Salud
Alergias gastrointestinales, una patología más frecuente de lo que pensamos
Es importante evitar la retirada de alimentos por cuenta propia sin una valoración médica previa
Si pensamos en una reacción alérgica, generalmente nos vienen a la cabeza síntomas como el picor, la urticaria, los estornudos, la rinitis y la conjuntivitis. No obstante, también se pueden manifestar con un empeoramiento de la dermatitis atópica y con síntomas digestivos como los vómitos, las diarreas, el dolor abdominal y las náuseas.
Especialmente en la infancia, son causa frecuente de alergia los alimentos, siendo las más frecuentes al huevo y a los lácteos. Según informa la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), es frecuente que a lo largo de la infancia ocurran reacciones alérgicas a las legumbres, pescados, frutos secos y frutas, mientras que en los adultos predominan las alergias a los mariscos y a las frutas.
Elena Sierra, alergóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica en este sentido que las alergias gastrointestinales o alergias a alimentos no mediadas por IgE suelen darse tras ingerir el alimento: “Esta alergia se caracteriza por estar mediada por un mecanismo de base inmunológica no mediado por anticuerpos de tipo IgE (lo que las diferencia del otro tipo de alergias alimentarias), que se manifiesta con síntomas predominantemente digestivos de aparición tardía, generalmente a partir de las 2-3 horas de haber consumido el alimento”.
Con ello, y ante cualquier síntoma asociado a la ingesta de un alimento, ve muy importante la valoración por un especialista, ya sea alergólogo o digestivo, para realizar el estudio pertinente, así como el diagnóstico correcto para establecer y aconsejar la actitud terapéutica más adecuada, que será diferente en función de cada patología. “En todos los casos es importante señalar la importancia de consultar con un especialista y evitar la retirada de alimentos por cuenta propia sin una valoración médica previa”, añade.
En concreto, esta especialista resalta que se trata de unas patologías con una importancia creciente, que afectan fundamentalmente a la población pediátrica, y precisa que existen tres cuadros clínicos bien definidos: el síndrome de enterocolitis inducido por proteínas (FPIES, por sus siglas en inglés), la proctocolitis alérgica y la enteropatía alérgica.
FPIES
La doctora Sierra destaca que este síndrome representa actualmente una entidad que está aumentando en número de casos en los últimos años, al tiempo que representa la forma clínica “potencialmente más grave”. Aquí subraya que la leche de vaca es el alimento causal más frecuentemente descrito en España, seguido en frecuencia por el pescado, el huevo y el arroz.
La edad de inicio típica se sitúa entre los 2-7 meses, según indica la alergóloga de Quirónsalud, si bien precisa que se ha descrito tolerancia entre los 18-36 meses con leche de vaca y cereales y más tardía, a los 4-5 años, con huevo y pescado.
“La forma típica se manifiesta con vómitos de repetición iniciados de 1-4 horas (2-3 horas lo más frecuente) de la ingesta del alimento, asociando afectación del estado general con letargia, somnolencia y palidez. A veces, a las pocas horas puede aparecer diarrea con sangre y mucosidad”, agrega.
En casos graves puede evolucionar a importante deshidratación, acidosis metabólicae hipotensión grave, según continúa, y logrando la resolución del cuadro clínico a partir de las 24 horas de la eliminación del alimento.
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) remarcan en este sentido que suele ocurrir tras las primeras ingestas del alimento implicado y parece que ciertas proteínas del alimento podrían ser las causantes. “No es muy frecuente, pero parece que los casos diagnosticados van aumentando a medida que se va conociendo más sobre ella”, señalan desde la sociedad científica.
Proctocolitis alérgica
Por otro lado, la alergóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid recuerda que se encontraría la proctocolitis alérgica, “la alergia gastrointestinal más frecuente”, siendo además la forma clínica “más benigna” y caracterizada por inflamación a nivel distal de intestino grueso.
“El cuadro clínico típico es el de un lactante sano que presenta en los primeros meses de vida hebras de sangre en heces. Otros síntomas que pueden presentarse son irritabilidad, diarrea, deposiciones con moco o vómitos intermitentes, entre otros”, puntualiza la experta.
Es más, mantiene que los alimentos implicados con mayor frecuencia son la leche, el huevo y la soja. “En la mayoría de los casos, el pronóstico es bueno con adquisición de tolerancia natural en torno al año de edad”, sostiene esta experta.
Enteropatía alérgica
La doctora Sierra menciona también la enteropatía alérgica, una entidad que, a diferencia de las anteriores, es decreciente y que se distingue por una inflamación que afecta al intestino delgado.
“Clínicamente se caracteriza por diarrea crónica, que puede cursar en el 50% de los casos con estancamiento ponderoestatural, es decir, con la que los niños dejan de crecer y de coger peso. En menor frecuencia puede haber distensión abdominal, saciedad precoz o vómitos intermitentes, entre otros síntomas. Los alimentos más implicados son la leche, la soja, el huevo y el trigo y la tolerancia suele adquirirse hacia los 24-36 meses”, afirma.
En última instancia, la profesional del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid hace una mención especial sobre las intolerancias alimentarias, ya que, según precisa, estas suelen cursar con síntomas digestivos, pero no son alergias reales, dado que el mecanismo implicado en las intolerancias no es inmunológico como sí ocurre en el caso de la patología alérgicas.
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