Cómo limpiar las manchas en la pared sin deteriorar la pintura

A pesar de que el mal estado de nuestras paredes es una de las cosas que más desmejoran la imagen de nuestro hogar, es algo a lo querara vez solemos prestar atención a la hora de la limpieza. Quizás tiene que ver con que el deterioro de las paredes suele ser gradual... y como ocurre con cualquier cosa que suceda poco a poco, simplemente nos acostumbramos a ello.

Normalmente, nos damos cuenta de que las paredes están sucias cuando apreciamos que el color ha envejecido tanto que no hay manera de que el problema pase desapercibido o cuando las manchas son demasiado evidentes. Pero deberíamos adelantarnos a esta situación y limpiarlas antes de que lleguen a ese punto. La solución más común, y posiblemente la más efectiva es -simplemente- volver a pintar las paredes.

Pero no siempre es la solución más cómoda... y desde luego, no suele ser la opción más barata. Hay muchas ocasiones en las que podremos quitar las manchas de comida, de grasa o de rozaduras con remedios caseros para dejarlas como nuevas:

¿Cómo limpiar las manchas?

El éxito a la hora de limpiar las manchas de las paredes dependerá casi por completo del diagnóstico del problema y en la elección del tratamiento. No es lo mismo enfrentarse a un tipo de pared u otra... o a un tipo de mancha u otra. Lo bueno es que, en cualquiera de los casos, hay muchas soluciones al alcance de cualquier bolsillo.

Y una precaución general, antes de empezar con los posibles remedios, es importante tener en cuenta que cuanto antes intentes eliminar la mancha, se necesitará menos esfuerzos para retirarla y mejor será el resultado.

Pinturas plásticas

Para las paredes que están pintadas con pinturas plásticas y lavables, las alternativas son mucho más variadas que en el resto de casos. Aunque suele ser suficiente con frotar la mancha con una esponja o con un trapo mojado en agua tibia y con jabón neutro. La mancha tiene que ser frotada con suavidad y con movimientos circulares.

Si la mancha es superficial y no es demasiado grave, seguramente te consigas deshacer de ella. Eso sí, recuerda que cada vez que utilices agua, debes asegurarte de haberla retirado en su totalidad cuando hayas terminado para evitar que surja una nueva mancha debido a la humedad... no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad.

Si la mancha persiste, podrás utilizar una solución de bicarbonato y agua o -incluso- utilizar pasta de dientes. También puedes recurrir a diluir en agua una cucharada de amoniaco o de un detergente no abrasivo. Aunque estos remedios deben reservarse únicamente para los casos más extremos y cuando no ha funcionado el agua con jabón.

Si quieres eliminar la mancha de una pared blanca y ves que con el jabón no es suficiente, tenemos la opción de usar un poco de lejía. Pero cuidado, solo si se trata de una pared blanca. Este producto es muy agresivo y nunca puede usarse sobre paredes de color o sobre papel pintado.

Pared al temple

Para identificar si tu pared está pintada al temple, tienes que mojar un trapo y frotar suavemente en una zona que sea poco visible. Si el trapo se mancha de la pintura, es temple; y si no se mancha, no lo es. En estos casos, la mejor alternativa suele ser utilizar una goma de borrar.

Pero recuerda que este tipo de pintura se quita con mucha facilidad, por lo que debes tener cuidado de no pasarte. Porque si frotas demasiado con la goma de borrar, lo que puede suceder es que retires también ese tono que ha adquirido la pared por el paso del tiempo, quedando más clara que las zonas de alrededor. Y eso puede ser contraproducente.

Por eso, cuando estés limpiando una pared al temple, hazlo en intervalos. Frota con la goma de borrar durante un par de minutos y luego retírate un poco para mirar el resultado general. Así podrás identificar como varía el tono de la pared sin perderte en los detalles.

Papel pintado

En este tipo de paredes, el truco de la goma de borrar también puede ser muy efectivo. Eso sí, aunque estos materiales suelen ser bastante resistentes, recuerda que -al fin y al cabo- son de papel. Y si frotas con demasiada fuerza, es posible que se resienta. Otra precaución que también hay que tener en cuenta con este tipo de paredes y que nunca está demás recordar es que no se puede utilizar el agua a la ligera.

Solo puede utilizarse en el caso de que el papel pintado sea de vinilo. Son las únicas paredes que aceptan el lavado con agua y jabón sin deteriorarse. En este caso, una buena opción también puede ser aplicar polvos de talco unos 30 minutos antes de limpiarlo para que esta se retire con facilidad. Una vez pasado este tiempo, frota suavemente con un trapo húmedo y acuérdate de secar la superficie después. Con un poco de suerte la mancha habrá desaparecido.

Borrador mágico

Todos los remedios anteriores son muy sencillos y económicos. Sin embargo, también existe la posibilidad de recurrir a productos específicos que se pueden encontrar en las tiendas y en los comercios especializados. El más común es el borrador mágico, que suele ser muy efectivo. Y no solo para paredes, también se puede utilizar en puertas, enchufes, interruptores, muebles, rodapiés, (...). Para utilizarlo, lo único que debemos hacer es mojarlo, escurrirlo hasta que no caiga ni una gota y frotar las manchas hasta que estas desaparezcan. Pero recuerda, debes seguir siempre las recomendaciones de uso del fabricante, ya que puede ser un producto bastante agresivo.