Hogar
¿Cómo puedo identificar si una grieta es peligrosa?
Es conveniente que -cada cierto tiempo- nos demos un paseo por el interior y el exterior de la vivienda para identificar cualquier grieta que pueda considerarse “peligrosa”
La mayoría de las grietas en las viviendas se producen a raíz de una cimentación imperfecta. La humedad de la tierra y el lento movimiento del suelo, acaban por mover la estructura de la vivienda. Y eso hace que se produzcan pequeñas fracturas -incluso- en los edificios recién construidos. De hecho, en las viviendas de nueva construcción es muy frecuente que aparezcan pequeñas grietas hasta que los materiales se sequen y queden definitivamente asentados.
También son más frecuentes en las segundas residencias. Porque son edificios que suelen dejarse “abandonados” durante los meses de invierno. Durante esta época del año, el hecho de que no haya nadie viviendo en ellas usando la calefacción para mantenerse calientes; puede hacer que las paredes y los techos se agrieten con una mayor facilidad. Por eso es conveniente que, cada vez que entremos después de un tiempo a una “casa de verano”, nos demos un paseo por el interior y el exterior de la vivienda para identificar cualquier grieta que pueda considerarse “peligrosa”.
¿Cuándo debo empezar a preocuparme?
En general, una pared levemente agrietada es algo muy común y no es motivo de alarma... aunque sí que hay algunas que pueden manifestar un daño estructural que podría generar un problema en el largo plazo. Esto no significa tampoco que debamos asustarnos. Porque la aparición de una grieta no va a poner nuestra vida o la de nuestra familia en riesgo. Sin embargo, sí que convendría que -en los casos siguientes- nos pongamos en contacto con un ingeniero o con un arquitecto que nos oriente y nos explique hasta qué punto puede suponer un problema para el mantenimiento de nuestro hogar.
Para saber si estamos frente a una de estas “grietas peligrosas” nos fijaremos en la forma, en la dirección y en el ancho de la fractura. Una primera aclaración que podemos hacer es que no debemos preocuparnos por las grietas verticales u horizontales. Porque estas suelen indicar que los materiales se han contraídodurante el secado… lo que es algo bastante típico después de la construcción, cuandose han utilizado pinturas de mala calidad o cuando se ha colocado yeso de mala manera... y en ninguno de estos casos se trata de un problema grave o difícil de solucionar.
Sin embargo, sí que debemos prestar un poco más de atención a las grietas irregulares, en escalones o en diagonal. Estas formas nos indican que la casa se está moviendo debido a una cimentación insuficiente. Es algo absolutamente normal y en la mayoría de los casos es algo totalmente inofensivo. Pero también puede evidenciar un problema mucho más grave.
Como es lógico, una grieta más ancha debe preocuparnos más que una grieta más estrecha. En general, podemos decir que el “peligro” empieza a partir de los 3 milímetros. En cuyo caso deberíamos llamar a un especialista para que analizase si -efectivamente- se trata de un problema serio al que debamos prestar más atención.
Pero si la holgura es más pequeña, no hay nada de lo que debamos preocuparnos (siempre y cuando no esté creciendo, claro). Porque es natural que las viviendas se muevan un poco a lo largo del año o que se trate -simplemente- de que se ha usado una pintura de mala calidad para pintar las paredes. Además,son muy fáciles de reparar con un poco de masilla, con un lijado y una nueva capa de pintura.
Ahora bien, el ancho y la forma no es lo único en lo que debemos fijarnos… la localización de estas grietas también es importante. Una grieta alrededor de puertas y ventanas es menos comprometida, porque es en estos lugares donde más presión ejerce la estructura... por lo que es normal que sea ahí donde aparezcan grietas superficiales. En cambio, si aparecen en la mitad de la pared o del techo, puede indicar un problema más grave (porque no es una zona que físicamente esté sometida a más presión).
La situación más preocupante que podemos encontrarnos es cuando una grieta en ángulo va creciendo y se vauniendo con más grietas en la zona. Ocurre pocas veces… pero ocurre. Y en estos casos, lo que debemos hacer es contactar con un especialista. Porque el problema puede ir a peor.
Por último, debemos fijarnos también en el color. Si la zona que rodea a la grieta se ha oscurecido o si ha adquirido un tono amarillento, entonces estaremos frente a una filtración de agua. En este caso, no servirá de nada arreglar la grieta si no arreglamos primero la fuga... porque el problema seguirá apareciendo una y otra vez.
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