Buenos Aires
El virus del dengue se «reprograma» cuando pasa al hombre
Lo hace para mejorar su capacidad de infección, según revelaron los científicos. El hallazgo podría favorecer el diseño de nuevos métodos de control
En contra de lo que los científicos pensaban, el virus del dengue no es el mismo en las personas infectadas y en los mosquitos que lo transmiten: cuando salta de una especie a otra, “reprograma” su información genética y así mejora su capacidad de proliferar en el organismo invadido. El sorprendente hallazgo fue realizado por un equipo liderado por la doctora Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) de Argentina e investigadora principal del Conicet.
La mutación y selección de cambios en el material genético del virus le permite multiplicarse en forma efectiva en el nuevo hospedador, ya sea en el mosquito o en el humano, señaló Gamarnik. “Sin esa modificación genética, el agente causal del dengue no podría prosperar cuando pasa de una especie a otra”, subrayó.
Mediante el uso de equipos de secuenciación de última generación del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear), los investigadores del Leloir descifraron y compararon la información genética de miles de virus del dengue extraídos del mosquito y otros de células humanas. “Para nuestra sorpresa, vimos poblaciones de virus que tenían una identidad genética diferente”, destacó Gamarnik.
Tal cual revelaron los científicos en la prestigiosa revista científica PLOS Pathogens, los virus más adaptados para multiplicarse en mosquitos tienen desventajas para hacerlo en células humanas. “Eso significa que opera un proceso de selección opuesto en cada hospedador”, puntualizó Gamarnik, única mujer integrante de la Academia Americana de Microbiología que desarrolla sus investigaciones en Argentina.
Otra novedad del estudio, cuyos primeros autores son dos jóvenes investigadores del Conicet, el licenciado en genética Sergio Villordo y la doctora en bioquímica Claudia Filomatori, fue la identificación de la región del genoma viral que se modifica cuando salta del mosquito al humano o viceversa. “Para nosotros fue inesperado observar que esta región funciona como una moneda de dos caras distintas”, graficó Villordo. “Una de ellas resulta muy útil para garantizar la infección en mosquitos, mientras que la otra es útil para infectar al humano. De este modo, cuando el virus cambia de hospedador puede intercambiar rápidamente entre estas caras mediante la introducción y selección de mutaciones”.
Gamarnik y su equipo también describieron el mecanismo biológico a través del cual el virus del dengue modifica esa región del genoma para saltar de una especie a otra. “Tal vez esta es la parte más fascinante del descubrimiento”, dijo.
La región del genoma viral que muta, apuntó la investigadora, tiene una estructura que se encuentra duplicada, es decir, tiene dos copias casi iguales de la misma región. Construyendo virus genéticamente modificados, ella y sus colegas descubrieron que en humanos el virus necesita sí o sí una copia correcta de esa estructura y, para infectar mosquitos, necesita inevitablemente una copia alterada. “La evolución llevó a que el virus mantenga dos copias para así pasar de mosquitos a humanos con alta eficiencia”, señala Gamarnik. Este mecanismo también podría verificarse en otros virus transmitidos por insectos que causan enfermedades en humanos, añadió.
Entender cuáles son las barreras que un virus debe atravesar para saltar de una especie a otra “es importantísimo para poder prevenir la aparición de nuevas enfermedades virales”, subrayó Gamarnik. Por ejemplo, una de las investigaciones en curso que lidera actualmente pretende averiguar si esas mutaciones genéticas le permiten al virus esconderse del sistema inmune de la célula, tanto en mosquitos como en humanos.
La doctora Delia Enria, médica infectóloga y directora del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio I. Maiztegui, en Pergamino, definió a Gamarnik como “una investigadora muy comprometida con la búsqueda de resultados que tengan un impacto positivo en la población” y valoró el avance. “Constituye un importante paso adelante en el campo de la ciencia básica orientada al control de la enfermedad del dengue”, subrayó.
El virus del dengue es un serio patógeno humano que causa alrededor de 400 millones de infecciones por año en el mundo y, a pesar de ser un serio problema de salud pública, aún no existen vacunas ni antivirales para controlarlo.
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