Investigación científica

Neandertal busca madre

George Church, pionero en genómica, revoluciona a la comunidad científica al asegurar que es capaz de crear artificialmente a nuestro pariente evolutivo

Reconstrucción de un niño neandertal realizada por la Universidad de Zurich
Reconstrucción de un niño neandertal realizada por la Universidad de Zurichlarazon

Más que un «Parque Jurásico», imaginemos la existencia en nuestros días de un «Parque Neolítico» poblado por Neandertales, dados a luz por una mujer a la que previamente se le ha implantado una célula madre de dicha especie y que fue «fabricada» a partir de su genoma. ¿Charlatanería o una posibilidad real? Lo sorprendente es que la propuesta ha sido planteada por George Church, profesor de Genética de la Universidad de Harvard, docente en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y considerado uno de los pioneros en genómica y biología sintética. Una voz respetada que, sin embargo, revolucionó ayer a la comunidad científica.

En una entrevista concedida al semanal alemán «Der Spiegel», Church, de 58 años, dejó una cantidad ingente de titulares. Asegura tener su propia «receta» para crear el clon de un neandertal: primero, se debe contar con la secuencia del genoma neandertal –algo que se obtuvo, al menos en parte, en 2010–; después, fragmentarlo en, «digamos, 10.000 pedazos», para posteriormente sintetizarlos –crearlos artificialmente–; una vez logrado, se introducirían esos fragmentos en una célula madre humana, generando líneas celulares hasta «que se acerquen más a la secuencia correspondiente del neandertal»; posteriormente, se ensamblaría cada fragmento en una célula madre, que finalmente, se implantaría en el útero de una mujer «extremadamente aventurera». «Mi laboratorio ha desarrollado el proceso para llevarlo a cabo», asegura Church. No en vano, «las tecnologías de lectura y escritura de ADN son ahora un millón de veces más rápidas que hace ocho años».

Pero, ¿qué trataría Church de demostrar con la creación de neandertales? Argumenta que «podían ser más inteligentes que nosotros» y que hoy serían capaces de «crear una nueva cultura neo-neandertal y convertirse en una fuerza política». Así, «su forma de pensar puede ser beneficiosa» para nuestra sociedad en momentos críticos, como una epidemia. Y en cuanto a las implicaciones éticas, responde que las legislaciones que prohíben estos experimentos «pueden cambiar». Porque lo «malo» para la sociedad es la baja diversidad». «Si pasas a ser una monocultura, estás en gran riesgo de perecer. La recreación de neandertales podría prevenir riesgos sociales», añade.

«Éticamente es reprobable», opina Tomás Marqués-Bonet, investigador ICREA del Instituto de Biología Evolutiva UPF-CSIC, que considera que estas palabras hay que entenderlas como una «provocación». «Habla de poner la técnica al servicio de la sociedad. Pero también está la ética. Y estoy en contra de la clonación humana con fines puramente exploratorios y de entretenimiento», afirma.

«No creo que fuera un buen diseño experimental», apunta por su parte Carles Lalueza-Fox, investigador del Instituto de Biología Evolutiva UPF-CSIC. «Por el hecho de crecer en nuestro entorno, su desarrollo cognitivo sería muy diferente», añade.

Tanto Marqués como Lalueza fueron partícipes del Proyecto del Genoma del Neandertal, publicado en 2010, y que se encargó de descifrar el mapa genético de esta especie. Entre otras cosas, descubrimos que nuestro genoma actual podría coincidir entre un 1% y un 4% con el de nuestro pariente evolutivo más cercano, que apareció hace unos 400.000 años, se extendió por Europa y Asia Occidental, y se extinguió hace 30.000 años. Y es precisamente en la secuenciación donde podrían aparecer los problemas para Church. «Esta secuenciación es un borrador y muestra en qué se parecería el genoma en un 60%. El 40% lo desconocemos», dice Marqués-Bonet. Así, para llevar a cabo el proyecto de clonación del neandertal, «habría que conocer su genoma perfectamente». Y, a día de hoy, incluso «hay fragmentos del genoma humano que no conocemos». Además, si bien se ha logrado introducir trozos pequeños de genoma en una célula, «jamás se ha logrado al nivel que propone Church: cortar el genoma, formado por 3.000 millones de nucleótidos, en 10.000 trozos». «Esa tecnología no está disponible. No podemos sistetizar un genoma. Quizá se refiere a modificar un genoma actual para que se parezca a un neandetal, pero esa posibilidad no está disponible», afirma Lalueza-Fox. Por no hablar de lo que le supondría a una mujer engendrar a un neandertal: su cráneo era más grande y alargado que el nuestro. «Hoy sólo podría nacer por cesárea», apunta Marqués-Bonet.

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