Energía nuclear
Más cerca del sueño de la fusión
Un informe de la Universidad de Durham determina que este modo de generar energía podría ser viable en tan sólo. unas décadas.
Un informe de la Universidad de Durham determina que este modo de generar energía podría ser viable en tan sólo
unas décadas.
Es un viejo sueño de la ingeniería. Lograr un sistema de generación de energía limpio, seguro, inagotable. Y hacerlo mediante la fusión de átomos de combustible. El sueño de la fusión nuclear sigue siendo difícil de cumplir, sí. Pero parece que algunos datos ahora publicados podrían acercarlo a la realidad.
En cuestión de décadas, los reactores de fusión podrían ser económicamente viables y los políticos encargados de diseñar las agendas energéticas podrían incluirlos en sus mixes de producción. Así al menos lo asegura un informe de la Universidad de Durham en el que se han reexaminado los fundamentos económicos de esta fuente energética teniendo en cuenta los últimos avances en la tecnología necesaria para desarrollarla. Si antes el horizonte de éxitos se encontraba a siglos de distancia, hoy podemos decir que está a unas pocas décadas.
La fusión nuclear es una tecnología idílica que trata de imitar el modo en el que se genera energía dentro de una estrella, por ejemplo el Sol. Las centrales nucleares actuales funcionan mediante fisión, es decir, mediante el bombardeo de átomos de combustible (uranio) para dividirlo en dos partes. La división genera gran cantidad de calor que sirve para producir electricidad.
La fusión sigue el proceso contrario: se trata de unir dos átomos de combustible separados. Para lograr que se fundan también es necesario liberar energía que podría ser aprovechada.
La fusión podría utilizar elementos combustibles casi inagotables como el hidrógeno y, sobre todo, no genera riesgo de reacción en cadena, por lo que es mucho más segura.
El problema es que en la actualidad es necesario llevar la materia fusionable a un estado energético (plasma) demasiado elevado. Se puede hacer mediante el uso de grandes fuerzas magnéticas pero el coste de ese proceso es mucho más alto que el valor de la energía que se podría obtener. Como consecuencia, la fusión sigue siendo una tecnología no rentable. La nueva investigación, publicada en «Fusion Engineering and Design» propone que en breve, una central de fusión nuclear podría ser tan barata de construir como una central eléctrica.
Eso quiere decir que en un par de generaciones tendremos una fuente de energía segura y casi inagotable a nuestra disposición. ¿En qué se basan para tanto optimismo?
Los autores destacan que los imanes supercondutores han evolucionado de manera excepcional en los últimos años. Eso abarata considerablemente los costes de producción. Pero, además, en el futuro podrán fabricarse de manera modular, casi en serie. Estos imanes son hoy por hoy la principal traba para la viabilidad económica de un proyecto de fusión. Son los encargados de calentar el plasma a 100 millones de grados para lograr la fusión del hidrógeno. Pero hoy por hoy llegar a esas temperaturas es inabarcablemente caro.
Si se abarata esa parte del proceso –y la tecnología ya lo permite–, la fusión se abrirá paso entre todas las alternativas energéticas. Políticamente será irrebatible optar por una fuente segura, que apenas deja residuos radiactivos y que se basa en un combustible tan abundante como el hidrógeno o el deuterio, que pueden extraerse del agua. Además, al final de su vida útil, las centrales de fusión no ofrecen mayores problemas para ser desmontadas y canceladas.
Todo ventajas, según este informe. Aunque faltan todavía al menos dos décadas para empezar a apreciarlas en proyectos reales de construcción.
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