Investigación científica
Ataque al cáncer con el virus del catarro
Un ensayo clínico, pionero en el mundo, ataca los tumores cerebrales más agresivos
Cuando no puedes con tu enemigo, únete a él o, como en este caso, utilízalo a tu favor. Esto es lo que quiere hacer un equipo de especialistas en Oncología y Neurocirugía de la Clínica Universidad de Navarra. Han puesto en marcha un nuevo ensayo clínico con el que quieren atacar los tumores cerebrales más agresivos –glioblastomas– con un virus modificado genéticamente para que no pueda dañar las células sanas. En concreto: el adenovirus delta 24-RGD, muy común en procesos catarrales. La utilización de este virus para atacar las células tumores ya se inició en el MD Anderson Cancer Center de Houston, uno de los centros punteros de investigación. Con todo, los especialistas de Navarra han dado un paso más y combinarán la inoculación del virus con quimioterapia. «Queremos reclutar a 31 pacientes a los que les hayan diagnosticado este tumor en primera recidiva (reaparición del cáncer tras la cirugía). Primero les inyectamos el virus en el cerebro y 14 días más tarde los tratamos con temozolamida, un tipo de quimio», explica Sonia Tejada, neurocirujana e investigadora principal del ensayo.
Al igual que el virus agrede nuestro sistema inmune y nos produce fiebre, dolores de cabeza o congestión nasal, cuando se inyecta directamente en el cerebro «ataca la célula tumoral y las va destruyendo, hasta que no encuentra más y desaparece», describe la experta. Al virus base se le ha añadido una fibra que le ayuda a adherirse a la superficie de las células tumorales y así «penetra más fácilmente las células del tumor». Para conocer la efectividad de este tratamiento, «se ha probado en modelos de cultivo y en ratones. Hemos comprobado que es el más eficaz de todos los probados en glioblastomas», añade Tejada. Este tipo de tumor es uno de los más letales, por su rápida progresión: cada año se suman 6 nuevos casos de cada 100.000 personas y el 99 por ciento de éstas fallecen por su avance imparable. Por ello, los médicos esperan que en unos 15 meses se obtengan datos importantes de la mitad de los pacientes tratados.
Los tumores cerebrales son una de las enfermedades oncológicas más difíciles de atacar. Se dividen en cuatro grados y el glioblastoma se encuentra en el último, es de los más agresivos. «La supervivencia de los pacientes que sufren este tipo de tumor es de 14 semanas de media y la edad pico para su aparición son los 60 años, aunque puede aparecer a cualquier edad», afirma Juan Manuel Sepúlveda, coordinador de la Unidad de Neurooncología del Hospital 12 de Octubre. Los pacientes recién diagnosticados suelen preguntar si su estilo de vida puede haber ayudado a la formación del tumor maligno, pero los oncólogos lo descartan: «Estas mutaciones en el cerebro no están condicionadas por nada», apunta Sepúlveda. No son previsibles, de ahí que la noticia se convierta en un jarro de agua fría tanto para enfermos como para sus familiares. «Es muy difícil porque no sólo te afecta a ti, sino que repercute directamente en tus más allegados y lo más importante es valorar la calidad de vida que te va a dar cada uno de los tratamientos. Si tienes un tumor que se reproduce muy rápido, la mejor opción tal vez sea la cirugía; por eso es importante contar con un equipo multidisciplinar que valore a cada paciente», sostiene Óscar Prieto, presidente de la Asociación de Afectados por Tumores Cerebrales en España (Asate). Él también sufre este tipo de cáncer y asegura que «cada caso y cada paciente es distinto». Los datos que maneja se aproximan a los 2.750 casos de glioblastoma registrados el año pasado en nuestro país.
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