Enfermedades
Caso Charlie: Las 48 horas que marcarán la decisión del juez
El neurólogo Muchio Hirano valoró ayer la situación del pequeño y se reunió con sus médicos. Hoy volverá a verle. El magistrado espera pronunciarse antes del 25 de julio
El neurólogo Muchio Hirano valoró ayer la situación del pequeño y se reunió con sus médicos. Hoy volverá a verle. El magistrado espera pronunciarse antes del 25 de julio.
Los padres del pequeño Charlie Gard no se rinden y quieren luchar por la vida de su hijo hasta el final. Connie Yates y Chris Gard recibieron ayer la visita de un médico estadounidense que se ha ofrecido a examinar a su hijo de 11 meses para ofrecerle una terapia experimental en Estados Unidos.
Muchio Hirano, neurólogo del Centro Médico de la Universidad de Columbia de Nueva York, llegó ayer por la mañana a Londres para estudiar más de cerca el caso Charlie, que tiene una enfermedad rara e incurable, y para reunirse con los médicos que le están tratando en el Great Ormond Street, uno de los hospitales pediátricos de referencia en Reino Unido.
Sus conclusiones serán enviadas al juez que prevé comunicar la decisión final sobre si desconectar o no al pequeño del ventilador que le mantiene con vida el próximo 25 de julio.
El caso de Charlie se ha convertido en uno de los más mediáticos y duros en Reino Unido, pero desde hace unas semanas, el caso se ha vuelto además internacional y ha abierto un debate sobre la ética médica.
Charlie nació el pasado agosto. A los dos meses de vida, sus padres le llevaron al hospital por una neumonía y al pequeño se le diagnosticó Síndrome de Agotamiento Mitocondrial, una rara enfermedad genética que sólo padecen 16 niños en todo el mundo.
La batalla legal comenzó tras la negativa de los padres de acatar la decisión de los médicos de desconectar al bebé de las máquinas que lo mantienen con vida.
Un millón de libras
Tanto la justicia británica como la Corte Europea de Derechos Humanos –a la que recurrió la familia– fallaron a favor de los médicos, pero los padres del pequeño decidieron apelar la sentencia. Ambos quieren llevarse a Charlie a Estados Unidos para realizarle un tratamiento experimental y han logrado recaudar cerca de un millón de libras para poder pagar este tratamiento.
Los médicos aseguran que Charlie tiene daño cerebral irreversible y que no puede abrir los ojos ni mover sus extremidades. La enfermedad también ha provocado que el pequeño sea incapaz de respirar por si solo, por lo que necesita estar conectado a un ventilador. Su corazón, hígado y riñones también están afectados.
Sus padres aseguran que el pequeño no está sufriendo, «si estuviera sufriendo, no estaríamos buscando alargarle la vida», y quieren que pueda ser sometido a este tratamiento experimental porque quieren darle la última oportunidad de «vivir».
La atención mediática del caso ha sido tal que tanto el papa Francisco como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han intervenido y han ofrecido ayudar al bebé; la madre de Charlie ha asegurado que ambos «han salvado la vida» de su hijo.
Ha sido este revuelo mediático el que ha hecho que el médico estadounidense se enterase del caso. Muchio Hirano aseguró que Charlie «podría tener alguna oportunidad» y por eso decidió viajar a Londres. Los padres han confesado que aunque se someta al tratamiento experimental, este no lo curaría pero su podría aumentar su esperanza de vida.
Los padres de Charlie están decididos a agotar todas las vías posibles para que su hijo no sea desconectado. Ambos dicen que nadie conoce al pequeño como ellos y aseguran que «Charlie no debería morir solamente por que no sea como el resto de los niños», aunque la defensora encargada de representar los derechos del menor, Victoria Butler Cole, aseguró que «esto no beneficia al pequeño ya que lo único que se hace es prolongar el proceso de muerte».
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