Violencia de Género
El confinamiento redujo un 24% las maltratadas que fueron al hospital
El Informe Anual de Violencia de Género revela que en 2020 recogieron 7.564 casos con historia clínica
El Informe Anual de Violencia de Género de 2021, que recoge los casos de 2020 (el año del confinamiento) revela lo que ya se había constatado desde el ámbito policial y jurídico: las mujeres que sufrían violencia de género siguieron padeciendo maltrato pero sin llegar a acudir a ninguna institución para pedir ayuda. El documento, que fue analizado ayer en la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad con las comunidades autónomas, habla de 7.564 casos recogidos mediante historia clínica (en centros hospitalarios o de atención primaria), lo que supone un 24% menos que en 2019. Al ajustar por la población de mujeres de 14 años o más en las comunidades que notificaron, se observa que la tasa fue de 50,6 por cada 100.000, es decir, un 49,5% menos que en 2019.
Desgranado por el ámbito asistencial, la tasa de atención primaria fue de 36,2 por cada 100.000 (la mitad que en 2019) y la hospitalaria de 14,5 por cada 100.000, también un 47% menos que el año anterior.
Las positivas cifras, no obstante, no lo son tanto si las ponemos en contexto, ya que 2020 fue el año del confinamiento más estricto y los expertos consideran que las cifras se redujeron por este motivo: porque las mujeres no salían de casa para denunciar y sólo acudían a los centros médicos ante casos graves.
Según se desprende del informe, el tipo de maltrato más frecuente recogido mediante historia clínica de atención primaria es la violencia psicológica con el 33%, seguido de la física, con un 24,2%; cifras que en 2019 fueron del 37,4% y del 30,8%, por lo que la proporción sigue siendo muy similar.
En los casos de atención hospitalaria destaca la violencia física con un 59,8%, muy por encima del 49% del año anterior. Los expertos interpretan este dato como un reflejo de la violencia oculta del confinamiento: cuando la agresión era de extrema gravedad, la víctima solo podía acudir a un hospital.
La violencia psicológica, por su parte, fue en los hospitales de un 30,9%, un dato muy parecido al del año anterior.
La violencia sexual, sin embargo, sigue siendo la menos detectada en los ámbitos asistenciales, según el Informe Anual presentado ayer. En 2020 los casos detectados en atención primaria fueron muy similares al año anterior pero sufrieron un importante incremento en la atención hospitalaria, por las mismas razones que la violencia física. Concretamente fue de un 11,4% frente al 8,7% de 2019.
No obstante, el documento de Sanidad señala que casi en la mitad de los casos detectados en atención primaria y en 1 de cada 4 de atención hospitalaria no se especifica el tipo de violencia.
En cuanto a la duración del maltrato, en un 49,3% de los casos atendidos fue menor de un año y sigue siendo la pareja actual el agresor más frecuente (45% de los casos) seguida de la expareja (23%). El mismo patrón que en el año anterior.
Andinas de 20 a 39 años
La edad de las víctimas es variable pero la franja más frecuente se trata de mujeres adultas jóvenes con edades comprendidas entre los 20 y los 39 años, presentando tasas que rondan las 60 de cada 100.000 mujeres, según el informe. En cuanto a la nacionalidad, la tendencia sigue siendo igual a los años anteriores: las mayores cifras siguen dándose en las mujeres andinas (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú), seguidas de las marroquíes y las procedentes de «países de bajos ingresos», según el texto.
Con respecto a estos últimos datos de nacionalidad, las conclusiones del informe (coordinado por el Observatorio de Salud de las Mujeres) sugieren que el riesgo de sufrir violencia puede incrementarse (al menos así ocurrió en el confinamiento) en los grupos más desfavorecidos, como el estatus migratorio, la racialización, peores condiciones laborales y falta de autonomía económica.
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