Sucesos
Absueltos los padres de un bebé que murió tras ser zarandeado
El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) considera que no se puede determinar que fuera intencionado
La Audiencia de Huesca ha absuelto a los padres de un bebé que se enfrentaban a una petición fiscal de 4 años de prisión por el homicidio por imprudencia de su bebé al entender que las pruebas periciales practicadas no acreditan que ejercieran un zarandeo intencionado y le causaran así la muerte.
En su sentencia, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), el tribunal admite que a la vista de las pruebas "no queda la más mínima duda" de que las lesiones traumáticas que se ocasionaron al menor devienen de un zarandeo que finalmente causó una hemorragia cerebral en el bebé, pero puntualizan que "se desconoce el alcance o intensidad de ese zarandeo".
Los magistrados añaden a este respecto que la lesión pudo ser una acción accidental al incorporar rápidamente los padres al bebé al observar que éste entraba en una situación de asfixia y de rigidez, y tratar de auxiliar con este movimiento súbito que repercutió en su cabeza.
Además, se apoyan en un informe que considera "frecuente" que en los casos de síndrome del bebe zarandeado los niños tengan lesiones objetivadas, señales de fracturas óseas, "cosa que aquí no ocurre", subrayando que en su opinión no hay un síndrome de bebe zarandeado, sino una hemorragia provocada por los vómitos y el proceso de deshidratación asociado.
El bebé nació el 8 de enero de 2022 y pocas semanas después, el 22 de febrero, ingresó con dificultades para respirar en el hospital San Jorge de Huesca, donde se le diagnosticó coronavirus antes de ser dado de alta.
Finalmente, el bebé ingresó el 6 de marzo en el hospital Miguel Servet de Zaragoza con hematomas compatibles con el síndrome del bebé zarandeado, y falleció veinte días después.
Los informes de los especialistas motivaron la detención y enjuiciamiento de los padres, domiciliados en Jaca, por un presunto delito de homicidio imprudente, a pesar de que, según hicieron constar más tarde los peritos judiciales, no se detectaron en su cuerpo goles ni fracturas en las costillas compatibles con los del referido síndrome.