Australia
No hay experimento que 100 años dure... o sí
Los experimentos científicos se hacen con el propósito de ampliar conocimientos en alguna materia y lograr avances que sirvan para mejorar la vida de la humanidad. Muchos de ellos salen mal, en otras ocasiones los resultados no son los esperados y en otros, hay que esperar 200 años para llegar a juna conclusión. Este es el caso de una prueba iniciada en 1927 por el físico Thomas Parnell, de la universidad de Queensland (Australia) que colocó una porción de brea en un recipiente, al que le cortó un extremo simulando un embudo. La intención era conocer si existen líquidos con una consistencia tan viscosa que parecieran ser sólidos, pero tras 87 años, no ha terminado y a tenor de cómo ha ido hasta ahora, puede prolongarse durante otros 100 años.
Según explica RT.com, esta prueba es denominada "Las gotas de la eternidad", consiste en un recipiente -con forma de embudo- que contiene una cantidad determinada de brea, la cual ha caído en gotas hasta otro receptáculo. La particularidad radica en que sólo nueve gotas han recorrido el corto camino entre un dispositivo y otro. La primera de estas gotas cayó en 1938, y hubo que esperar a 1947 para la segunda y a 1954, 1962, 1970, 1979, 1988, 2000 y abril de 2014, para el resto.
Durante el año 2000, académicos de la Universidad de Queensland, Australia, quisieron retransmitir la caída de la octava gota, pero un corte de luz le impidió al mundo captar el transcurso del experimento "más largo de la historia", título reconocido en el Libro Guinness. Según los cálculos, la cantidad de brea que contiene este embudo podría extender este particular ensayo científico por al menos cien años más. Los más curiosos pueden ver en directo el experimento en la página web de la universidad.
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