Nueva York

Una mosca de 105 millones de años con polen en el abdomen

Uno de los restos de mosca hallados en El Soplao
Uno de los restos de mosca hallados en El Soplaolarazon

Un ámbar de El Soplao (Cantabria) ha permitido la conservación «en perfecto estado» de una mosca ‘Zhangsólvida’, que vivió hace 105 millones de años, y en cuyo abdomen se ha encontrado polen de la planta ‘Bennettital’, que apareció en el Triásico y se extinguió en el Cretácico Superior, informa Efe.

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha dado a conocer este descubrimiento, que publica la revista científica Current Biology, y que refleja que las moscas del Cretácico se alimentaban de néctar con una larga trompa muy especializada y que polinizaban plantas gimnospermas (que no tienen flores y producen semillas).

Estos insectos son denominados ‘Zhangsólvidas’, se han localizado dos especies distintas y están perfectamente conservados en el ámbar que se ha analizado en la cueva cántabra de El Soplao.

El equipo encargado de la investigación de ese ámbar ha estado integrado por científicos del IGME, de las Universidades de Barcelona y Complutense, de las universidades americanas de Harvard y Cornell y del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.

El trabajo llevado a cabo por ese equipo ha permitido localizar esas moscas «muy raras», pertenecientes a una familia que se extinguió antes que los dinosaurios.

Esa especie, según señala el IGME, tomaba el néctar acercándose a las plantas en vuelo batido, como hacen los colibrís, lo cual se lo permitía la larga trompa con la que contaban y que ha podido conservarse en el ámbar, aunque solo se contempla a nivel microscópico.

El IGME explica que existen pocos casos similares en el mundo en el que se hayan localizados insectos que se han quedado fosilizados en ámbar mientras acarreaban polen de una flor a otra.

Los fósiles encontrados en la cueva cántabra reflejan la relación «muy estrecha» entre esas moscas y las plantas ‘Bennettitales’ hace 105 millones de años, lo que supone que esos insectos podían estar polinizando plantas gimnospermas.

Sin embargo, el estudio apunta que si estos insectos estaban especializados en alimentarse de estructuras de gimnospermas, «es prácticamente seguro que el trascendental paso a las angiospermas (plantas con flores) debió de producirse por entonces».

EFE