ADN
Descifrando el ADN del gorila de montaña
Un equipo de científicos consigue secuenciar el genoma de esta especie de primate, cuya población se está diezmando.
El gorila de montaña es una de las especies más emblemáticas de la divulgación científica popular. La dramática peripecia de este animal ha preocupado a científicos y amantes de la la naturaleza desde hace décadas. Lentamente desaparece en un agónico declive que ha sido objeto de películas, campañas planetarias y gran atención de los medios.
Paradójicamente, la ciencia no había desentrañado aún todos los misterios genéticos de la especie. En plena era de la genómica, cuando conocemos en profundidad el lenguaje del ADN de los seres humanos, la mosca de la fruta o la levadura, el manual de instrucciones para fabricar un gorila es aún desconocido en su totalidad. Y eso a pesar de que es uno de los animales más observados cuando se encuentran en su entorno natural.
Por primera vez, un proyecto científico internacional con participación española ha logrado secuenciar el genoma completo del gorila de montaña y compararlo con el de otras especies de primates superiores para entender mejor su historia evolutiva, las razones de su lenta desaparición y el modo de detenerla en el futuro.
El gorila de montaña (Gorilla beringei beringei) acapara la atención del mundo occidental desde principios del siglo XX. Pero hoy sólo sobreviven confinados en dos pequeñas comunidades del centro de África. Los últimos estudios confirman que viven únicamente 800 individuos, la mitad de ellos en las volcánicas montañas Virunga, en las fronteras de Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo.
Desde los años 60 del siglo pasado la población de este primate ha caído en picado. Y, si bien es cierto que los esfuerzos conservacionistas han permitido evitar su extinción definitiva, la diversidad genética del animal ha quedado reducida a la mínima expresión. Eso convierte a la especie en presa fácil de los cambios ambientales y de las epidemias e infecciones como el ébola, que ha diezmado la comunidad de estos animales en los últimos años.
Por eso era tan importante conocer en profundidad el ADN del animal. Hace tres años se pudo secuenciar el genoma de referencia de la especie (el que comparten las diferentes subespecies actuales) y ahora se ha podido determinar la información específica que afecta al gorila de montaña en comparación con el resto de sus hermanos. Los investigadores, entre los que se encuentran científicos españoles del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC, el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona y el Centro Nacional de Análisis Genómico, querían averiguar hasta qué punto la reducida diversidad genética estaba afectando al futuro del gorila. Al analizar sus genes han observado con sorpresa que buena parte de la dotación genética dañina se ha borrado del ADN a través de la endogamia, lo que significa que el gorila de montaña está genéticamente adaptado a sobrevivir en pequeñas poblaciones.
De hecho, los datos, tal y como refleja la revista «Science», demuestran que el declive de la especie no es nada nuevo. Desde hace 100.000 años el gorila de montaña ha perdido densidad de población. El resultado de esta lenta desaparición es una población de individuos que actualmente son muy parecidos genéticamente, ya que comparten el 34 por 100 de su secuencia de ADN. A lo largo de los milenios, la naturaleza ha purgado de su ADN las mutaciones más dañinas para la supervivencia. En otras palabras, si la disminución del número de individuos suele ser una amenaza para gran parte de los animales, en el caso del gorila de montaña el hecho de vivir en poblaciones reducidas parece haber sido beneficioso: son máquinas de supervivencia en precario.
En este nuevo contexto, el dramático declive experimentado desde mediados del siglo pasado, que parecía poner en peligro para siempre a la especie, no debería suponer una amenaza tan severa. «No habría motivos para creer que el gorila no va a ser capaz de sobrevivir en estas condiciones otros cuantos miles de años», sostienen los responsables de la investigación.
Eso no significa que se pueda relajar la presión en las actividades de conservación de la especie. La pérdida de hábitats, la caza furtiva y la infección cruzada por parte de otras especies como la humana siguen siendo una amenaza. Pero ahora contamos con mejores herramientas para combatirla. Conocer los genes del gorila de montaña permite identificar mejor a los individuos, determinar el origen de los animales ilegalmente exportados o anticiparse a futuras amenazas biológicas.
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