 en la el barrio de Pino Montano, en Sevilla (Andalucía)Joaquin CorcheroEuropa Press

El primer día que los costaleros de la Archicofradía del Rosario se juntaban para ensayar España se cerró a cal y canto. Se declaraba el estado de alarma pandémico y tumbaba su sueño: procesionar por primera vez en la Semana Santa salmantina. Un deseo que se hizo realidad ayer por la tarde, aun cuando la meteorología parecía que podía jugarles una pasada. Nuestro Padre Jesús de la Redención salió a la calle. Y su hermano mayor, Óscar Rodríguez, respiró.

«Después de tantos años de esfuerzo conjunto, se entremezclan las emociones, por todo lo que supone reactivar esta realidad», expone este trabajador del convento de San Esteban, que custodia la talla de Cristo que hoy da sus primeros pasos en soledad, pero que será la imagen central de un grupo escultórico de la Última Cena. Lo cierto es que la Archicofradía del Rosario es la más antigua de la ciudad, pero en 2009 iniciaron un proceso de «refundación» para ser catalogada como penitencial por el Obispado y poder procesionar el Sábado de Pasión. Con la venia, el coronavirus se impuso, pero no frenó la devoción. De hecho, la conforman más de 300 hermanos con una edad media que no supera los 30 años, reflejo del tirón que la pasión cofrade tiene entre los jóvenes, en un país en el que el CIS certifica mes a mes un descenso en el número de creyentes y de quienes participan en la eucaristía dominical. «El día de la procesión es solo un punto de partida para conectar, para enganchar y promover una vida de hermandad durante todo el año, y lo estamos constatando por las ganas que vemos a la hora de implicarse», comenta Rodríguez.

La puesta en marcha de esta archicofradía salmantina no es una excepción. España cuenta con más de 10.000 hermandades y cofradías. Y lejos de ir en descenso, el número aumenta de Norte a Sur. En Cáceres también miran al cielo para que el Martes Santo pueda salir Nuestro Padre Jesús de la Lealtad Despojado de sus Vestiduras. «Por ahora parece que a las tres de la tarde desaparece el riesgo de lluvia», comenta confiado Alberto Portillo, hermano mayor de esta nueva cofradía. «La incertidumbre es tremenda. Cuando hace unas semanas hicimos la igualá, estábamos en el pico máximo de Ómicron y otra vez sobrevolaban los temores sobre la suspensión de la Semana Santa, pero aquí estamos», comenta este cristiano que empezó a mover con unos amigos el proyecto en 2015, en el que no han faltado las trabas. «Es un trabajo incansable, pero hemos ido todos a una», confiesa al frente de una comunidad de 150 hermanos, donde la mayoría tampoco superan los 30 años. «A medida que se va acercado la fecha de procesionar, la curiosidad ha aumentado y tenemos más altas», expone con la firme convicción de que poco hay de postureo: «Las hermandades se han convertido en un vehículo para acercar a las nuevas generaciones a la Iglesia. La participación en las actividades de culto y veneración es mayoritaria y estamos trabajando a fondo para que se genere un espacio de convivencia entre hermanos», subraya sobre ese ambiente de familia que ha provocado «un goteo constante de altas a través de amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo…». A la vez, destaca cómo el hecho de salir a las calles es un instrumento de evangelización para el que lo ve desde fuera como turista: «Una talla como la nuestra es una catequesis andante, que expresa la entrega del Señor por toda la humanidad en el momento del despojamiento, con la espalda lacerada, con sus yagas… Esa emoción que provoca puede ser el principio de otras muchas preguntas».

El Miércoles Santo en la Procesión de la Pasión de Albacete le llegará el turno para su puesta de largo a Nuestra Señora del Calvario. Cuando le sugirieron a Inmaculada González que se pusiera al frente, no lo dudó. «Nos pusimos manos a la obra porque en la ciudad no había ninguna hermandad que reflejara la escena del Calvario. Decidimos instalarlos en un barrio joven y el párroco de la Sagrada Familia nos acogió», expone la hermana mayor sobre esos inicios en 2016 que tuvieron un primer impulso significativo. «La pandemia nos hundió a toda la sociedad y nosotros también notamos cómo gente se echó para atrás por la situación económica», expone sobre las dificultades para sufragar los gastos que implica la talla, el trono... Superados estos baches, la imagen de María saldrá a la calle con medio centenar de penitentes. «Somos poquitos, pero tengo un equipo detrás buenísimo», plantea Inmaculada: «Sacamos el Evangelio a la calle y, solo con ese gesto, estamos llegando a mayores que nos ven desde sus ventanas, a los jóvenes que se cruzan por casualidad con la imagen… Todo eso es una fe compartida que desborda a cualquier objetivo que nos marquemos».

Nuestro Padre Jesús de la Humildad tendrá que esperar algún que otro año más para procesionar por Sevilla Este como hermandad de penitencia. Agustín Ruiz y sus 300 hermanos esperan convertirse en la primera cofradía de esta barriada que aglutina a más de 50.000 personas. No van por mal camino. «Aquello comenzó en una tertulia cofrade y nuestro destino es ser hermandad», expone feliz del trecho recorrido, de la respuesta ante los triduos y viacrucis celebrados hasta la fecha y de la acogida desde hace cuatro años en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y Santa Ángela de la Cruz. Por ahora son asociación de fieles, pero confían en que el arzobispado les dé luz verde en breve para convertirse en agrupación parroquial y poder echarse a la calle con el Nazareno en la Cuaresma que viene. Incluso, con la imagen de una Virgen que ya les han donado y que ha nacido de las propias manos del reconocido imaginero Israel Redondo. «Sabemos que no podemos formar parte de la carrera oficial porque estamos muy lejos de la catedral –reconoce Agustín–, pero queremos mover la fe en el barrio y eso no es una labor de días».