París

Un hallazgo adelanta mil millones de años la vida en la Tierra

Un equipo francés encuentra en Gabón la biodiversidad más antigua del planeta

Un equipo de científicos franceses anunció hoy el hallazgo de organismos fosilizados en un depósito sedimentario marino cerca de Gabón que anticipan la existencia de vida compleja en la Tierra más de mil millones de años antes de lo que se establecía hasta el momento.

Se trata de 400 fósiles de organismos pluricelulares que datan de hace 2.100 millones de años, cuyo descubrimiento «modifica completamente el escenario de la historia de la vida en la Tierra», informó el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia.

Sucesivas excavaciones marinas organizadas desde 2008 por un equipo de geólogos de la Universidad de Poitiers (centro de Francia) y del CNRS permitió extraer los fósiles, que posteriormente fueron tratados con una sonda iónica para confirmar su origen orgánico.

Los organismos se encontraban en perfecto estado de conservación porque, según los geólogos franceses, la fosilización se produjo por un proceso químico de piritización que reemplaza la materia orgánica por sulfuro de hierro.

Hasta ahora, los fósiles de organismos complejos más antiguos procedían de Australia y se remontaban a 600 millones de años, por lo que se creía que antes de entonces «la vida en nuestro planea se constituía exclusivamente de organismos unicelulares», señala el CNRS en un comunicado.

La aparición y la diversidad del ecosistema descubierto en Gabón corresponde al primer pico de oxígeno en la Tierra, que los científicos sitúan en hace más de 2.000 millones de años, y su extinción se vincula a una «drástica caída» posterior.

El análisis detallado, publicado hoy en la revista científica «Plos One», revela que los organismos de Gabón tenían una textura de medusa «blanda y gelatinosa» y un crecimiento celular «extremadamente sofisticado» para ese período.

Su hallazgo, a juicio de los investigadores, abre nuevas preguntas para la ciencia sobre la historia de la biosfera, al no descartarse la existencia de formas de vida coetáneas a estos fósiles africanos en otras partes del planeta.

La investigación, coordinada por el profesor Abderrazak El Albani, contó con la colaboración de varias universidades de Francia, el Museo Nacional de Historia Natural y el Instituto francés de Investigación para la Explotación del Mar (Ifremer).