Estación Espacial Internacional
Una cámara registrará la desintegración de una nave espacial desde dentro
La astronauta de la ESA Samantha Christoforetti accederá este lunes al carguero ATV5 de la ESA atracado a la Estación Espacial Internacional, para instalar una cámara especial de infrarrojos. Se trata de un sistema para capturar únicas vistas interiores de la desintegración de esta nave espacial, en su próxima reentrada a la atmósfera.
"La cámara de pilas será emplazada en la escotilla de proa del Vehículo de Transferencia Automatizada, y registrará las temperaturas cambiantes de la escena", explica Neil Murray, que supervisa el proyecto para la ESA. "La grabación a 10 cuadros por segundo debe mostrarnos los últimos 10 segundos más o menos del ATV. No sabemos exactamente lo que podríamos ver - ¿podría haber deformaciones graduales que aparecen cuando la nave está bajo tensión, o todo será una desintegración extremadamente rápida? Sean cuales sean los resultados que obtengamos, deberían decirnos mucho acerca del eventual reingreso en la atmósfera de la Estación Espacial Internacional, o de cualquier nave espacial en general."
Cada misión de transbordador ATV de la ESA termina de la misma manera: lleno de basura de la Estación Espacial arde al reingresar en la atmósfera, con miras a un designado 'cementerio de naves espaciales' en un vacío tramo del Pacífico Sur. Pero el reingreso de esta quinta y última ATV es algo especial. La NASA y la ESA lo ven como una oprotunidad para reunir información detallada que ayudará en futuras reentradas naves espaciales.
Seguimiento
En consecuencia, el ATV-5 estará dirigido a un descenso poco profundo en comparación con el camino para salir de la orbita estándar. La destrucción de este ATV será seguida con una batería de cámaras y reproductores de imágenes, en el suelo, en el aire, e incluso desde la propia estación, y esta vez en el propio vehículo. La cámara de la ESA no sobrevivirá el reingreso, que se espera que se produzca a entre 80 o 70 kilómetros de altura, pero está vinculada a la esfera 'SatCom' con un sistema de protección térmica de cerámica capaz de soportar unos abrasadores 1500 grados celsius.
Una vez SatCom esté cayendo libre, transmitirá sus datos almacenados a cualquier satélite de comunicaciones Iridium a la vista. Hundiéndose a través de la parte superior de la atmósfera a unos 7 kilómetros por segundo, quedará a su vez rodeada por abrasador plasma que bloquea las señales de radio, pero la esperanza es que su antena omnidireccional sea capaz de explotar una brecha en su camino. Si no, la señalización continuará después de que el plasma se haya despejado, en algún lugar debajo de los 40 kilómetros de altitud.
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