Ciencias humanas
El cerebro humano está programado para amar la poesía
Reacciona electrofisiológicamente a las estructuras poéticas, tan solo una fracción de segundo después de oírlas
En 1932, el poeta británico estadounidense T.S. Eliot argumentaba: «La poesía genuina puede comunicar antes de que se entienda».
Ahora, en un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology, el profesor Guillaume Thierry y sus colegas de la Universidad de Bangor (Reino Unido) han demostrado que, de hecho, parece que tenemos una apreciación inconsciente de la construcción poética, informa Tendencias 21.
«La poesía», explica el profesor Thierry, «es un tipo particular de expresión literaria que transmite sentimientos, pensamientos e ideas acentuando las restricciones métricas, la rima y la aliteración». Sin embargo, ¿podemos apreciar el sonido musical de la poesía independientemente de su significado literario?
Importancia del oído
Para abordar esta cuestión, Thierry y su equipo crearon conjuntos de muestras de oraciones que conformaban o violaban las reglas de construcción poética de una forma tradicional de poesía galesa llamada Cynghanedd.
Estas oraciones fueron presentadas aleatoriamente a una serie de participantes en el estudio, todos ellos hablantes nativos del galés, pero sin conocimiento previo de esta construcción poética.
Inicialmente, se les pidió a los participantes que calificaran las oraciones como «buenas» o «no buenas», dependiendo de si encontraban o no que fueran estéticamente agradables para el oído.
El estudio reveló que el cerebro de los participantes categorizaba implícitamente las oraciones tipo Cyngahanedd ortodoxas como «sonoramente buenas», en comparación con las oraciones que violaban las reglas de construcción de estas composiciones.
Poesía y cerebro
Los autores también analizaron los potenciales relacionados con eventos (ERP) de todos los participantes. El ERP es la medida de la respuesta cerebral (en términos fisiológicos) ante un evento sensorial específico, en este caso la poesía.
Se descubrió así que, en los participantes, el ERP se daba una fracción de segundo después de que estos escucharan la palabra final de cada construcción poética. Esta respuesta electrofisiológica cerebral de los participantes se produjo solo cuando estos fueron expuestos a repeticiones consonánticas y patrones rímicos característicos de la Cynghanedd, pero no cuando dichos patrones no eran respetados.
Curiosamente, las respuestas positivas del cerebro a las Cynghanedds estuvieron presentes incluso aunque los participantes no pudieran decir explícitamente qué versos eran correctos o cuáles presentaban errores de ritmo o repeticiones sonoras.
El profesor Thierry concluye: «Es la primera vez que mostramos el procesamiento inconsciente de construcciones poéticas por parte del cerebro y, por supuesto, es extremadamente emocionante pensar que uno puede inspirar la mente humana sin ser notado».
Más información en Tendencias 21
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