NASA
Playtex: de la lencería a crear los trajes de los astronautas que llegaron a la Luna
Con motivo del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, la marca de ropa interior recuerda cómo fue la encargada de vestir los trajes de los astronautas del Apolo 11.
Con motivo del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, la marca de ropa interior recuerda cómo fue la encargada de vestir los trajes de los astronautas del Apolo 11.
Cuando Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin dieron un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la Humanidad, lo hicieron vistiendo Playtex. Y, evidentemente, no hablamosde sujetadores y fajas.
Con motivo del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, el 20 de julio de 1969, la compañía de ropa interior recuerda cómo fue la encargada de vestir los trajes de los astronautas de la Historia.
De entre toda la labor de ingeniería que suponía enviar al hombre a la Luna, la NASA afrontabael desafío de cómo vestirle. El traje debía serfuerte para protegerle de condiciones extremas, un terreno pedregoso por explorar, impactos de meteoritos, falta de oxígeno, pero también ligereza para poder moverse y flexionar extremidades. Debía poder presurizarse y despresurizarse a bordo de la nave. Un auténtico reto.
La respuesta no llegó por parte de eruditos ingenieros aeroespaciales, sino de una firmacorsetera que había nacido en 1932 y unosaños antes había revolucionado el mundo de la ropa interior con un nuevo material elástico súper resistente, el látex, que moldeaba, recogía y resaltaba la anatomía femenina.
La compañía era Latex Corporation, conocida como Playtex. Y en su haber contaba con la revolucionaria faja de látex y el icónico sujetador Cruzado Mágico. Ni uno ni otro eran útiles para losastronautas del Apollo 11. Pero sí los materiales y los procesos aplicados a su producción. Así que los responsables de la compañía se ofrecieron cuando la Administración estadounidense sacó a concurso el proyecto. Contra todo pronóstico y tras una serie de avatares, consiguieron entrar.
Había prisa. El diseño que llegaría a la Luna tenía que estar listo en seis semanas. Idearon un trajea capas (veintiuna en total) de fibra sintética, neopreno y metal. Y resistió todas las pruebas alas que le sometió la NASA, desbancando de lejos a los de sus competidores. Lo habían conseguido. El contrato era de Playtex.
Ahora había que producirlo a medida para cada astronauta. De nuevo no fueron ingenieros de la NASA, sino las experimentadas costureras de lacompañía, de las de toda la vida. Los cosieron conlas mismas máquinas Singer con las que hacían sujetadores y fajas, pero en versiones modificadas. Trabajaron a contrarreloj, en jornadas que llega-ron a las 80 horas semanales.
No podían permitirse ni un solo fallo. Tanto es así que se instalaron máquinas de rayos X paratener la certeza de que no se había quedado olvidada ninguna aguja que, arriba en el espacio,pudiera suponer un problema. Incluso se prohibió el uso de alfileres para evitar agujerear, siquiera mínimamente, el látex que se estaba utilizando.
Pese al desafío, la escasez de tiempo y el peso de la enorme responsabilidad, la misión “traje ala Luna” fue tan exitosa como la propia odiseaque permitió al hombre pisar por primera vez el satélite terrestre. Y Playtex celebra ahora el medio siglo de un viaje que marcó un antes y un después en la historia de la Humanidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar