La edad de oro de las apps de fitness ya está aquí

El potencial de las aplicaciones relacionadas con la práctica del deporte y los accesorios que llevan asociados suponen uno de los puntos más interesantes en el universo de la movilidad. Una buena muestra de ello tuvo lugar ayer en el MWC, donde se ha presentado el nuevo Samsung Galaxy S5 y Gear Fit, una pulsera para medir las constantes vitales que se enlaza al teléfono.

Bajo mi punto de vista, la edad de oro de las apps de fitness comienza con el lanzamiento del Samsung Galaxy S5 y el Gear Fit. Estos dos productos pueden llevar al usuario final de forma cómoda y práctica toda la tecnología asociada al fitness y la movilidad. No es casualidad que la nueva generación del Galaxy S5 sea resistente al agua y al polvo ya que, de esta manera, puedes llevártelo a practicar deporte en condiciones poco usuales. Si lo asocias a la pulsera Gear Fit, que también es resistente a polvo y líquidos, podrás controlar toda la actividad desde la muñeca sin miedo a que sufran desperfectos.

En la gestión y monitorización de los datos provenientes de esta pulsera juegan un papel fundamental las apps de fitness, ya que pueden aprovechar al máximo el potencial de la tecnología y dotar al usuario de una experiencia muy completa.

Además del control de los signos vitales, también se puede visualizar a través de su pantalla táctil curva AMOLED las notificaciones y alarmas provenientes del smartphone. El hecho de que no tenga cámara o micrófono permite un uso en condiciones más extremas.