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Al capone, el gánster que sucumbió a la demencia

«La noche temática», en La 2, emite hoy un documental sobre su declive

Imagen de una de las fichas policiales del mafioso que dominó Chicago en las décadas de los veinte y los treinta
Imagen de una de las fichas policiales del mafioso que dominó Chicago en las décadas de los veinte y los treintalarazon

«La noche temática», en La 2, emite hoy un documental sobre su declive

El 25 de enero de 1947 se descubrió el cuerpo inerte de Al Capone en la bañera de su propiedad de Palm Island, Florida. La causa oficial de su muerte fue una neumonía, pero cuatro días antes había sufrido un derrame cerebral. Tenía 48 años y ya era el gánster más famoso del siglo XX gracias a sus crímenes, sus negocios ilícitos, su ego superlativo y ese verbo torrencial que regalaba titulares en forma de frases para alegría de la Prensa durante las décadas de los veinte y los treinta. Con motivo del 70 aniversario de su fallecimiento, a partir de las 23:45 horas «La noche temática», en La 2, estrena hoy «Delincuentes natos», con la emisión de dos documentales: «Eliot Ness contra Al Capone», dirigido por Patrick Jeudy, y «Bonnie & Clyde», de Leo Singer.

En el primero, se narra el principio del fin del gánster con una profusa galería de imágenes y documentos. En septiembre de 1929 su vida se volvió del revés cuando se cruzó en su destino Eliot Ness. El presidente de EE UU, Herbert Hoover, decidió que Capone era el enemigo número 1 del país, ya que convirtió sus delitos en una empresa más que próspera. El hombre elegido para anularle fue ese joven agente federal.

Un imperio piramidal

La Ley Seca fue el detonante de su imperio piramidal, que se asentaba en el tráfico de licores, los locales clandestinos, el juego y la prostitución. A eso había que sumar los asesinatos, las luchas entre bandas –fue especialmente célebre la matanza de San Valentín– y los sobornos a la policía y a las autoridades locales con el fin de actuar con total impunidad. Por aquel entonces sus ganancias se estimaban en 125 millones de dólares al año y no dudaba en escandalizar a la opinión pública diciendo que «todo lo que hago es cubrir una demanda pública» o «sólo soy un hombre de negocios que le da a la gente lo que quiere».

El FBI no le podía detener por los asesinatos que cometió o que encargó a sus secuaces. De ahí que se eligiera a Eliot Ness para crear una unidad especial, compuesta por nueve hombres –al que un redactor del «Chicago Tribune» les bautizó como «Los intocables»–, para reunir las pruebas que pudiesen llevarle a la cárcel.

El agente fue muy hábil y logró sacar a Capone de sus casillas. Uno de sus movimientos más atrevidos fue denunciar ante la Prensa que el mafioso le había intentado sobornar. Si la vía criminal para atraparle estaba en punto muerto, no ocurría lo mismo con la fiscal. En marzo de 1931 fue detenido por evasión de impuestos gracias a la investigación del Departamento del Tesoro. En noviembre de ese mismo año fue sentenciado a once en una prisión federal, una multa de 50.000 dólares, 7.692 por las costas judiciales y 215.000 más intereses en impuestos atrasados.

Su primer destino fue la prisión de Atlanta, que convirtió en una sucursal de su sede en Chicago, con presos siempre prestos a cumplir su voluntad y guardias que estaban dispuestos a satisfacer sus caprichos. A los 33 años, Capone era un problema aun estando entre rejas, por lo que las autoridades decidieron trasladarlo a Alcatraz, donde vivió una situación de aislamiento. Ahí empezó su declive físico. Durante un examen rutinario le diagnosticaron una sífilis mal tratada que contrajo en su juventud y que derivó en demencia. Fue liberado en 1939 y se refugió en Florida. En una carta que salió a subasta en junio de 2013, el doctor Joseph Moore, experto en enfermedades de transmisión sexual, le escribió a la familia: «Si por una casualidad el Sr. Capone ataca sin provocación a un extraño, probablemente termine en los tribunales por alterar la paz, y como resultado de eso el juez pudiera declarar que tiene problemas mentales y ordenar su internamiento en un hospital psiquiátrico». Moore también afirmó que «se muestra tonto, infantil y con un grave deterioro mental, pues su cociente intelectual corresponde al de una persona de 14 años».

Unidos por el crimen

El programa de documentales de La 2 también emitirá «Bonnie & Clyde», una producción inglesa que narra la historia de una pareja a la que le unió el amor, los atracos y los asesinatos. Bonnie Parker y Clyde Barrow (ambos en la imagen) se enamoraron y forjaron una sociedad criminal en los años 30. Los periódicos les comparaban con Robin Hood, ya que daban grandes cantidades de dineros de sus robos a familiares y amigos. Entre 1931 y 1934 trajeron en jaque a la policía hasta que uno de sus suyos les delató y fueron abatidos.