Caso Bretón

Bretón busca pelea

José Bretón, durante el juicio por el asesinato de sus hijos
José Bretón, durante el juicio por el asesinato de sus hijoslarazon

José Bretón ha dejado de ser el centro de atención. Y lo sabe. Desde que fuera condenado a 40 años de cárcel el pasado 22 de julio por el asesinato de sus dos hijos, su notoriedad se ha ido diluyendo. Ha pasado de ser protagonista a ser olvidado. «Su ego se ha ido desinflando al ver que se ha convertido en uno más, y que los medios ya no hablan tanto de él. Eso le retroalimentaba», dicen desde su entorno. Prueba de ello es que, según ha podido saber LA RAZÓN, el condenado ha protagonizado recientemente dos «piques» con otros reclusos en el módulo de ingresos de la prisión cordobesa de Alcolea.

Uno de ellos tuvo como escenario el comedor y motivó las quejas de otros internos. Bretón le hizo un comentario en tono jocoso referido a su higiene al reo que estaba encargado de repartir la comida. La situación acabó en discusión: «Hablo ahora mismo con la dirección y hago que te echen del módulo», le dijo Bretón al otro recluso. No en vano, en el módulo en el que está ingresado, los presos viven un régimen más laxo. Eso sí, tienen que pagar el «peaje» de estar pendientes de Bretón.

En otra ocasión, fue Bretón el que recibió comentarios que le hirieron. Uno de los internos se refirió a él como «papá agua», en referencia a una de las frases que pronunció el padre de Ruth y José durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Córdoba: «Mi niña, cuando se despierta de noche, dice "papá, agua"», afirmó el pasado mes de junio durante las sesiones. El incidente, según informan a este diario, terminó con el traslado del otro recluso.

Hay que tener en cuenta que Bretón ha visto cómo su régimen de vida se ha flexibilizado y ahora mantiene más contacto con los reclusos. Hasta ahora, y tal como dictaba el protocolo antisuicidios, el detenido estaba custodiado las 24 horas del día por dos «internos sombra» que se turnaban a lo largo del día. A día de hoy, sólo está acompañado cuando se encuentra en su celda. De esta forma, Bretón puede estar solo desde las 8:00 hasta las 14:00 horas, y de 17:00 a 20:00, si bien es verdad que su rutina se reduce a dos espacios: la galería y el patio, donde suele pasar la mayor parte del tiempo solo. Sin embargo, antes desayunaba, comía y cena acompañado sólo de su «interno sombra»; ahora lo hace junto al resto de reos.

Con todo, esta situación, en principio, no disgustaba a Bretón, que desde diciembre de 2011 –fecha de su ingreso– no había tenido ni un momento de soledad. También solicitó una ocupación, que, en su caso, está siendo la limpieza del patio.

¿Cómo está encarando los recursos que presentará su abogado? La petición planteada por su abogado, José María Sánchez de Puerta, le ha abierto un nuevo horizonte al que aferrarse. Esta misma semana, el letrado ha solicitado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que se celebre un nuevo juicio con un tribunal profesional. ¿El motivo? El «as en la manga» del que tanto se habló durante el juicio y que suponía la principal debilidad de la acusación: la presunta ruptura en la custodia de los restos óseos hallados en la finca de Las Quemadillas y que, de acuerdo con la sentencia, pertenecen a los fallecidos Ruth y José.

De esta forma, el letrado sostiene que dichos huesos, que prueban la muerte de los niños, pudieron ser cambiados. Sánchez de Puerta considera que se han vulnerado derechos fundamentales de Bretón, por lo que reclama la nulidad del procedimiento. No en vano, considera que muchas de las declaraciones de los testigos estaban «prefabricadas» y que el jurado se encontraba «intoxicado».

Optimista ante el recurso

Bretón se muestra convencido de que el recurso va a prosperar. Incluso en ocasiones se muestra en exceso optimista. No hay que olvidar que, casi dos meses después de su condena, sigue hablando de sus dos hijos en presente, como si aún estuvieran vivos. La actitud contrasta con la que mostraba de forma privada durante el juicio. «¿Siete mujeres en el jurado? Ya estoy condenado», llegó a decir antes de que comenzara el proceso. No fue la única queja. Tampoco estaba conforme con la actitud mostrada por el magistrado Pedro Vela, juez instructor del caso. Sobre todo por un momento puntual. Cuando le obligó a responder con un «sí» o un «no» a la pregunta «¿mató usted a sus hijos?». Y es que Bretón se empeñaba en responder «eso que usted dice es completamente falso». Por ello, considera que no se le trató con justicia.

Hay que apuntar además que, mientras siga en pie el recurso, es muy complicado que Bretón sea trasladado a otro centro. Una posibilidad que incomoda a Bretón, sobre todo por lo que respecta a sus padres. Ambos de avanzada edad, no sólo hablan con él a diario por teléfono, sino que también le visitan con regularidad, manteniendo encuentros de unas dos horas. La única forma de seguir manteniendo contacto directo con ellos es permanecer cerca de Córdoba; de lo contrario, tendrían muy difícil el traslado.

Según ha podido saber este diario, la petición de traslado por parte del centro penitenciario de Alcolea es una posibilidad que se lleva barajando desde hace meses. Sin embargo, a día de hoy no existe una decisión firme al respecto.