Tribunales

Condenado a 28 años por maltratar a su pareja, a la que obligó a arrancarse cinco dientes

Un hombre ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a veintiocho años y ocho meses de prisión por detención, lesiones y malos tratos cometidos contra su pareja sentimental a la que llegó a anular hasta el punto de que el condenado la obligó a arrancarse cinco dientes con unas tenazas.

El procesado también la ataba o encerraba durante días y la obligaba a dormir en el suelo o a beber su orina y comer sus heces, según la sentencia dictada por la Sección Octava de la Audiencia Provincial.

Por todo ello, el hombre ha sido condenado por seis delitos de lesiones, uno de detención ilegal, otro de malos tratos habituales y malos tratos en ámbito familiar, según la sentencia, hecha pública hoy.

En los hechos probados se relata que la pareja convivió durante cuatro años, una relación que se desarrolló dentro de un clima de continuos malos tratos y de violencia física y psíquica y que la dependencia emocional de la víctima era tan intensa que había llegado a anular su voluntad.

En este contexto, el hombre condenado sometía a su pareja con frecuencia a vejaciones, menosprecios, humillaciones y agresiones.

En una de esas ocasiones, el acusado "aprovechando la situación de dependencia y absoluto desvalimiento que tenía la víctima, la obligó, como castigo por supuestas infidelidades que había cometido y para menoscabar su aspecto, a arrancarse un diente ayudándose de unas tenazas que él le facilitó, amedrentándola, y diciéndole que si no accedía a sus peticiones, le daría una paliza".

Esta situación la sufrió la víctima hasta en cuatro ocasiones más, según se explica en la sentencia.

La sentencia considera que "el autor instrumental es la propia víctima del delito", pero que ésta era "un simple instrumento en manos del acusado", considerando el Tribunal que "la voluntad de ésta estaba prácticamente anulada".

Además, el acusado, en otra ocasión, la agredió dándole patadas y puñetazos por diversas zonas del cuerpo, dándole una que le llegó a fracturar la mandíbula, sin permitirle después acudir al médico, como había hecho en otras ocasiones.

También la encerró en el domicilio, bajo llave, durante quince días, y en otro momento la ató con una cadena y un candado alrededor del cuello estando el otro extremo atado a un ropero.

La sentencia condena también al acusado a indemnizarla en la suma de 2.500 euros por los días de incapacidad y en la cantidad de 30.000 euros por las secuelas y daño moral, cantidad que "a la Sala, incluso, se le antoja escasa observando que el daño moral es, en nuestro caso, extraordinario, pero que debe ser la reconocida en esta sentencia", pues es la solicitada por las partes.