Astronomía

Primera evidencia espacial de la transición del agua en luz infrarroja

Detectada por el poderoso telescopio ALMA

Vista general del complejo de telescopios ALMA
Vista general del complejo de telescopios ALMAlarazon

Un astrónomo de Oxford ha liderado la detección por primera vez de la transición del agua en el espacio en luz infrarroja, usando el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array).

Las moléculas de agua fueron identificadas en una galaxia espiral cercana, a 160 millones de años luz, en un punto donde el Universo es ampliamente expandido, y el entorno de observación más transparente, informa Europa Press.

La emisión de vapor de agua en esta galaxia se origina en su núcleo, donde tiene lugar la mayoría de la formación estelar. Para dar una idea de cuán enorme es esta galaxia --comenta el autor, Miguel Pereira Santaella, investigador del Departamento de Física de Oxford--, el núcleo contiene una cantidad equivalente de agua 30 billones de veces la de los océanos de la Tierra combinados, y tiene un diámetro 15 millones de veces la distancia de la Tierra al Sol.

¿Qué distingue esta transición del agua de otras observadas en el pasado? Este análisis, publicado en ‘Astronomy & Astrophysics’, reveló que estas moléculas de agua intensifican su tasa de emisión cuando entran en contacto con fotones de luz infrarroja.

Este aumento en la actividad hace que sea más fácil para los científicos observarla. Las moléculas de agua se sienten más atraídas por los fotones con longitudes de onda específicas de 79 y 132 micras que, al ser absorbidas, fortalecen el contorno de la transición, aumentando así su visibilidad.

Por esta razón, esta transición específica del agua tiene la capacidad de mostrarnos la intensidad de la luz infrarroja en el núcleo de galaxias, a escalas espaciales mucho más pequeñas que las permitidas por observaciones infrarrojas directas, según informa el Oxford Science Blog.

La luz infrarroja se produce durante eventos como el crecimiento de agujeros negros supermasivos o explosiones extremas de formación de estrellas. Estos acontecimientos ocurren generalmente en ambientes extremadamente oscuros donde la luz óptica es casi completamente absorbida por los granos de polvo. La energía absorbida por los granos aumenta su temperatura y empiezan a emitir radiación térmica en el infrarrojo.

Capturar estos eventos puede decirnos mucho acerca de cómo se comporta el Universo. Pero, puesto que la única manera de estudiarlos en ambientes con este tipo de polvo oscurecido es a través de la luz infrarroja, detectar las transiciones del agua que capturan esta luz infrarroja, es vital.

El equipo de Oxford planea observar esta transición del agua en más galaxias donde el polvo bloquea toda la luz óptica. Esto revelará lo que se esconde detrás de estas pantallas de polvo y ayudará a entender cómo las galaxias evolucionan desde espirales formadoras de estrellas, como la Vía Láctea, hasta galaxias elípticas muertas donde no se forman nuevas estrellas. EP