Vicente Vallés: «La ambición de los Clinton no tiene límite»

El director de Antena 3 Noticias viaja a los orígenes empresariales y amorosos de Trump y resucita las corruptelas del matrimonio demócrata.

Periodismo con mayúsculas. Respecto a la verdad y una argumentación basada en los hechos y no en los sentimientos. Así es Vicente Vallés, que además de colarse cada noche en la casa de los españoles que sintonizan Antena 3 para contarles lo que ocurre en el mundo también es amante de la investigación y ese periodismo de datos que lucha en el siglo XXI contra el mal de la posverdad. Ahora, Vallés presenta «Trump y la caída del imperio Clinton» (La esfera de los libros) donde analiza el éxito del magnate y sus orígenes al tiempo que destripa el entramado del matrimonio demócrata que ha protagonizado todo tipo de tramas de corrupción y cuya ambición sin límites les ha estallado en su propia cara.

–Trump ha impuesto «los hechos alternativos» para luchar contra la «peste» que, según él, son los periodistas. ¿Supone un reto para la Prensa informar sobre el nuevo Gobierno estadounidense?

–Uno siempre puede marcar la diferencia entre los hechos y los «hechos alternativos» de Trump, los cuales no facilitan la tarea. Es verdad que Trump ha convertido a los periodistas en general en un objetivo de sus ataques, por lo que no es cómodo para nosotros. Pero, por otro lado, seguiremos contando lo que ocurre.

–Sin embargo, su estima se mueve a golpe de titulares, por eso, quizá, no soporte las malas críticas...

–Trump ha intentado que no le afecten las cosas que se publiquen sobre él en los medios y sin embargo ya se ha visto como uno de los miembros más relevantes de su Gobierno, el asesor de seguridad nacional tuvo que dimitir a los 18 días de asumir el cargo por una noticia publicada en un periódico. El sistema político de EE UU de contrapesos de poder en el que la Prensa tiene un papel determinante sigue funcionando. Ni siquiera Trump va a poder con ello.

–Sin embargo, el sistema electoral de EE UU ha dado la victoria, por segunda vez en 16 años, al candidato que perdió el voto popular. ¿Está obsoleto el sistema del colegio electoral?

–Se han presentado más de 700 propuestas en el Congreso para que se cambie y no se han tenido en cuenta. El debate está en marcha aunque veo difícil que vaya a producirse algún cambio.

–Usted recuerda aquella frase de que Franco gobernaba España como si fuera un cuartel y añade que Trump lo hace con EE UU como si fuera una empresa. ¿Qué consecuencias puede tener?

–Puede tener aspectos positivos en algunos casos y negativos en otros. Él está tomando decisiones económicas que pueden tener un efecto positivo para la economía de Estados Unidos. La bolsa ha subido, el paro ha bajado, aunque esto también tiene que ver con el final de la Administración Obama. Ha conseguido que empresas que tenían o querían tener intereses fuera del país se quedasesn. Esto generará empleos en EE UU a corto plazo. Pero ese proteccionismo que en principio puede ser beneficioso quizá no lo sea tanto a medio largo plazo. El mandatario toma decisiones que le hubiera gustado que otros presidentes tomaran cuando él se dedicaba a los negocios. Trump está cambiando la forma de dirigir Estados Unidos. Tendremos que esperar a ver los resultados.

–Durante la campaña y ahora ya en la Casa Blanca, los «conflictos de intereses» parecen protagonizar la agenda del presidente. Sin embargo, con Clinton en el Despacho Oval, no habría sido muy diferente...

–Clinton tenía demasiados casos ocultos en el armario que han resucitado. Había muchas situaciones por las cuales Trump podía atacarla y lo hizo con éxito, aunque ella consiguió tres millones de votos más.

–¿Los Clinton S. A. son adictos al poder?

–Tienen una gran ambición política. Son dos animales políticos que unieron sus vidas y sus ambiciones cuando eran estudiantes y con ello han vivido todas estas décadas. Son unos personajes fascinantes gusten o no. La candidatura de Hillary era la vuelta de los Clinton al poder máximo en EE UU. No se sabe si volverán a intentarlo. Su ambición política no tiene límites y es una pareja que no sabe vivir sin la pasión que les genera la política.

–¿Qué futuro le espera a Hillary?

–Lo normal es que su carrera política acabase aquí, pero no hay nada normal en los Clinton. Existe un rumor que ella no ha querido desmentir y es que los demócratas la estarían convenciendo para que se presente este noviembre a la alcaldía de Nueva York. Puesto por el que, curiosamente, también parece estar dispuesto a competir el hijo de Donald Trump, Donald Jr. Optar de nuevo a la presidencia con 73 años me parece improbable, aunque no es descartable.

–La derrota de Clinton ha dejado desnortado al Partido Demócrata al tiempo que la victoria de Trump ha hecho que los republicanos implosionen. ¿Cómo gestionarán ambas formaciones los siguientes años?

–Lo que ocurra entre Trump y el Partido Republicano dependerá de los resultados de las elecciones de mitad de mandato de 2018. Si los republicanos que se presentan consiguen buenos resultados podrán concluir que con Trump les va bien y con lo cual le apoyarán para que siga de presidente en 2020. Por otra parte, el Partido Demócrata está hecho unos zorros. Han perdido unas elecciones que preveían ganar y no tiene el control del Congreso ni el Supremo. Ahora deben reinventarse y elegir a un buen candidato para 2020, uno que fuera como Clinton en los 90.