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¿Lo has intentado todo y no funciona? Utiliza este truco psicológico para adelgazar de una vez por todas

Cualquiera puede hacer un sacrificio durante una o dos semanas... lo realmente complicado es promover un cambio permanente en nuestro estilo de vida

Perder peso nunca es sencillo. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden sernos de utilidad | Fotografía de archivo
Perder peso nunca es sencillo. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden sernos de utilidad | Fotografía de archivoFrédéric CirouGTRES

Adelgazar es muy fácil... al menos en la teoría. Lo único que hay que hacer es crear un déficit calórico, para forzar a nuestro organismo a absorber energía del tejido adiposo almacenado en nuestro cuerpo. Es decir, que para adelgazar, tenemos que comer menos de lo que consumimos.

¿Lo has intentado todo y no funciona? Utiliza este truco psicológico para adelgazar de una vez por todas
¿Lo has intentado todo y no funciona? Utiliza este truco psicológico para adelgazar de una vez por todaslarazon

Pero claro, esto... que suena tan sencillo en la teoría... no lo es tanto en la práctica. Si adelgazar fuera fácil, no habría tantas dietas extravagantes como la dieta de la piña, la dieta de la alcachofa o la diera la del pomelo (etc). La razón por la que ninguna de ellas funciona es esencialmente la misma. Es decir, que todas ellas (las más razonables, al menos) cumplen con la parte teórica a la perfección... pero cuando se trasladan a la práctica, resultan del todo imposibles. Cualquiera de estas dietas planteará un régimen de alimentación que -efectivamente- fuerza el déficit calórico. Sin embargo, no hay manera de mantenerlas en el medio y en el largo plazo, porque no son capaces de atacar al problema psicológico subyacente.

Bajar de peso y mantenerlo exige un cambio permanente en nuestro estilo de vida. Cualquiera puede comprometerse a dejar la comida basura durante una o dos semanas, pero si no cambiamos elsistema de creencias que se esconde detrás de esta preferencia por la alimentación poco saludable... será muy difícil que pueda mantener cualquier cambioen su dieta en el largo plazo. O sea, que la constancia no sólo es recomendable, sino que también es necesaria. Pero es algo que se hace prácticamente imposible si no estamos preparados para sufrir una transformación psicológica, que nos permita cambiar nuestra relación con la comida y con el deporte.

¿Cómo conseguir un cambio en nuestra psique?

Nutricionistas, entrenadores personales y demás expertos en la forma física, llevan un tiempo prestando mucha atención a los factores psicológicos que se esconden detrás de los patrones de comportamiento que juegan en contra de los objetivos de sus clientes y de sus pacientes. Y se han dado cuenta que si el hábito que quieren incorporar a su rutina -por positivo y racional que sea- entra en conflicto con su identidad, van a fracasar cuando intenten llevarlo a la práctica en el largo plazo.

La motivación, la gestión emocional, las expectativas que una persona tiene sobre sí misma, la influencia de su educación, las creencias que guían su pensamiento, etc. Son muchos los aspectos psicológicos que debemos analizar para encontrar el origen del problema visible, que -en este caso- es una mala alimentación y una mala rutina física en general. Y es importante hacerlo. Porque no podemos plantear el mejor tratamiento... si antes no hemos planteado el mejor diagnóstico.

Cualquiera puede mantener un hábito durante un par de semanas... integrarlo en nuestra rutina es bastante más complicado | Fuente: Pixabay / Sam Williams
Cualquiera puede mantener un hábito durante un par de semanas... integrarlo en nuestra rutina es bastante más complicado | Fuente: Pixabay / Sam WilliamsLa Razón

De acuerdo con un estudio realizado en el año 2013 por Consumer Reports National Research Center, más del 70% de los 1.300 psicólogos encuestados aseguró que la mejor forma de implantar un cambio permanente en personas que lidian con su peso (y con las que trabajaban habitualmente) es la terapia cognitiva-conductual; una metodología del trabajo psicológico que se centra en cambiar la forma en la que pensamos y sentimos, para así cambiar nuestra conducta.

Uno de los mayores defensores de esta idea es James Clear, autor del bestseller “Hábitos Atómicos”, donde plantea que cambiando esos pequeños hábitos que repetimos cada día, podemos conseguir enormes logros en el largo plazo. Y una de sus reglas para conseguir un cambio permanente en nuestros hábitos diarios, está muy relacionado con este enfoque: “Tus hábitos (...) son el canal a través del cual desarrollas y cultivas las creencias más profundas acerca de ti mismo. De manera literal, te conviertes en tus hábitos”. Por eso, “para que logres convertirte en la mejor versión de ti mismo, es necesario que constantemente revises y corrijas tus creencias y que actualices y expandas tu identidad”.

Debemos integrar el cambio dentro de nuestra identidad. Si cambiamos el “soy el tipo de persona que QUIERE esto”... por “soy el tipo de persona que ES esto”, ya no estaremos intentando logran un cambio en nuestra conducta. Simplemente estaremos actuando cómo actuaría la persona que queremos ser. Lo mejor de todo es que, cuánto más encarnamos el papel de la persona que queremos ser y más practicamos los hábitos que seguiría esa persona en su día a día, más resultados obtendremos y -en consecuencia- más reforzaremos nuestra autopercepción y más integrados sentiremos los cambios en nuestra identidad.

En conclusión, en primer lugar debemos plantearnos qué resultados queremos obtener. En este caso, queremos obtener un cuerpo esbelto y en forma. Después, debemos plantearnos qué tipo de persona sería capaz de mantener esta forma física... y actuar en consecuencia, haciendo que esa identidad sea ahora nuestra. Ya no eres una persona que quiere un cuerpo delgado... eres una persona saludable que disfruta del ejercicio físico.

Se recomienda incrementar el consumo de vegetales
Se recomienda incrementar el consumo de vegetalesDREAMSTIMEDreamstime

Y en lugar de concentrarnos en los resultados que buscamos conseguir... nos concentraremos en qué haría una persona capaz de conseguir esos resultados. “¿Qué productos de los que tengo en la nevera querría comer una persona saludable?”; “¿A qué hora se despertaría una persona saludable?”; “¿Una persona saludable pediría una hamburguesa o una ensalada?”; etc.

Y nos hemos centrado en el caso de los problemas de peso-simplemente- porque es un problema frecuente y que puede despertar cierto interés en la mayor parte de la población. Pero en realidad, este mismo método psicológico puede ser aplicado hacia cualquier cambio de estilo de vida que queramos incluir en nuestra rutina. Sea cuál sea tu objetivo, debes convertirte en la persona capaz de conseguirlo.