Ciencia

La corteza de sauce podría convertirse en el próximo antiviral

Su extracto funciona tanto con coronavirus con envoltura, como la covid, como sin ella, los que causan infecciones como

la meningitis

Árboles del vivero de la Diputación de Cäceres en la finca Haza de la Concepción DIPUTACIÓN DE CÁCERES 05/12/2023
Imagen de archivo de árbolesDIPUTACIÓN DE CÁCERESEuropa Press

Los humanos hemos estado usando plantas para curarnos desde antes de que desarrollásemos un lenguaje escrito. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 11% de los medicamentos considerados «básicos y esenciales» provienen de plantas con flores. Se estima que más del 25% de los productos farmacéuticos recetados contienen ingredientes de origen vegetal –una cifra que llega al 80% si se trata de fármacos contra dolencias específicas como el cáncer o el Parkinson–, pero sólo un pequeño porcentaje de las plantas del mundo han sido evaluadas para su posible uso farmacéutico.

Los crecientes esfuerzos realizados en los últimos años para estudiar las plantas como fuentes de nuevos fármacos han acelerado el ritmo del descubrimiento de nuevos compuestos bioactivos a partir de plantas. Y esto tiene una razón de ser. Los compuestos naturales tienen características especiales en comparación con las moléculas sintéticas convencionales: se caracterizan por una enorme diversidad de andamios y complejidad estructural fruto de millones de años de evolución.

Pero las plantas no son las únicas que han evolucionado. También lo han hecho los virus.

Desde un resfriado estacional hasta un virus estomacal, a nadie le gusta contraer un virus. Su capacidad de reproducción y sus estrategias evolutivas han hecho que las epidemias pueden ser devastadoras. No es extraño, por lo tanto, que los científicos persigan desarrollar opciones antivirales seguras y sostenibles para tratar los brotes del futuro, sobre todo teniendo en cuenta que se especula que existen miles de virus aún desconocidos y con capacidad zoonótica, es decir, pasar de animales a humanos.

Y una de las opciones más interesantes se ha hecho pública recientemente gracias a un equipo de científicos de la Universidad de Jyväskylä (Finlandia), liderados por Varpu Marjomäki. De acuerdo con un estudio publicado en «Frontiers in Microbiology», el equipo de Marjomäki ha demostrado que un extracto de corteza de sauce, una planta que ya ha proporcionado varios medicamentos, incluido el precursor de la aspirina moderna, tiene un efecto antiviral de amplio espectro en experimentos con muestras de células.

El extracto funcionó tanto con los coronavirus con envoltura, que causan resfriados como la covid, y con los enterovirus sin envoltura, que causan infecciones como la gripe y la meningitis. Lo interesante del hallazgo es que actualmente no existen medicamentos clínicamente aprobados que actúen directamente contra los enterovirus, por lo que este extracto podría cambiar las reglas del juego en el futuro. «Necesitamos herramientas eficientes y de acción amplia para combatir la carga viral en nuestra vida cotidiana», explica Marjomäki. «Las vacunas son importantes, pero no pueden hacer frente a muchos de los serotipos emergentes lo suficientemente temprano como para que sean efectivas por sí solas».

Los autores ya habían demostrado en un estudio previo que este mismo extracto ya actuaba contra ciertos virus, pero en este nuevo análisis extendieron su investigación a otros tipos para comprender mejor cómo actúan los principios activos de la corteza de sauce.

Este fármaco natural se utiliza como mínimo desde la época de Hipócrates (400 a. C.), cuando se aconsejaba masticar la corteza para reducir la fiebre y la inflamación. También se recomienda para el tratamiento del dolor (particularmente el dolor lumbar y la osteoartritis), el dolor de cabeza y las afecciones inflamatorias, como la bursitis y la tendinitis. La corteza del sauce blanco, por ejemplo, contiene salicina, una sustancia química similar a la aspirina (ácido acetilsalicílico).

Para hacer el extracto, el equipo de Marjomäki cosechó ramas de sauce cultivadas comercialmente. La corteza se cortó en pedazos, se congeló, se molió y luego se extrajo con agua caliente. Esto produjo las muestras de extracto que los científicos probaron contra enterovirus (cepas de Coxsackievirus A y B) y coronavirus (un coronavirus estacional y covid-19).

Luego evaluaron cuánto tiempo tardaba el extracto en actuar sobre las células infectadas y cómo inhibía la actividad viral. Los resultados mostraron que el extracto no dañó las células. De hecho, las protegió eficazmente de la infección. En el caso del virus responsable de la covid mostró que, si bien no impedía que el patógeno entrara en las células, sí que se reprodujera en su interior, lo que reducía notablemente su capacidad de infección.

«Los extractos actuaron a través de distintos mecanismos contra diferentes virus», añade Marjomäki . «Pero los extractos fueron igualmente eficaces para inhibir los virus con envoltura y los no envueltos».

Los autores analizaron qué etapas del ciclo de vida del virus atacaba el extracto y descubrieron que éste parecía actuar sobre la superficie del virus en lugar de en una etapa determinada de su ciclo de replicación. Una comparativa importante que también se llevó a cabo fue evaluar si los compuestos médicos existentes derivados de la corteza de sauce, así como extracto de salixina y polvo de salixina preparados comercialmente, tenían un efecto similar. De estos, sólo el extracto de salixina mostró actividad antiviral, lo que sugiere que el éxito del extracto de corteza de sauce de los científicos podría ser el resultado de las interacciones de diferentes compuestos bioactivos.

Si bien será necesario realizar más estudios para comprender los compuestos bioactivos responsables de la acción antiviral, se abre una puerta hacia nuevos tratamientos. «Actualmente continuamos con el fraccionamiento y la identificación de moléculas bioactivas a partir de extractos de corteza de sauce», concluye Marjomäki. «Esto nos dará una serie de moléculas puras identificadas que podremos estudiar con más detalle. Además, estudiaremos una mayor cantidad de virus con componentes purificados. Los componentes purificados nos brindarán mejores oportunidades».