Sucesos

Desarticulada una organización que introducía hachís en narcolanchas en las costas alicantinas

La Guardia Civil detiene a 26 personas en tres provincias

La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que se dedicaba a introducir hachís, procedente del norte de África, en España por vía marítima a través de narcolanchas que botaban en las costas alicantinas.

Así, en el marco de la operación ‘Uleyla y Mar 21′, se han llevado a cabo 26 detenciones en las provincias de Alicante, Almería y Murcia por los delitos de contrabando, tráfico de drogas, usurpación de estado civil, falsedad documental, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, ha informado el instituto armado en un comunicado.

Las investigaciones se iniciaron hace un año, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de una posible botadura de una embarcación de alta velocidad, de las que habitualmente utilizan las bandas de narcotraficantes, desde las costas norteafricanas con destino a un puerto de la costa de Alicante.

Las primeras investigaciones pusieron a los agentes tras la pista de dos empleados de un puerto deportivo alicantino que, según se ha podido constatar, ofrecían seguridad a la organización durante el transcurso de su jornada laboral.

Durante una botadura de una narcolancha en un puerto deportivo en Guardamar del Segura (Alicante) los sospechosos, que estaban siendo vigilados, huyeron del lugar en un vehículo a toda velocidad, arrasaron con el vallado de las instalaciones y dañaron varios vehículos que había estacionados en la zona.

Por otra parte, en el mes de junio de 2021, los investigadores interceptaron un tráiler equipado con un doble fondo, al que se accedía mediante un sofisticado sistema hidráulico de apertura.

Días después, se logró frustrar una nueva botadura de otra narcolancha en la playa de El Pinet, en la localidad alicantina de La Marina. Para su realización, la banda tenía preparados un tractor agrícola, un remolque ligero y un camión pluma.

En esta ocasión, el transporte de la embarcación fue interceptado por los agentes a escasos metros del punto de botadura, interviniendo una embarcación de 12 metros de eslora y con 700 caballos de potencia. La Guardia Civil detuvo en ese momento al conductor del transporte y a su acompañante.

En un momento de la investigación, los agentes impidieron que el grupo llevase a cabo dos alijos en las playas de la costa de Almería, en los que fueron intervenidos en total 47 fardos de hachís. Uno de ellos fue incautado en la localidad de San Juan de los Terreros, en una embarcación de alta velocidad, y el otro en Mojácar, dentro de una embarcación recreativa.

Tras varios meses de investigaciones, se ha llevado a cabo la última fase de explotación de estas dos operaciones. Como resultado, se ha detenido a 26 personas, en las provincias de Almería, Alicante y Murcia --en las localidades almerienses de Macael, Olula del Río, Níjar, Carboneras, Mojácar y Pulpí; en las localidades alicantinas de Torrevieja, Guardamar de Segura y Orihuela; y en San Javier de la Región de Murcia.

Además, se han realizado nueve registros en la provincia de Almería, y han sido intervenidos 30.000 euros, dos vehículos, dos embarcaciones, tres armas de fuego cortas con numerosa munición, tres pistolas eléctricas tipo Taser, un fusil de asalto AK municionado, dos hélices para motores náuticos de alta potencia y numerosos dispositivos de navegación y comunicación por satélite.

También se han incautado 1.500 kilogramos de hachís, varias dosis de cocaína, y los elementos necesarios para la preparación y venta al menudeo de la droga.

Paralelamente a la investigación por narcotráfico y organización criminal se desarrolló una investigación patrimonial, de la que se obtuvieron multitud de indicios que vinculan a la organización con el delito de blanqueo de capitales.

En este sentido, el pasado mes de mayo de 2022 se dieron por finalizadas ambas operaciones, con la fiscalización de 236 cuentas bancarias. Al parecer, la banda creó un entramado empresarial, mediante el que adquirió empresas solventes. Después, bajo el nombre de estas empresas, adquirían bienes para uso de la actividad criminal.

El dinero obtenido con la actividad ilícita era exportado a paraísos fiscales mediante pagarés millonarios, a través de testaferros o incluso de sus propios familiares. Posteriormente, el dinero era blanqueado al ser invertido en Fundaciones en Sudamérica, lo que dificultaba el rastro económico.

La operación ha sido desarrollada por el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de Alicante y el Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico de Andalucía (OCON SUR), que han contado con el apoyo del Grupo de Acción Rápida (GAR), el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (CRAIN) y el Servicio Cinológico de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería.

La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Purchena (Almería), informa Ep.