La Estación Espacial Internacional dispondrá de una impresora 3D

La Agencia Espacial Europea planea instalar una impresora 3D en la Estación Espacial Internacional en 2015. Diseñada y construida en Italia, formará parte de la misión de la astronauta de la ESA Samantha Cristoforetti que se pondrá en órbita en el primer semestre del año.

"la impresora necesita energía para funcionar, pero tiene un equipo muy limitado para trabajar", explicó Luca Enrietti, de Altran, contratista principal de la impresora, que tiene forma de cubo, con 25 centímetros de lado y elaborada con plástico biodegradable e inofensivo.

"Parte del reto de diseñar una impresora 3D para la estación espacial era para asegurar que su funcionamieno no afectara al ambiente en el que vive la tripulación", añadió Giorgio Musso, de Thales Alenia Space Italia, investigador principal del proyecto. Financiado por la agencia espacial italiana ASI, la "pop3d"tardará alrededor de media hora en producir una sola pieza de plástico, que con volverá a la Tierra para ser examinada.

Soporte

El proyecto fue presentado durante un taller sobre la impresión en 3D para el espacio que tuvo lugar en el centro técnico de la ESA en Noordwijk (Holanda), en el que más de 350 expertos se reunieron para discutir el potencial del uso de la impresión 3D en el espacio, tanto en órbita y como en la fabricación de suelo. "Hay un gran potencial, sobre todo para ahorrar costes", señaló Reinhard Schlitt, de los Servicios de Ingeniería de OHB.

"Pero en este momento se está trabajando sin ningún tipo de coordinación. Como fabricantes de satélites, necesitamos normas comunes para que podamos comparar piezas de proveedores y competir de igual a igual", añadió.

Thales Alenia Space se está centrando en la fabricación de componentes, confirmó Florencia Montredon. "Estamos buscando cómo aplicarlo a estructuras secundarias complejas de los satélites", afirmó.

Steffen Beyer, Jefe de Tecnología de Materiales y Procesos de Defensa y del Espacio de Airbus declaró que "es muy prometedor para la reducción de costes, en particular para estructuras complejas y la reducción de los tiempo de espera. En el caso del inyector de un motor de cohete, estamos en condiciones de replicar todas las piezas necesarias, lo que representa una revolución en el diseño y la fabricación".