Mascotas

Los gatos no huelen sólo por la nariz. Qué es el “Órgano de Jacobson” y cómo afecta a su comportamiento

Los gatos a los que se les ha extirpado el órgano vomeronasal tienen comportamientos sexuales erráticos y traten de copular de manera aleatoria

Hemos dicho que el gato “olisquea” a través de la nariz y a través del órgano de Jacobson, pero esto no implica que ambas formas de “oler” sean iguales | Fuente: Icsilviu / Pixabay
Hemos dicho que el gato “olisquea” a través de la nariz y a través del órgano de Jacobson, pero esto no implica que ambas formas de “oler” sean iguales | Fuente: Icsilviu / PixabayLa Razón

Los gatos son unos animales verdaderamente fascinantes. Es posible que muchas personas los miren con cierto recelo… por eso de la rivalidad entre “perrunos” y “gatunos”. Pero una vez que empiezan a conocerse qué se esconde detrás esa aparente “indiferencia” tan característica, cualquiera acaba enamorándose de ellos.

Y es que, en realidad no son unos animales tan fríos como se suele pensar. El cerebro de los gatos es similar en un 90% al de los humanos. De hecho, ambos tienen en su cerebro las mismas regiones dedicadas a las emociones. Esto, lejos de ser una mera curiosidad, evidencia que pueden ser unas mascotas cariñosas.

Obesidad en mascotas, gato obeso
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Pero lo que es realmente cautivador de estos animales, es que son unas criaturas enigmáticas y llenas de particularidades. Por ejemplo, poca gente sabe que -en realidad- los gatos no olisquean únicamente con la nariz. También lo hacen con el llamadoÓrgano de Jacobson” o “vomeronasal, que está situado en la parte superior de la boca, entre la nariz y la garganta, y que analiza la composición del aire. Este es lo que provoca que -en ocasiones- los gatos se queden con la boca abierta. Lo que están haciendo -en realidad- es asimilan mejor los olores.

Es un órgano que comparten con otras especies, sobre todo las serpientes y otros reptiles. Y al parecer, los humanos también tenemos una versión vestigial sin ninguna utilidad práctica, aunque con un residuo de conexión con el cerebro.

¿Cómo afecta a su comportamiento?

Otro concepto relacionado y que también deberíamos conocer es el de “reflejo de Flehmen”, que es ese hábito tan característico de los gatos: se quedan muy quietos, como si estuvieran hipnotizados mirando algo y hacen una mueca con la que levantan el labio superior, abriendo la boca y elevando la cabeza. Después inhalan unas cuantas bocanadas de aire para atraer las partículas a su órgano vomeronasal.

Los gatos comparten el órgano de Jacobson con otras especies, sobre todo las serpientes y otros reptiles | Fuente: www_slon_pics / Pixabay
Los gatos comparten el órgano de Jacobson con otras especies, sobre todo las serpientes y otros reptiles | Fuente: www_slon_pics / PixabayLa Razón

En el caso particular de los gatos, la función principal del órgano de Jackobson es captar feromonas, que tienen una importante función sexual. De hecho, aquellos gatos a los que se les ha extirpado el órgano vomeronasal son incapaces de diferenciar entre macho y hembra o el momento del celo. Lo que hace que tengan comportamientos erráticos y traten de copular de manera aleatoria, sin obedecer a sus patrones naturales.

Antes hemos dicho que el gato “olisquea” a través de la nariz y a través del órgano de Jacobson, pero esto no implica que ambas formas de “oler” sean iguales. Cuando el órgano vomeronasal capta una feromona, el mensaje no se envía a las mismas zonas del cerebro a las que se enviarían en caso de que hubiese sido captada por las vías olfativas, que serían las zonas cognitivas y analíticas. En lugar de eso, se envían a zonas como la amígdala o el hipotálamo. Esto significa que el haber captado esa feromona provocará una reacción emocional…y no cerebral. Lo cuál desencadenará comportamientos instintivos, generalmente sexuales.