Fauna

Al cerdo vietnamita le llegó su san Martín

A partir de 2022 estará prohibida su tenencia como mascota. El Gobierno también incluye en la lista a tres reptiles: tortugas de la Florida, serpientes pitones y varanos de la sabana.

En España se empezaron a ver cerdos vietnamitas como mascotas en 2012. Foto: DREAMSTIME
En España se empezaron a ver cerdos vietnamitas como mascotas en 2012. Foto: DREAMSTIMElarazon

A partir de 2022 estará prohibida su tenencia como mascota. El Gobierno también incluye en la lista a tres reptiles: tortugas de la Florida, serpientes pitones y varanos de la sabana.

Aún recuerda Javier la llamada que recibió de una mujer, totalmente desesperada, demandando auxilio para su cerdo vietnamita, al que no conseguía hacer caminar. Este veterinario, que regenta junto con su compañero Carlos el primer hospital especializado en animales exóticos, acudió a ver cuál era el problema. Al llegar se encontró al pobre cerdito con las patas ya deformadas: «La gente no sabe que hay que sacarlos a pasear. Le habían crecido tanto las uñas que ya casi ni podía moverse», apunta. Historias como esta tiene a decenas. Y no solo con puercos. «A la clínica han llegado a traer desde un cocodrilo en un ataúd, hasta a un cachorro de león con septicemia, que el señor cuidaba en una finca como si fuera un gatito».

La tenencia de animales exóticos se ha convertido en una peligrosa moda que no solo afecta a la salud y el bienestar de estas especies, sino también a nuestro ecosistema. Por ello, el Gobierno ha decidido ponerle coto y ha añadido cuatro especies a la lista de prohibidas: el cerdo vietnamita y tres reptiles, las serpientes pitones, las tortugas de Florida y los largartos varanos de la sabana. El Ministerio para la Transición Ecológica ha decretado que a partir de 2022 no se podrá poseer, transportar, traficar o comerciar con estos ejemplares. Los actuales dueños de estas especies podrán respirar tranquilos porque no tendrán que deshacerse de ellos, pero sí deberán comunicar a la comunidad autónoma correspondiente su tenencia y seguir sus indicaciones en cuanto a las condiciones de control, tales como su esterilización, marcaje y una declaración responsable de que no se liberarán al medio ambiente ninguno de estos animales.

«El problema viene cuando la gente, por determinadas modas, adquiere mascotas que no se adaptan a las casas», apunta Javier. En el caso del cerdo vietnamita todo empezó cuando George Clooney y Paris Hilton fueron fotografiados paseando con ellos como si de perros se tratase. Los puercos pasaron a ser «trendy» y en 2012 empezaron a verse en algunas ciudades españolas. Pero muchos se llevaron las manos a la cabeza cuando sus cachorros crecieron y tomaron grandes dimensiones, de más de 80 kilos. Así que optaron por abandonarlos, con consecuencias desastrosas. No solo porque la Administración no sepa qué hacer con la saturación de los centros de acogida, tal y como apuntó ayer el Gobierno. Sino porque muchos son liberados voluntariamente en la naturaleza, con el consiguiente riesgo de hibridación con especies autóctonas, como el jabalí y del aumento de este mamífero que ya tiene una superpoblación en España y está causando grandes destrozos.

También hay que tener en cuenta, apunta este veterinario, el bienestar del animal. Explica que los cerdos tienen necesidades sociales y de espacio que sobrepasan a lo que puede ofrecerse desde una vivienda convencional: «Necesitan compañía, estímulos y hacer ejercicio. Si el tamaño de la casa no les ofrece movilidad o la atención que reciben no es adecuada, el sedentarismo puede acabar en obesidad y derivar en otros problemas de salud». Para evitar todos estos problemas, el Gobierno los ha incluido en la lista de animales prohibidos, que ya contaba con 185 especies.

Javier, como especialista en animales exóticos va más allá. «Antes de adquirir una mascota recomiendo dejarse asesorar por un especialista». Y ofrece varias claves: «Los suricatos, aunque no están prohibidos, no son recomendables en casas porque están acostumbrados a caminar muchísimo para buscar a sus presas». Estos mamíferos carnívoros que habitan en las regiones desérticas de África «tienen las uñas larguísimas porque les gusta escarbar. Así que los problemas más frecuentes es que destrocen los rodapiés». «Los suricatos en España suelen pasar sus días en jaulas y, encerrados, desarrollan comportamientos repetitivos: deambulany se muerdenlas patas». Los loros, explica, tampoco son recomendables como mascotas, porque «están diseñados para vivir en grupo y son muy inteligentes. Si se quedan solos, se aburren y se arrancan las plumas. Sufren mucho». Como último apunte para los hogares con niños, aconseja no optar por los hámsters, «mejor un camaleón porque está diseñado para pasar horas y horas en una rama sin moverse».