Ministerio de Justicia

Confirman la pena de 16 años de cárcel para un padre que abusó de sus dos hijas durante años

Condenan al acusado por dos delitos continuados de abusos sexuales continuados

El condenado ha reconocido siempre los hechos, por lo que se le ha aplicado la circunstancia atenuante de confesión.

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado los 16 años de cárcel para el hombre acusado de abusar de sus dos hijas a diario durante años que fue juzgado el pasado 2 de junio y que reconoció los hechos y aceptó la pena que solicitaba el Ministerio Fiscal.

Según la sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia y que ha sido notificada este martes, se condena al acusado por dos delitos continuados de abusos sexuales continuados. Concretamente, se le condena a diez años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual contra su hija mayor cuando era menor de trece años y después, con acceso carnal durante un largo periodo de tiempo y de forma frecuente.

Y se le imponen otros seis años por el delito continuado de abuso sexual a la hija menor, que en el momento de los hechos contaba también con menos de trece años, existiendo, según la sentencia, tocamientos y masturbaciones, también durante un largo periodo de tiempo y de forma frecuente.

Atenuante de confesión

El ahora condenado ha reconocido siempre los hechos -en comisaría cuando las hijas denunciaron, ante el juez de instrucción y recientemente en la vista oral celebrada en la Audiencia-, por lo que se le ha aplicado la circunstancia atenuante de confesión.

Además de la condena de prisión, no podrá comunicar ni acercarse a sus hijas durante un periodo de veinte años en el caso de la mayor y quince en el caso de la pequeña, se le retira la patria potestad sobre ésta, que aún es menor de edad, y se le impone la medida de libertad vigilada durante seis años tras su salida de la cárcel. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con 60.000 euros a las dos víctimas, por los daños morales y las secuelas que sufren, ambas con estrés postraumático, tal y como certificaron en la vista las forenses.

Explica la sentencia que dado que la declaración fue "tan firme y contundente, y tan completo el relato", ni el fiscal ni la defensa consideraron necesario "hacer pasar a las niñas el mal trago de tener que volver a contarlo". Así pues, la Audiencia confirma las peticiones expresadas en la vista oral tanto por el fiscal como por la defensa.

En el juicio, y ante la confesión del acusado y las explicaciones de las peritos, el fiscal modificó sus conclusiones, pidió la aplicación de la atenuante analógica de confesión y rebajó las penas solicitadas. La sentencia no es firme y contra ella cabe la presentación de recurso de casación ante el Tribunal Supremo, en el plazo de 5 días siguientes a la última notificación de la sentencia.