Ginecología
Científicos hallan partículas de polución en la placenta
Los restos de contaminación ambiental viajan desde los pulmones de la madre hasta instalarse en la bolsa que recubre el feto.
Los restos de contaminación ambiental viajan desde los pulmones de la madre hasta instalarse en la bolsa que recubre el feto.
Ya sabíamos que la contaminación afecta a todos los seres vivos desde el mismo momento en que llegan al mundo. Lo que no sospechábamos es que en realidad estamos bajo el influjo de las partículas de polución incluso antes de nacer. Una investigación científica de la Universidad Queen Mary de Londres ha sacado a la luz que este «aire tóxico» viaja a través de los pulmones de la madre hasta llegar a la placenta, según publica el diario británico «The Guardian». El hallazgo, que se presentó este fin de semana en el congreso de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS), también evidencia que esta exposición es la culpable del desarrollo de enfermedades en los nonatos, aunque aún no se sabe exactamente de qué manera se produce el daño.
«Es un problema preocupante. Hay una gran asociación entre la polución ambiental que la madre respira y el efecto que esto tiene en la salud del feto», explica la doctora Lisa Miyashita, una de las responsables del estudio, que también aconseja a las mujeres embarazas que sorteen las áreas con altos niveles de contaminación en la medida de lo posible. «Y también las que no lo están. Yo evito las carreteras más congestionadas cuando voy a la estación», sentencia.
No es la primera vez que se relaciona la contaminación con el desarrollo de problemas en los fetos. En diciembre, un grupo de científicos estudió la salud de medio millón de recién nacidos en hospitales londinenses y concluyó que los más expuestos a la polución tienen más posibilidades de nacer con bajo peso y de desarrollar problemas de salud a largo plazo. Después de que se detectasen partículas de polución en el cerebro humano, otra investigación similar concluyó en el mes de agosto que la contaminación causa una «gran» reducción de la inteligencia.
«No sabemos cómo las partículas nocivas que encontramos pueden moverse por el propio feto, pero nuestra evidencia sugiere que es posible», subraya Norrice Liu, también de la Universidad Queen Mary. Las encargados del estudio aseguran que no es necesario que estas porciones de polución lleguen al propio nonato para que tengan un efecto negativo en su salud «porque si afectan a la placenta tendrán un impacto directo en él». Por ello, los científicos urgen la puesta en marcha de políticas anti contaminación.
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