Sí a la vida

Argentina es un país de paradojas

La Razón
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Argentina es un país de paradojas, de mestizaje y dramatismo, de mezclas encontradas pero no siempre bien digeridas. Una nación donde converge el nuevo y viejo mundo, lo latino y lo europeo. Sus principios, leyes y ética, son fruto de esa ambigüedad y como tal deben de interpretarse. Es fácil encontrar personalidades de izquierdas que bien podrían catalogarse como progresistas, enarbolar la bandera de los derechos humanos y del matrimonio igualitario. Sin embargo, hay líneas que nunca cruzan y una de esas es la del aborto.

Pérez Esquivel recibió en 1880 el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos por medios no violentos frente a las dictaduras militares en América Latina. Preso y torturado por el régimen militar, estuvo encarcelado 14 meses y en libertad vigilada otros tantos. Fue uno de los primeros que defendió al nuevo papa, tras las acusaciones de no haber hecho todo lo posible para obtener la liberación de dos sacerdotes secuestrados, y de saber del secuestro de bebés realizado por la dictadura.

Pérez Esquivel se expresó sobre el aborto opinando que hay que partir desde la base de generar conciencia y de una buena educación sexual, para no tener que llegar a la situación del embarazo no deseado y el consecuente aborto.

El Presidente del Consejo Honorario del Servicio de Paz y Justicia latinoamericano y de la Liga Internacional por los Derechos Humanos y la Liberación de los Pueblos afirmó tajantemente: "«Quien justifica el aborto, justifica la pena de muerte, y yo estoy contra la pena de muerte y contra el aborto. Ser progresista significa defender la vida y nada más».

Evita y su no al aborto

Durante el peronismo el aborto se identificó como un arma del exterior para mermar la natalidad argentina. Con la vuelta del Gral. Juan Perón al poder, pone en marcha lo que se llamó el Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional (1974-1977) del gobierno peronista que incluía la prohibición de interrumpir el embarazo. Famoso es también el discurso para radio de Evita, donde afirmaba:

"La misión sagrada que tiene la mujer no sólo consiste en dar hijos a la Patria, sino hombres a la Humanidad. Hombres en el sentido cabal y caballeresco de la hombría, que es cuna del sacrificio cotidiano para soportar las contrariedades de la vida y base del valor que inspira los actos sublimes del heroísmo cuando la Patria lo reclama"

El espíritu peronista de la mujer de Perón pero también sus convicciones católicas se han reencarnado en actual presidenta, Cristina Kirchner. Hay una anécdota que escenifica la postura de la mandataria frente al aborto.

Sophie Thonon, una abogada francesa defensora de víctimas de la represión en Argentina le pregunta en París acerca de la despenalización del aborto a lo que Cristina Fernández le responde: "Yo no soy progre soy peronista [...] Las sociedades tienen sus tiempos y yo no creo que la Argentina esté para eso. Apenas si pudimos aprobar una ley de educación sexual y de reproducción responsable y hay que ver lo que costó eso. Además, y más allá de eso, yo estoy en contra del aborto. Y para terminar la conversación agregó:"Tuve un aborto natural durante mi juventud y te aseguro no se lo recomiendo ni a mi peor enemigo"