Coronavirus
Identifican qué parte del coronavirus vuelve a Ómicron más efectiva
El estudio ha confirmado además que los anticuerpos de variantes anteriores son menos eficaces, aunque en quienes han recibido la vacuna la respuesta inmunitaria es mejor
Investigadores de los Institutos Gladstone, UC Berkeley y el Instituto de Genómica Innovadora (Estados Unidos) han utilizado partículas similares al virus SARS-CoV-2 para identificar qué partes son responsables de la mayor infectividad y propagación de la variante Ómicron, informa EP.
El trabajo, publicado en la revista científica “Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States”, también ha confirmado que los anticuerpos generados contra variantes anteriores del virus son mucho menos eficaces contra Ómicron, pero demostraron que los individuos recientemente reforzados tienen niveles más altos de anticuerpos eficaces.
“El sistema de partículas similares a los virus nos permite consultar rápidamente nuevas variantes y conocer si se modifica su infectividad en el cultivo celular. En el caso de Ómicron, nos permitió conocer mucho mejor cómo, a nivel molecular, esta variante es diferente de otras”, ha comentado la doctora Melanie Ott, directora del Instituto Gladstone de Virología y autora principal del nuevo estudio.
En los últimos meses, este equipo de investigación ha desarrollado partículas similares al virus para capturar el efecto de diferentes mutaciones en la variante ómicron del SARS-CoV-2.
Descubrieron que las mutaciones de Ómicron en la proteína espiga hacían que las partículas similares al virus fueran dos veces más infecciosas que las que tenían la proteína espiga ancestral. Y las partículas similares al virus que portaban las mutaciones de Ómicron en la proteína de la nucleocápside eran 30 veces más infecciosas que el SARS-CoV-2 ancestral.
“Se ha prestado mucha atención a la espiga, pero estamos viendo en nuestro sistema que, tanto para Delta como para ómicron, la nucleocápside es realmente más importante para aumentar la propagación de este virus. Creo que si queremos generar mejores vacunas o buscar cómo bloquear la transmisión de Co vid-19, podríamos pensar en otros objetivos además de la proteína de la espiga”, apunta Ott.
Cuando el equipo fabricó partículas similares al virus que portaban mutaciones en las proteínas de la membrana o de la envoltura de ómicron, descubrieron que las partículas no eran más infecciosas que las partículas ancestrales similares al virus; de hecho, sólo eran la mitad de infecciosas que otras variantes.
“Ómicron tiene muchas mutaciones, y nuestros hallazgos nos dicen que algunas de estas mutaciones son realmente perjudiciales para el virus. Pero también significa que podría ser posible que ómicron evolucione para ser aún más infeccioso si se levantan esos frenos”, detalla Abdullah Syed, primer autor del estudio.
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