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La NASA estudiará como nunca el campo magnético de la Tierra

La aurora boreal es un fenómeno relacionado con el campo magnético, ya que es producido cuando partículas de masa solar cargadas eléctricamente impactan con la atmósfera de la Tierra y su flujo es conducido por el campo magnético que envuelve el planeta.
La aurora boreal es un fenómeno relacionado con el campo magnético, ya que es producido cuando partículas de masa solar cargadas eléctricamente impactan con la atmósfera de la Tierra y su flujo es conducido por el campo magnético que envuelve el planeta.larazon

La NASA se prepara para estudiar como nunca antes el campo magnético que rodea la Tierra y la relación que tiene con la atmósfera del Sol y de otras estrellas, así como con los agujeros negros que pueblan el Universo, informa Efe.

Los miembros del equipo de esta misión ultiman los preparativos para el lanzamiento, el próximo 12 de marzo, del Sistema Magnetosférico Múltiple (MMS), que partirá a bordo de un cohete Atlas V desde Cabo Cañaveral (Florida), indicaron este miércoles en rueda de prensa.

Esta será la primera misión espacial dedicada al estudio de la reconexión magnética, un proceso que se produce en todo el universo por el que los campos magnéticos se conectan con una liberación explosiva de energía.

«La reconexión magnética es uno de los motores más importantes de los fenómenos meteorológicos del espacio», señaló Jeff Newmark, director interino de la división de heliofísica de la NASA en Washington.

Según explicó, llamaradas solares, las eyecciones de masa coronal y las tormentas geomagnéticas «todos implican la liberación, a través de la reconexión, de la energía almacenada en campos magnéticos».

Los científicos destacaron la importancia de esta misión para entender mejor este intercambio energético puesto que los fenómenos meteorológicos espaciales pueden afectar a los sistemas tecnológicos modernos tales como las redes de comunicaciones, navegación GPS y redes de energía eléctrica.

Newmark transmitió el entusiasmo de su equipo por la complejidad de desarrollar una misión «sin precedentes» con cuatro naves iguales que portan un centenar de instrumentos, «cien veces mejores de los que hemos hecho antes».

La misión MMS está compuesta por cuatro artefactos idénticos que estudiarán la microfísica de tres procesos de plasma fundamentales: la reconexión magnética, la aceleración de partículas energéticas y la turbulencia.

Una vez en órbita, los componentes de la misión MMS se situarán a distancias variables en la magnetosfera para hacer mediciones tridimensionales de la región.

Cada uno de los cuatro artefactos octogonales pesa 1.250 kilogramos y, colocados uno encima de otro en la configuración de lanzamiento, alcanzan una altura de casi 13 metros.

A diferencia de otras misiones anteriores, la MMS tendrá una resolución suficiente para medir las características de los eventos de reconexión en curso a medida que ocurren.

«Vamos a investigar la reconexión magnética usando la magnetosfera de la Tierra como laboratorio», señaló Paul Cassak, profesor de la Universidad de Virginia Occidental.

La misión comenzará a enviar datos a la tierra en septiembre y está previsto que esté en funcionamiento durante dos años, aunque los científicos señalaron que se podría extender.